Parte 2: El día antes de la Boda.

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Y finalmente llegó el día señalado para ellos, el día de antes de la boda, una mañana soleada de finales de octubre. La ceremonia daría lugar al día siguiente en una pequeña localidad costera conocida por sus bodas de famosos y gente rica, tenían tres horas de viaje por delante en un tren bala. Pasarían la noche en un lujoso hotel de la zona que había reservado el señor Kidou, para poder estar descansados para la boda.

Madre e hijo esperaban la limusina de los Kidou con un par de maletas con sus pertenencias, les habían dicho que pasarían a recogerlos para llevarlos a la estación donde debían coger el tren.

"¿Llevas todo, Akio? ¿Has cogido el cepillo de dientes?"

"He cogido todo, no soy un niño de cinco años" gruñó Fudou rechinando los dientes, estaba muy nervioso, fingir ser la pareja de Kidou frente a su padre era una prueba complicada cuando en su corazón deseaba que fuera verdad.

Tras una espera que al chico se le hizo eterna y a su madre aún más, oyeron el suave ronroneo del vehículo y los dos suspiraron de alivio. La limusina paró frente a ellos, padre e hijo salieron por educación a sus acompañantes. Kidou y Fudou se miraron un momento y se sonrojaron los dos, algo incómodos porque tanto sus padres como Haruna, quien también había sido invitada, los miraban intensamente.

"Que adorables, tan vergonzosos" se rió la mujer revolviendole el pelo a su hijo que solamente bufó en respuesta.

"¿Estáis listos?" preguntó el señor Kidou con una sonrisa radiante.

"Sí, ya tenemos todo." respondió ella entrando en la limusina.

De repente Fudou empalideció y empezó a meter la mano en los numerosos bolsillos de su ropa.

"Oh no" graznó con mirada torva.

"¿Qué ocurre, Akio?" preguntó Kidou frunciendo las cejas.

"Me he dejado el móvil."

Su madre soltó una carcajada y lo imitó con voz aguda.

"He cogido todo, no soy un niño de cinco años."

"Ja, ja. Que graciosa. Ahora vengo, un momento."

Fudou se dio la vuelta y entró a su edificio deprisa, sin darse cuenta o eso parecía de que Kidou lo seguía. Fudou subió las escaleras hasta su casa y desde la galería vio la calle con la limusina, abrió la puerta y se quedó esperando.

"Eres un despistado, algún día perderás la cabeza." refunfuñó Kidou entrando tras él.

Fudou cerró la puerta, se recostó en ella y sacó teatralmente del bolsillo de su chaqueta el móvil. Kidou se quedó perplejo.

"¿Por qué has dicho que te habías olvidado del móvil? ¿Es que te ha dado un apretón?"

El chico castaño soltó una carcajada y negó con la cabeza.

"No, no eso..."

Se acercó a Kidou a quien pilló con la guardia baja, le bajó las gafas de goma y le dejó un corto pero intenso beso en los labios, un beso con sabor a cereal barato. Al separarse la cara de Kidou no tenía nada que envidiar a la de Endou una vez que Kogure le echó picante en su comida en una acampada.

"¿Por qué has hecho eso?" exigió saber Kidou sudando como en pleno verano, su corazón parecía una alarma de evacuación.

"Bueno..." Fudou se rascó la nuca "Si debemos fingir ser una pareja de verdad deberemos darnos algún beso para hacerlo más realista, ¿no? Pero pensé que podía ser tu primer beso y preferí que fuera más íntimo."

Boda por todo lo alto [KidouxFudou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora