Jean:
Una vez aseado me concentre en tratar de recordar lo que nos llevó a todo lo sucedido anoche, pero solo encontré pequeños flashbacks que básicamente era lo que nos habían contado, por mas que pensaba mi mente parecía tener vacíos entre recuerdos, al parecer esos vacíos eran del porte de una laguna según lo que nos han dicho que hicimos.
De pronto una idea se incrustó en mi cabeza y sabía que hacer para conseguir un poco más de información. Tenemos que llegar a esa iglesia y hablar con el padre para saber un poco más.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por la canción "I wanna be yours" que salía de mi teléfono, así que lo tomé para ver quién era y lamentablemente era mi madre.
"No, esto no puede ser... mierda. Mierda y mil mierdas"
—Mierda.—mire horrorizado la pantalla planeando una muerte falsa y como conseguir un pasaporte falso para mudarme a Alaska.
Para mí fortuna, colgó la llamada en medio de mi plan de escape y solté de golpe todo el aire que no sabía que estaba reteniendo, pero, la felicidad me duró poco y volvió a sonar el teléfono. Ya resignado tomé el aparato con las manos temblorosas y contesté.
—Hola mami...—hablé con la voz más angelical que pude fingir mientras movía mis piernas ansiosamente.
—¡Nada de mami!—gritó y tuve que alejar un momento el celular de mi oreja— ¿Tu sabes cuan enojado estaba Ethan por el escándalo de tu boda? Porque por si no lo sabías se viralizó y estás en cada canal de televisión.—su voz se escuchaba enfadada y al mismo tiempo preocupada.
—Lo voy a solucionar, mamá, solo dame tiempo— dije cerrando los ojos para intentar procesar la información recibida.
—Confío en qué puedes, pero ya no tienes quince años, Lou, tienes veinticinco, deberías cuidar más de ti.—sentí la decepción en su voz y me sentí aún peor al ver que colgó sin siquiera despedirse.
"Estoy bastante jodido"
Pensé y solo me froté los ojos con los dedos, quizás esperando a despertar y que todo fuera un sueño. Lamentablemente no lo era y tenía que buscar una solución pronto.
Miré la hora y me espanté porque iba quince minutos tarde, así que apresuradamente tomé mi bolso y corrí hacia la puerta, estaba tan nervioso que no podía poner la llave para cerrar la puerta.
De pronto unos pasos acelerados y el golpe de la puerta de al lado cerrarse llamó mi atención, vi una figura salir apresurada, pero como estaba de espaldas no alcanzaba a ver su rostro. La persona en cuestión iba tan distraída que cuando volteó dispuesto a correr chocó conmigo.
Solté un grito agudo al perder la estabilidad e irme hacia atrás, pero antes de tocar el suelo sentí unas manos en mi cintura que me sujetaban con fuerza evitando mi caída, miré a la persona enojado y me llevé una sorpresa al ver los ojos verdes de Eidan a pocos centímetros de mi cara, lo miré con confusión y el también a mí.
—¿Jean? ¿Qu-...¿Me estás siguiendo?—inquirió con una ceja alzada y yo sentí mi sangre hervir.
—Si no quieres que te estampe el florero que no pude está mañana no me provoques—dije arrugando la nariz, cosa que era común en mi cuando estaba molesto, y voltee los ojos.—lamentablemente tu habitación queda al lado de la mía, ya di las explicaciones suficientes así que ahora puedes soltar mi cintura —si las miradas mataran Eidan estaría definitivamente unos seis metros bajo tierra.
—la verdad me siento muy comodo así.—sonrió burlón y apretó mi cintura haciendome morder mi labio inferior, pero volví a mis sentidos rápidamente.
—ja.ja. ja. Que graciosito salió don jirafo—dije sarcásticamente y levanté una ceja en su dirección.
—Lo sé soy el mejor—dijo mostrando sus dientes en una hermosa sonrisa— cada vez menos original con tus apodos, enano.— dijo fastidiado por el apodo, finalmente soltándome, aunque no esperaba que la falta de sus manos en mi cintura me hiciera sentir casi decepcionado.
...
Eidan pagó el taxi a pesar de que quería pagarlo yo y nos bajamos frente a la iglesia de los vídeos, se veía de dudosa reputación la verdad. Su fachada llena de moho, hongos y humedad no me daba buena espina.
El rizado y yo nos miramos por unos segundos quizás preguntándonos cómo llegamos aquí, cada uno estaba concentrado en buscar la opción más lógica. Apreté su brazo invitandolo a entrar, el solo asintió y yo retiré mi mano.
A medida que íbamos avanzando un recuerdo me golpeó fuertemente.
"Era de noche, apenas podíamos mantenernos de pie íbamos riendo por alguna tontería sin importancia, mucha gente detrás de nosotros cantando y bailando, a pesar de que no había música. Iba tan concentrado en tratar de caminar bien que no noté cuando choqué con un señor. El señor iba vestido de Elvis Presley y me ayudó a ponerme de pie dijo algo que no entendí muy bien pero todos comenzaron a seguirlo así que hice lo mismo..."
Paré en seco la caminata y Harry al ver que no lo alcanzaba también paró.
—¿Qué pasa, Lou?—me miró con preocupación acercándose a mí lentamente.
—Creo que recuerdo cómo llegamos aquí...—dije con el ceño fruncido aún concentrado en recordar aunque sea un poco más —Iba contigo riendo, no recuerdo de que, atrás venía mucha gente riendo también, choqué con el padre que nos casó y no recuerdo más, sé que dijo algo pero la verdad no sé que fue y como todos comenzaron a seguirlo, nosotros también—Harry abrió la boca sorprendido y comenzó a reírse como un loco.
—Entonces...-dijo tratando de contener la risa —¿Chocaste con Elvis Presley y dijo algo, pero no sabes que y lo seguiste y terminamos casados? Mierda esta es la mejor historia de amor que podríamos contarles a nuestros nietos— sonrió tratando de no reír más y por alguna razón me dió risa también y comenzamos a reír juntos.
De pronto el ojiverde me miro fijamente con una sonrisa en la cual se marcaban unos preciosos hoyuelos en sus mejillas.
-¿Por qué me miras así?- dije con una sonrisa divertido por la situación.
-Porque nunca había visto a alguien que se viera tan lindo sonriendo.- sentí mis mejillas arder en ese momento, Harry se acercó y acarició mis mejillas con la yema de sus dedos -Ahora pareces un tomatito- dijo burlón mientras ponía un mechón de pelo tras mi oreja.
—Dime tomatito una vez más y te quiebro la nariz—dije tirando un mechón de su pelo sin tanta fuerza y él solo soltó un gemido que me dejó descolocado—no me corrompas con tus impuros pensamientos—me burlé de él al verlo sonrojado tratando de tapar su cara con su mano.
-Ni una palabra sobre esto, tomatito-dijo avergonzado y yo solo lo tomé del brazo rodando los ojos y lo obligué a caminar.
Holaaaa
Si tienen alguna idea o opinión constructiva sobre la historia pueden dejarla en mi ig (_memelxnny_)
Si les gusta la historia xfa recomiendenla:)
Me despido
Besos en la nalga derecha para tod@s
Att: Mili:)
ESTÁS LEYENDO
La melodía del amor.
Novela JuvenilJean y Eidan no tienen los mismos amigos, ni van a la misma universidad, no tienen casi nada en común, además de la fama, es más, ni siquiera se conocen, pero esto cambia repentinamente cuando una mañana amanecen esposados en la habitación de un hot...