𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝚝𝚠𝚎𝚗𝚝𝚢-𝚘𝚗𝚎: 𝙱𝙰𝙳 𝙻𝚄𝙲𝙺

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1 de enero. Lunes.

Fue cosa de mala suerte.

Me fui de la cabaña desde la primera aparición del sol en el este.
Al este fue donde me dirigí a reflexionar otra vez del plan.
Estaba perfectamente pensado y además era de lo más eficaz... Lo que faltaba era ejecutarlo.

Había cogido un abrigo rojo porque en estos tiempos abundaba el frío por todo el continente.
Alomejor debería haberme llevado también las botas que me regaló mi padre a principios del año pasado, pero ya es tarde.
Ya es muy tarde.

También cogí un taxi hacia un sitio muy familiar para mí, un cementerio.
En el cementerio en el que enterraron a mi madre, al igual que el alcalde.
El alcalde fue uno de mis víctimas, recuerdo que siempre me había dicho que tenía futuro y que si me lo proponía podría lograr cualquier cosa.
Él si era mi padre.

Una vez allí, busqué por unos veinte minutos saqué mi última y más íntima carta. La que menos quería que nadie viera, la que mostraba quién era y en quién me he convertido.

— Mamá, no te llegué a conocer del todo, te conocí hasta los dos años realmente. Y sólo me aportaste un juguete de un oso con el que jugar mientras tú trabajabas.
Aunque no me recuerdo ni del color de tus ojos, te echo de menos; porque sé que serías la única que me hubiera defendido aún sabiendo que era un Hyde.
Hablando de eso, cuando te fuiste, empecé a sufrir sin razón alguna problemas mentales de los que no estoy arrepentido de haber sufrido. Porque al salir de allí, me di cuenta de quién soy.
Una marioneta mental. La profesora Thorniff logró convertirme en un Hyde, yo también logré llevarme aquí por la fuerza. Una marioneta de mis propias cadenas.

Al asesinar a docenas de personas solo para revivir a un psicópata me hizo pensar en lo mucho que no te gustaría eso.
Pero no podía volver atrás en el tiempo para preguntarte.

En tu ausencia también aprendí del amor... Wednesday Addams ¿Te lo puedes creer? Mi más fiel enemiga. Y Xavier Thorpe, un hermoso y amable eclipse.
Y lo más importante de todo, fui capaz de aceptarme como monstruo.
Todo gracias a que tu no estabas ¿Irónico, no? Nunca te necesité pero te extraño ahora.

Cerré la carta y lo dejé con una rosa color amarillo en la lápida de la tumba.

Para mi sorpresa, Xavier se encontraba allí, justo al lado. Deducía que había escuchado cada palabra que salía por mi boca.
Se notaba que no tenía mucho frío pues se le veía tan cómodo con toda la ventisca que había.

— ¿Qué haces aquí? — Me Pregunta

— ¿Tan obvio es?

— Ya lo sé, una pregunta estúpida.

— Como siempre — ni si quiera sonreí

Se sentó frente mío de rodillas, acercó mi mentón hacia su cara y me besó, fue un beso tierno realmente; sin embargo no sentí nada.

— Todavía queda tiempo... ¿Quieres hacer algo mientras? — Pregunta mirando su reloj

— No me harás cambiar de opinión ¿Claro?.

— Claro... Es tu decisión.

— ¿Qué hacemos entonces?.

— ¿Tienes una lista de cosas que quieras hacer antes de suicidarte?.

Me preguntó eso y me quedé petrificado, no le había oído hablar con esa palabra. Era sorprendente.

— No.

Segundos después, él me agarró del brazo y me levantó del césped sin decir absolutamente nada. Tampoco me esforcé en preguntar ya que me dijo que era una supuesta sorpresa.

Fuimos a Never More, ya que me consiguió colar en la academia sin que nadie se enterase.

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Fue así como aprendí a jugar a unos de mis juegos favoritos, aprendí a dibujar, perdí mi virginidad, comí una hamburguesa muy grande, vi las películas que nunca vi, dormí más de dos horas y jugué a lo que nunca jugué con mi padre de pequeño.
Y todo esto en toda una tarde y con mi persona favorita.

Cuando el reloj marcó las once, Xavier me llevó ese sitio tan bonito donde vimos las estrellas con atención por primera vez.
Al llegar, nos bajamos del coche y de la mano nos acercamos a la orilla de ese acantilado, los dos temerarios.

— Mira Ty, durante toda esta tarde he estado pensando demasiado en esto — Mira debajo de sus pies, la nada — Quiero que me mates a mí en vez de a ti.

— ¿¡Qué?! ¡No! — Grité preocupado por la idea

— Pequeño, escúchame ¿Vale? — Puso mi mano en su corazón — No eres un monstruo y mucho menos, no eres un Hyde, ya no. Eres un humano como todos los demás.
La sociedad en la que vivimos no es justa con los de su especie, nos clasifican como marginados y normis. Tú sigues siendo humano a pesar que todo lo que has cometido.
Y te quiero a pesar de eso.
Lo que quiero expresar con mi muerte es la injusticia de todo este mundo, si mueres tú todo seguiría igual. Si muero yo, habrá un cambio y tú podrás ser reconocido como un humano que eres.
Y sé que no quieres que me vaya, pero sabes que es necesario y tú no te puedes ir. Todavía te queda mucho por vivir, yo ya he hecho todo lo que quería hacer... Contigo. Me alegro una y mil veces de que hayas sido tú esa persona a la que mi corazón haya elegido amarte.

— Por favor Xavi... No — Dije entre lágrimas

— Ty, no estaré lejos, es más, nos volveremos a ver allí arriba. Y cada vez que veas un eclipse, estaré yo allí, viendo cómo creces y te haces mayor.

— Debería ser yo... No tú — Respondí con la voz rota

— Tú no puedes — puso sus manos en mis cachetes — No te preocupes, estaré bien

— ¿Y qué haré yo sin tí?

— No me necesitas, eres libre peque, vas a ser libre con mi muerte. Cuando me mates, vas a salir corriendo de aquí, corre lo más rápido y lejos que puedas de este lugar, no dejes rastro — Me dijo con una sonrisa y lágrimas

Esas palabras serían una de las últimas que oiría, me conmovió tanto que lo único que mi cuerpo pudo pensar fue darle un último beso antes de que se vaya.
Ese beso duró años para mí, y tampoco quería que durara menos.

— ¿Estás seguro? — Pregunté secándome las lágrimas. Asintió.

Minutos después nos separamos, yo me alejé un poco del acantilado para convertirme en el Hyde en el que hace tiempo no me convertía y Xavier se quedó allí, justo en la orilla esperando mi ataque.

Me acerqué con velocidad hacia él, clavé mi mano en su pecho y de este saqué su corazón, el corazón que tanto yo quería.

Con una sonrisa, sus últimas palabras fueron: adiós.
Para después caerse de la orilla y desaparecer de este mundo.

Sonaron las campanas. Ya es año nuevo. Ya eran las doce de 2023.

Era el asesinato perfecto a la vista de Thorpe.

~

¿Qué haré con su corazón?
Lo guardaré junto a su tumba en el funeral.

Fue pura mala suerte.

Semi-autømatic-radiø.

^Bad Luck^ ~ (Xavier×Tyler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora