your eyes ✶ paulo dybala

004: 𝖣𝖨𝖲𝖢𝖴𝖲𝖨𝖮𝖭!!

                                   

                                ⚽✿︎ "𝖽𝗂𝗌𝖼𝗎𝗌𝗂𝗈𝗇!!".

𝗔𝗟𝗔𝗜𝗔 𝗔𝗖𝗢𝗠𝗢𝗗𝗢 𝗦𝗨 𝗖𝗔𝗕𝗘𝗟𝗟𝗢 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗤𝗨𝗘 𝗡𝗢 𝗦𝗘 𝗘𝗡𝗦𝗨𝗖𝗜𝗔𝗥𝗔 con el líquido que le habían tirado, aún sin saber de quién se trataba, levanto la mirada.

－  Perdón!, Perdón! －  dijo el chico de ojos verdes al ver lo que había hecho.

Y si, efectivamente, se trataba de 𝐏𝐚𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐲𝐛𝐚𝐥𝐚.

－  No te preocupes. －  respondió Alaia lo más irónica que pudo, para que este lo notase, cosa que logro.

－  Fuaa, pero tampoco te enojes. －  dijo el chico con un tono obvio mientras miraba los ojos de Laia.

－  Permiso. －  dijo la argentina algo sería mientras se iba.

Era la primera vez que Alaia tenía un encuentro de este tipo con alguien de la selección, siempre eran buena onda, pero Dybala con ella parecía ser todo lo contrario, eso la sorprendía.

Laia se acercó a su amiga, Maia. Hace rato había notado que estaba tomando un poco al igual que los chicos, y apesar de que haya sido poco, influia bastante.

－  Pero buee, que boba que sos, con razón nunca haces nada bien.－  dijo Maia mirando la camisa manchada de la rubia.

Alaia se sentía algo distinta, algo incapaz de hacer cosas correctamente, decidió no tomar importancia hasta que la risa de su amiga la destruyó por completó, necesitaba encontrar a su papá o a su hermano, los buscaba con la mirada pero no estaban. La rubia miro a su amiga, mientras se levantaba, tomo su bolsa y sin tener otro escape salió de los vestuarios.

Se acercó a un Catarí y le pregunto en ingles dónde estaban los baños, el hombre le señalo amable y regalandole una sonrisa, fue a los baños y se encerró en un cubículo. Se sentó en el suelo pensando en aquello que Maia había dicho, sabía que era una tontería pero una parte de ella se sentía inútil, siempre eso había sido su mayor inseguridad. Se sentía totalmente apagada y sin ganas mientras veia cómo alguien entraba, lo raro es que está persona entro rápido, como si estuvieran buscándolo.

La rubia vio el tatuaje en su pierna y le quedó más que claro quien era, era Paulo.

－  « Fua, no se cansa de aparecer este chabon. » － pensó Alaia y rodo los ojos.

Paulo miraba con curiosidad el cubículo donde estaba Alaia, sabía que ahí había alguien. Sin pensarlo mucho se acercó y abrió la puerta, mirando a Alaia confundido.

－  Que haces acá? －  dijo el de ojos verdes mirándola aún confundido.

－  No te cansas de aparecer vos. －  dijo Laia levantándose y tomando su bolsa.

－  Vos JAMÁS me viste acá.－ se levantó y regreso a los vestuarios. Encontró a su papá y se acercó.

－  Dónde estabas vos? －  dijo Sergio riendo un poco.

－  Nada, estaba en los baños. － sonrió algo forzado mientras su papá la despeinó un poco tocandola en la cabeza para seguir su conversación con Leo.

Ya estaban de vuelta al hotel, Alaia no había dicho nada y Maia tampoco, no es como si se le hubiese pasado. Alaia no podía dejar de pensar en lo egocéntrico que le parecía aquel argentino, seguía sorprendiendole que alguien de la selección le pudiese caer "mal".

Al llegar al hotel la argentina lo único que hizo fue tirarse en la cama a dormir, mientras que Sergio y su hermano planeaban ir a caminar y conocer un poco más Doha, Qatar.

－  Rubiaa, vas a ir? －  dijo Kun mirando a su hija que estaba un poco perdida de la conversación.

－  Ah? A dónde? －  pregunto confundida mirando a su papá.

－  A caminar un rato. －  respondió  Sergio.

Alaia se planteó la idea de no ir, pero no quería quedarse sola.

－  Vamos entonces. －  dijo la rubia sonriendo un poco y cepillandose el cabello. Por otro lado, Maia estaba bañándose, quizás se le pasaría.

Salieron del hotel después de un rato y empezaron a caminar, observaban a los vendedores con las banderas gigantes de argentina, mientras Sergio iba preguntando a cada Catarí que veía si le gustaba Messi.

－  Porque estás tan callada vos? －  al fin rompió el silencio Maia, no se acordaba de lo que había dicho.

－  Y porque será. －  dijo Alaia algo fría, sin expresión alguna en su rostro.

－  Basta Laia, decime. －  dijo Maia mirándola con atención.

－  Y bue, te tomaste como una birra y fue suficiente para decirme que no hago nada bien nunca. －  dijo la rubia mientras observaba a los vendedores.

La castaña abrió los ojos grandes, le costó asimilar que había dicho eso, ya que ella siempre había estado orgullosa de Alaia y lo que hacía, la admiraba enserio.

Estuvieron conversando un rato mientras Alaia le seguía confirmando que lo había dicho, Maia se sentia demasiada culpa por aquello.

－  Vos sabes que siempre he estado orgullosa de vos en todos los sentidos, y ya sabes cómo me pongo. －  dijo Maia.

－  Y supongo. －  dijo Alaia mirándola está vez.

Compartieron un abrazo y siguieron conversando el resto del camino.

         ⚽
𝗮𝗿𝗮'𝘀 𝗇𝗈𝗍𝖾𝗌!!

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