i've got my eye on you「pedri x gavi」

truly, madly, deeply in love

era temprano en la mañana cuando gavi se despertó de los besos matutinos que venían de su pequeña hija. comenzó a agitarse y bostezó tiernamente cuando mientras abría los ojos, se encontraba con un par de grandes ojos verdes. "buenos días, princesita." pía se rió dulcemente mientras se sentaba en el estómago del omega, a lo que este por instinto, la movió poniéndola a su lado.

la expresión de la pelinegra cambió a una triste. "no quele a pía?" preguntó preocupada.

"¡claro que sí!" pablo se sentó en la cama, recargando su espalda en la cabecera. pía lo miraba confundida y parecía que en cualquier momento se pondría a llorar. "eso no debes dudarlo, jamás." la atrajo a un abrazo. "lo que pasa es-

los gruñidos de pedro lo interrumpieron. "es muy temprano." masculló pedri molesto, y pía aprovechó para lanzarse encima de este. "¡ah!" gritó el alfa de dolor cuando el piecito de pía le pegó en la cara. "no seas como mamá, por favor." el alfa le dio un sonoro beso a la pequeña mientras la acostaba a su lado.

"repite lo que has dicho, pedro." gavi frunció el ceño como siempre hacía, imitando a pía y subiéndose abruptamente arriba del pelinegro. "¡auch!" una vez más chillo de dolor. pía divertida, intentó hacerle cosquillas a su padre como él hacía con ella normalmente, y pablo la ayudó. "¡dejadme dormir en paz, por favor!" decía el alfa entre risas, que aunque podía fácilmente quitárselos de encima, no lo hacía porque le encantaba verlos felices.

hasta que fue suficiente. tomó las manos del omega, se sentó y lanzó a gavi de espaldas a la cama. "ya, por favor." pía inocentemente, le dio leves golpes en la pancita a pablo en modo de juego. grande fue su sorpresa cuando pedri le gritó que parase, tomando a pablo de las caderas y abrazándole de forma protectora.

la niña completamente asustada se alejó de sus padres, gateando hacia atrás en la cama.

"p-pedri, ella sólo quería jugar, no lo ha hecho a propósito." mencionó gavi con dificultad, apenas podía respirar con pedri agarrándolo tan fuerte. y el alfa claro, se arrepintió al instante cuando vio a la criatura romper en un silencio llanto. ella no era de llorar, sólo lo hacía cuando algo realmente la molestaba o hacía sentir mal, desde bebé había sido así.

"l-linda, yo no..." sólo a pablo y se acercó a la niña, pero ella fue más rápida y se bajó de la cama.

"¡mi vida, no!" pedri le siguió, dejando a un pablo agobiado en la cama.

la nena corrió lo más rápido que pudo, llegó a su habitación y cerró la puerta antes de que pedro pudiera alcanzarla.

"pía, amor, lo lamento, no quería gritarte así." sintió que iba a llorar él mismo al escuchar los sollozos de su hija. "¿me dejas entrar?"

"¡n-no!" exclamó pía desde su cama, tapándose completa con las mantas.

"pollito pío, por favor." el alfa siguió rogando y poco después pablo llegó por detrás.

"debemos decirle." comentó pedro y el omega asintió. "amor, vamos a entrar." anunció el mayor antes de abrir la puerta con lentitud. pía sólo se deslizo más debajo de las sábanas.

"no quelo."

"corazón, hay algo que debes saber." gavi se le adelantó a pedri, jaló uno de los pequeños sofás del cuarto y se sentó frente a la cama de la criatura, pedri hizo lo mismo con una de las sillas.

"hay una razón por la que papá te ha gritado así, no ha sido su intención." pablo alzó la manta suavemente, destapando la cara llena de lágrimas de la nena. los miraba a ambos con dolor en los ojos, los dos la habían hecho sentir mal. "y también por la que te he quitado de encima mío hace un rato." siguió hablando el omega, acariciando la carita de la pelinegra. pía se les quedó viendo, todavía sollozando, esperando por la explicación. gavi y pedri se miraron y el alfa asintió, dándole a entender que era momento de darle la noticia.