Jungkook trabaja muy duro para ir a visitar a su novio que vive en otra ciudad. Mientras este le era infiel.
En ese tiempo se da cuenta de la realidad y conoce a un compañero de trabajo, Kim Taehyung, quien se convierte en su pilar fundamental y en...
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Y es por ti... Que late mi corazón... Y es por ti... Que hoy brilla el sol... Todo es por ti... Todo está bien... Aunque no haya una respuesta, todo está dentro de tu sonrisa... Verdad... Incluso si estamos separados... Nuestros corazones están conectados, para siempre contigo...
Para muchos un amor a distancia puede convertirse en un amor imposible, no para todos está claro, pero en este caso un amor a distancia ocaciono conocer el verdadero amor que sin imaginar estaba más cerca de lo esperado.
Después de que Jungkook regreso con Taehyung a su casa, kook fue recibido por su madre la cual agradeció a Tae por estar con su hijo y cuidarlo.
Jungkook ese día volvió a llorar porque era la única manera de sacar todo el dolor que estaba sintiendo, su madre no lo dejó solo y al poco tiempo se le unieron sus amigos, todos le brindaron el cariño que le hacia falta para reconfortarlo.
Pero también como el gran chico que era devia de levantarse y recuperar su vida y bueno tal vez de paso enamorarse.
Como todo corazón roto llegará el momento en el que aparezca alguien y coloque una curita en esa herida que sana y para volver a sentir amor.
Jungkook como buen estudiante volvió a sus estudios, comenzó a salir con sus amigos a patinar y divertirse como el Magnae que era siempre ganándole a sus hyungs.
Namjoon, SeokJin, Jimin y Suga, habían recuperado a su pequeño niño, todos lo consideraban como el hermanito pequeño de todos, y verlo de nuevo a su lado los llenaba de felicidad porque sabían que el volvería tarde o temprano.
Por otra parte en casa, la mamá de Kook estaba más que feliz, ya no hacía falta que tuviera restricciones hacia su hijo, le devolvió su mesada que usualmente tenía y su tan preciada moto.
La señora Jeon no podía estar más que feliz de saber que su hijo no sufriría más por un chico que nunca lo mereció.
Y por último Taehyung, este último hiba haciendo el intento para que Jungkook algún día le permitiera cuidar de su corazón.
Taehyung por el momento le dio su espacio, pero algo que no podía hacer era dejar pasar el fin de semana que le debía el azabache.
—¡Jung-kookie!, Taehyung ya esta abajo, te esta esperando, mira qu— fue callada cuando Tae le dio la señal de que estaba bien, el esperaría.
La señora Jeon dejó de dar gritos desde la sala y subió a ver a su hijo porque tardaba tanto que le preocupo, pero al abrir la puerta gran fue la sorpresa que sus ojos miraron.
Su pequeño estaba arreglado con colores pasteles, un suéter azul cielo con unos jeans claros y estaba terminado de colocarce un poco de maquillaje, además la loción que se puso olía exquisito.
