SO BAD ;; MING [FALLING INTO YOUR SMILE]

05

LA MUDANZA HABÍA SIDO UN ÉXITO, ES DECIR, LUEGO DE QUE YUGA HICIERA TODO drama posible, Dalai simplemente insistió y decidió "lanzarse a la piscina", usando su bastón y a su perro como simples guías.

—Bueno, espero te guste tu habitación—sonrió Gato— con Gordito la hicimos rosa.

—Ya veo, gracias—respondió con gracia.

—Gato, es ciega—Gordito susurró en voz baja.

—Dalai...—Gato se avergonzó— y-yo...

—No se porque exageran con eso, no veo el problema—se encogió de hombros, riendo por las risas de los demás.

—Creo que los chistes de ciego no me están gustando—Gato bufó.

—Lo siento, cuando te vea me disculpo.

—Creo que es mejor que le demos su espacio—Gordito jaló la mano de Gato para sacarlo de la habitación.

Ming decidió acercarse y sentarse junto a ella en la cama, mirándola con atención y analizándola, notando pequeños detalles.

—¿Estás segura que quieres mudarte sin Yuga?

—Yuga iba a discutir y a hacer problemas —respondió honesta— ella de todas maneras vendrá y todo el asunto con respecto al médico, pero, también merezco oportunidades.

—Dalai, ella solo se preocupa por ti.

—Todos lo hacen, digo, no puedo ver pero eso no significa que sea invalida.

—El ser ciego es una discapacidad—Cheng respondió desde el sofá.

—Creo que no es momento—K le regañó a su lado— será mejor irnos de aquí.

Ambos se fueron, haciendo reír a la dupla.

—Es una discapacidad... —repitió— deberían existir deportes para ciegos, sería buenos en ellos.

—Bueno, los ciberdeportes cuentan como uno, ¿no?

—¿Por qué me elegiste?

—Bueno, tienes potencial...

—¿No me digas, soy resiliente porque he logrado tocar instrumentos y no ver?

—No, para nada.

—Ha, esta bien.