i've got my eye on you「pedri x gavi」

i thought maybe we would kiss tonight

el árbitro alzó su manos en el aire, dándole una advertencia al jugador más joven del barcelona. gavi sintió su estómago doler de la ira.

no podía contener su enojo, mucho menos cuando vió a otros jugadores del otro equipo burlándose de él.

sin pensarlo fue y los empujó haciéndolos caer.

no importaba cuanto tiempo pasará, el omega no podía acostumbrarse a ser tratado de esa forma tan solo por su edad. y su estatura tampoco era de mucha ayuda que digamos.

"¡basta!" lewandowski llegó para proteger a gavi, posicionándose frente a los jugadores que ya estaban listos para irse encima del menor. pero este no ayudó, queriendo seguir la pelea con sus rivales.

pedri entonces apareció jalando al más pequeño de su camisa, logrando que gavi chocará contra su pecho.

"cálmate, ¿quieres?" pedro volteó al chico para poder verlo a los ojos, soltando sus feromonas, esas que siempre ayudaban a calmar a gavi. "no quieres una tarjeta amarilla, ¿cierto?" el castaño negó con la cabeza.

pedri le sonrío a lo que pablo lo hizo de vuelta. una vez separados, gavi estaba mucho mejor, toda esa ira que sentía se había simplemente esfumado.
y como de costumbre, todo se lo debía a su mejor amigo. si no fuese por él, todo en su vida sería un desastre. el alfa era el único que siempre estaba allí para él. era su familia y su todo.

terminado el partido, el equipo se encontraba en los vestuarios feliz por su victoria.

"por un momento pensé que nos quedaríamos sin nuestro príncipe." dijo ferran de la nada fijando su mirada en gavi, a lo cual este solo rodó los ojos frustrado.

"pero no lo hicimos." pedri se acercó a donde el joven omega. "ni siquiera ha recibido una tarjeta amarilla como otro."

pablo le sonrió a su amigo en forma de agradecimiento. todas sus sonrisas eran solo para el alfa.

los demás rieron a excepción de ferran quien le enseñó su dedo medio a pedro.

regresaron al hotel agotados, a excepción de gavi como siempre.

"¡juega conmigo!" el omega trataba de convencer a pedri, quien solo quería dormir. "que no."

"¿por favor?" acercó su cara a la del alfa. se encontraba encima de este, sentado en las piernas del mayor.

pedro abrió un ojo, encontrándose con la mirada suplicante del chico. "que molesto eres pablinho, mejor ven aquí." agarró de la cintura al menor jalándolo aún más hacia él, colocando la cabeza del castaño en su pecho.

el omega hizo un puchero pero no se quejó, mejor se acomodó en su lugar mientras pedro apagaba las luces. "buenas noches, príncipe." lo agarró del mentón suavemente y gavi sintió que su corazón se le salía del pecho.

quería besarlo, y no exactamente en la mejilla. a diferencia de su mejor amigo, porque después de todo eran solo eso: mejores amigos. pedri le plantó ese beso en el cachete.

a pesar de que le gustó, gavi y su omega querían más, pedían y necesitaban más.

gavi llegó a pensar alguna vez que eran destinados. desde el primer día que se conocieron, el omega sintió eso que nunca había sentido antes: el aroma del alfa lo atrajo como ninguno otro lo había hecho jamás, alborotó a su omega interior, deseando saltar encima del alfa, protegerlo de todo, marcarlo y ser marcado por él. se había imaginado dándole cachorros al pelinegro, formando una familia y ser los más felices juntos.

luego comprendió que quizás se había confundido, y que todo quedaría en su imaginación, porque pedri no parecía sentir lo mismo, no era algo mutuo.
había pasado varias noches pensando en cómo sería entonces encontrarse realmente con la persona que el destino había planeado para él. tratando de imaginar como sería sentir cosas incluso más fuertes de las que había experimentado cuando conoció a su compañero de equipo.

pero si pedro no era su alfa, ¿por qué dolía tanto? ¿por qué derramaba tantas lágrimas cada que pensaba en eso?

su omega y él lloraban en silencio para no despertar al mayor.

la princesa y todos se podían ir a la mierda. gavi solo quería a su pedri.