Desilusión

170 8 1
                                    

Después de lo ocurrido pensé que las cosas serían diferentes, pensé que por fin iba a vivir el cuento de hadas que siempre había soñado, pero no, las cosas no siempre resultan como se espera, desde ese día, mi vida cambió tanto que llegó un momento en el que sólo surgía la pregunta ¿Qué había pasado conmigo?.

Los días pasaron igual que siempre, muy corrientes, sin ningún suceso fuera de lo normal, compartía tiempo con mis amigas, conversaba con mi familia, hacía los quehaceres de la escuela, y así... A Michael lo veía de lejos junto con sus amigos, acaso ¿Ya se  había olvidado de lo que sucedió entre los dos?, aunque era ilógico hacer una pregunta de la cual yo misma sabía la respuesta, era obvio, él seguramente ni se acordaba de mi nombre, pero que más daba, eso me pasaba por hacerme ilusiones con alguien que inmediatamente lograba su objetivo se iba sin nisiquiera voltear a ver a atrás.

*Mensaje al chat de facebook*

-¿Cómo estás? |Michael

Pero es que acaso, ¿no podía hacer otra pregunta?, era obvio que a él no le importaba como estaba, o me encontraba, porque si fuese así, no hubiera permitido que pasaran tantos días después de esa primera vez para serciorarse siquiera de cómo me había sentido.

-Bien.

-¿Estás molesta?    *claro que lo estaba, pero no podía permitir que pensara que tenía la razón*

-No, ¿Tendría que estarlo?

-Lo siento, sé que me he comportado como un patán, no había tomado la iniciativa de hablarte pensado que tú lo harías primero.

-No iba a hacerlo, no sabes lo que se siente pensar que lo que pasó no tuvo ningún significado, pensar que sólo fue algo del momento.

-Kat no lo fue, creeme.

*No lo fue, creeme* ya estaba, con esas simples palabras logró que todas las dudas que en ese momento surgían desaparecieran por completo.

-¿Nos podemos ver? |Michael

-No creo que sea lo más conveniente.

-Ven o estaré en tu casa en menos de 5 minutos.

*Eso si que no, no lo iba a permitir, sé que esa sería una de sus maneras de chantagearme, y sí que lo lograría*

-Esta bien, voy en camino.

No puedo negar que cuando estaba en camino a su casa sentía que mi cuerpo temblaba, me sentía tan fría como un pedazo de hielo, él sólo hecho de saber que lo tendría cerca a mí una vez más, hacía que me sintiera completamente plena.

Para tan poca edadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora