𝑫𝒆𝒍 𝑶𝒅𝒊𝒐 𝑨𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓

03

Narra X
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Soltó un gran suspiro.

Miro como aquella chica lo miraba con ojos suplicante, deseando que el aceptara su invitación, que trataba de tener una cita romántica con el esa misma tarde, realmente no quería rechazarla ya que haría el ridículo delante del instituto, pero por otro lado a el no le interesaban aquellas cosas, además de que no conocía a aquella chica de nada. Giro su mirada para los lados buscando ayuda, pero solo pudo observar a adolescentes hablando en susurros mientras los observaban con descaro, siguió buscando algo de ayuda, asta que se encontró una mirada que le era conocida, era aquel chico de nuevo, mirando la escena sin ganas, empezó a sentir un leve molestar en el corazón y no sabía el por qué, pero tenía que salir de allí cuanto antes.

"Lo siento no me gustas" Se fue andando hacia delate esquivando a la muchacha en el camino, que estaba en ese momento a punto de llorar, pero eso no le importaba, solo quería dejar de sentir aquella mirada intensa en su persona, lo ponía demasiado nervioso, necesitaba alejarse de él, ya que esto se estaba poniendo extraño.

Si... extraño.

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Observaba aquella escena sin gana alguna, hacía unos segundos, ya casi un minuto, una linda chica se le había declarado al chico llamado Renato, pero este, se le veía de todo menos feliz, se podía notar sus nervios asta la lengua, ya que movía las manos de un lugar a otro muy seguidamente, además de que estaba un poco tenso. Vio como la mirada del chico se movía entre todos los espectadores de aquella escena, como si buscase algo, asta que sus miradas se cruzaron unos leves segundos.

Vio como el cuerpo del chico se tensaba derrepente, y como apretaba las mangas de su chaqueta involuntaria mente, para después girarse hacia la chica de nuevo.

"Lo siento no me gustas"

Escucho aquella frase, causándole una leve presión en el pecho, sin saber distinguir el que era, solo podía ver como aquel chico huía de aquella sin importarle nada aquella chica que estaba a punto de sollozar, ese chico le daba realmente curiosidad, algo, que realmente era extraño en él.

Extraño.

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Suspiro por segunda vez en aquel día.

Se había pasado ya varios minutos buscando una sala para poder descansar tranquilo, ya que era el descanso, y no quería salir hacía el patio donde se encontraban sus compañeros de clase. Continuo andando por los pasillos sin rumbo alguno, asta que localizo con la mirada la sala de castigos, una sala que nunca era supervisada por ningún profesor, perfecta.