i've got my eye on you「pedri x gavi」

try again

7 meses después... *música de la rosa de guadalupe*

el tiempo pasó y las cosas estaban yendo relativamente "bien" para pedro y pablo. el menor estaba por cumplir su octavo mes de embarazo y lo tenía todo excepto lo que más necesitaba, la simple presencia de su alfa.

el omega se estaba quedando en casa con su madre. su hermana y padre le visitaban cada que podían, al igual que ansu y otros amigos que tenía allí.

el castaño la estaba pasando genial, todos y todas lo trataban como si fuese su cumpleaños cada día y le encantaba. aunque le llegaba a molestar bastante cuando la gente se veía con el derecho de ir y acariciar su grande barriga cuando se les placiera, podía incluso sentir como su bebé lo odiaba, sabía que este solo quería los toques de su padre alfa.

en todas las visitas de ansu, el mayor le llevaba prendas de pedri que le robaba al pelinegro en los vestidores. el pobre alfa había comenzado a pensar que estaba loco cuando la mayoría de sus hoodies comenzaron a desaparecer.

y hablando de este, aunque no quisiera poco a poco tuvo que aprender a vivir sin pablo.

ya nada era como antes, ya no tenía al omega metido en su casa como si este no tuviera una propia, ya no andaba por todos lados oliendo al menor, ya no recibía sus abrazos diarios, ya no le veía cuando entrenaba ni en ningún lado. solo le quedaban recuerdos y la pregunta de lo que pudo haber sido si hubiese sido honesto con sus sentimientos desde un principio.

sabía que iba a regresar y eso le espantaba demasiado, ¿qué tal si regresaba completamente cambiado?, ¿qué tal si ya no era su omega gruñón que protestaba por todo? pedri no podía esperar a verlo de nuevo pero al mismo tiempo tampoco quería.

se había planteado muchísimas veces ir a sevilla y buscarlo pero obviamente jamás sucedió. creía que la ida de pablo había sido su despedida definitiva, que todo eso que había dicho el día de ese partido contra el atlético de madrid era muy en serio. y dolía, dolía como la mierda, pero de nuevo, cada vez se acostumbraba más y más a que las cosas eran y que se quedarían así.

y claro que en los partidos y entrenamientos se sentía su ausencia, todos echaban de menos al pequeño lleno de energía que se enojaba por todo y que un día desapareció sin más, pues no solo no se despidió de ferran y pedri, sino de nadie del equipo a excepción de ansu.

torres también había dejado de intentar salvar la relación de sus dos amigos a pesar de seguir deseando que las cosas se arreglasen. el beta hablaba regularmente con gavi y siempre se contenía las ganas de gritarle que no fuera imbécil y que hablará con su mejor amigo, pero cumplió la promesa que se hizo a si mismo de no involucrarse más.

por otro lado ansu cada que iba con pablo, intentaba hacerlo entrar en razón diciéndole que era mejor tarde que nunca, que aunque fuera le dijera a pedri sobre el bebé ya que era suyo también y que tenía todo el derecho de saberlo. el más grande no sabía que pasaba por la cabeza de su amigo, porque había veces que el omega la pasaba llorando porque quería y necesitaba a pedro, pero no movía ni un dedo para cumplirlo.

era una tarde de septiembre cuando los chicos del barça terminaban su entreno, tendrían unos días y libres y fati iba a aprovechar para ir a visitar a su mejor amigo y a la criatura de la que por más que al principio hubiese querido que gavi se deshiciese, no le había quedado más que aceptarle.

fue el primero en entrar a los vestidores ese día e hizo como ya era rutina los últimos meses, agarró la primera camisa de pedri que encontró en los bancos.

"¡así que tú eres la rata, fati!" oh, genial. no había escuchado a nadie entrar.

el beta cerró los ojos y apretó los labios con la camisa en manos, se volteó lentamente encontrándose con pedri a poco centímetros de él. el alfa se acercó y tomó su camisa. "¿qué sigue?, ¿mis calzones?" bromeó el alfa y ansu miró a los lados evadiendo a su compañero pensando en la excusa que pondría.