Por culpa de Merlon (Sexta parte)

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En la quinta parte:

- Bueno.. - Quackity hizo un puchero pero nadie lo vio como siempre - Bueno, byeee ma!!
Viejo abusivo!! - comenzó a irse y cuando estaba lo suficientemente lejos volvió a gritar
- Usan condón!! -

- QUE NO VAMOS A HACER NADA QUACKITY!! - Staxx gritó y Quackity solo se rió pero se calló cuando sintió algo golpear su cabeza.

- AYY! MA YA, LO SIENTO MAMÁ!! - se cubrió la cabeza al sentir más cosas llegar mientras se reía más fuerte - YA PERDÓN!! - salió corriendo de ahí después de eso.

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Quackity había corrido sin siquiera mirar por donde iba. Hubo un momento en el que comenzó a cansarse que tuvo que detenerse.
Y en ese momento en el que se detuvo, pudo ver aquel árbol de gran tamaño frente a él.

"Ora, de cerquitas es mucho más grandote que de lejos nomames"

Mantuvo su mirada en el árbol y después la dirigió a las vías de tren frente a este.
Con curiosidad se acercó a estas subiendo por las escaleras que extrañamente estaban ahí y casualmente había un solitario vagón.

Quackity comenzó a debatir en subirse o no al vagón y ver hasta donde lo llevaba.
Mordió su labio con conflicto.

Al final se decidió por valerle madres.

Se colocó detrás del vagón para comenzar a empujarlo y una vez comenzó en agarrar velocidad, se subió a esté con rapidez.

Durante ese recorrido observó sus alrededores con curiosidad.
Si, todo ahí era nuevo y le causaba una pinche curiosidad. Y no se iba a detener hasta conocer todito del Karmaland pasado.  Además, si los dioses no le lanzaban nada eso significaba que todo lo que hacía se encontraba dentro de lo legal.

Sonrió y se acomodó mejor en el vagón.

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Del otro lado de esas vías, justo dentro de aquella blanca casa moderna.
Se encontraban ciertas personas sentados frente a un computador, mirando y echándole un vistazo a aquella página ilegalisima de la que claramente Vegetta no estaba enterado.

Rubius había prometido no usarla porque incluso para él era demasiado chetado, pero no le hacía daño a nadie buscar un objeto inofensivo para hacer una inofensiva bromita. ¿Verdad?

Además, también era para enseñarle a su invitado cosas para usar en el futuro.

-Tío, todo esto está chetadi'imo - sonrió Illojuan mirando cada cosa que su contrario le mostraba - ¿¿pero ya tiene' pensado que hacer?? - miro a Rubius quien hizo una mueca.

- Buah - Rubius se echo para atrás en su silla y colocó sus manos en la mesa, estirando sus entumecidos brazos y piernas. Una vez acabo su estiramiento volvió a sentarse como estaba - No tío, no se me ocurre nada - 

Antes de que pudieran decir o hacer cualquier otra cosa, escucharon unos golpes en la puerta de entrada junto a unos gritos.

-¡¡HOLA!!!- más golpes en la puerta - ¿¡HAY ALGUIEN?! ¡¡HOLA!! -

Rubius e Illojuan se miraron el uno al otro.

-¿¿No es el niño ese?? - Pregunto Rubius al otro quien solo asintió. - hmm - Comenzó a pensar en una idea y con una sonrisa traviesa miro al otro - ¿Porque no lo invitamos... a la diversión? Posible y nos ayude -

-Ostia, pues suena buena idea - Vio como Rubius se levantó de su silla para comenzar a dirigirse a la parte de abajo. Illojuan le siguió después.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2023 ⏰

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