Capítulo 5: Una visita inesperada.

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Kidou había mejorado bastante llevando las bandejas y atendiendo a los clientes y a comienzos de noviembre le permitieron servir como el segundo camarero de la Cafetería Teikoku, junto a Shinobu. De modo que los otros tres podían enfocarse en su labor en la cocina y salir a cubrir en horas de más trabajo si era necesario. Fudou no decía nada pero se sentía muy orgulloso del avance lento pero constante de su pupilo.

La relación entre los cinco trabajadores había mejorado mucho, gracias al acercamiento de Fudou y Kidou los demás habían dado un paso adelante y en aquellos momentos volvía a haber armonía en el equipo de trabajo, a pesar de que los comentarios sarcásticos y cínicos volaban de unos a otros.

Kidou se había sorprendido al descubrir que sus compañeros en verdad eran gente muy agradable. Genda lo hinchaba a bizcocho desde que un día había descubierto a Kidou cogiendo un trocito que se había desprendido y que sonreía de felicidad sin darse cuenta de que era observado. Henmi le había enseñado más sobre la decoración en repostería, que era su especialidad y en la que resultó que Kidou tenía cierto talento haciendo florituras. Shinobu por su parte chismeaba con él sobre las cosas que les contaban los clientes y lo animaba cuando parecía a punto de darse por vencido en su trabajo como camarero.

Fuera del ámbito profesional el grupo había quedado alguna vez también, por ejemplo en Halloween habían celebrado juntos viendo películas y asustando a los niños que se acercaban por casa de Genda. Aquel día había sido una sorpresa tras otras, primero porque la pareja de Genda con quien compartía piso, Sakuma Jirou, conocía a Kidou de la escuela primaria y segundo porque Kidou aceptó quitarse las gafas como parte de su disfraz de vampiro.

Fudou revolvía un café con aire pensativo mirando a una joven muchacha de cabello azul que estaba sentada en una mesa, era una chica muy bonita que siempre iba sola y se pedía siempre un chocolate caliente con arándanos. En aquel momento hablaba animadamente con Shinobu. Fudou se sentía muy irascible cada vez que entraba aquella chica, y eso que él nunca había tenido que tratar con ella.

Kidou se acercó a él y se quedó viendo a la muchacha con expresión seria desde la distancia. Desde una ventanita de cristal que solo permitía que ellos vieran hacia fuera.

"Otra vez ha venido..." murmuró con un tono misterioso que a Fudou le molestó sin saber el motivo.

"Sabes, creo que a esa chica le gustas, Yuuto."

"¿Qué te hace pensar eso?" preguntó él con curiosidad.

"No te quita nunca los ojos de encima."

"Ya veo... " Kidou suspiró y Fudou sintió que se le crispaba el vello de la nunca "Pero no creo que le guste, Akio. Esa es Haruna."

Fudou golpeó el café con la cuchara y lo desparramó por la mesa.

"¿Qué? ¿Haruna? ¿Tu hermana?"

Kidou asintió y se marchó hacia otro sitio dejando a Fudou con la boca abierta y mirando nuevamente a la muchacha.

Aquella chica había empezado a acudir a la cafetería poco después de que Kidou empezase a trabajar y desde que estaba como camarero intentaba llamar su atención, pero él conseguía escaparse y era Shinobu quien acababa atendiéndola siempre.

"Yuuto" llamó Fudou "¡Deberías hablar con ella, Yuuto!"

"¿Hablar con quién" preguntó Genda que pasaba con un bizcocho recién hecho de zanahoria.

"Con la chica de pelo azul."

"Ah, esa chica. Es muy bonita, ¿verdad?"

"Que no te oiga Jirou" se rió Henmi apareciendo con una bandeja de pastelitos de nata.

Cafetería Teikoku [FudouxKidou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora