El tiempo siguió su curso, inexorable, inevitable. Habían pasado dos años desde que los cinco jóvenes trabajadores habían dejado su trabajo en la Cafetería Teikoku y seguido sus vidas.
Lamentablemente y a pesar de lo mucho que a veces lo deseaban, la Cafetería Teikoku ni cerró ni se vio afectada por el cambio de personal. Algunos clientes dejaron de acudir, especialmente aquellos que habían presenciado lo ocurrido; pero el lugar tenía un renombre tal que pudo mantenerse sin ellos, llegando nuevos clientes continuamente.
Takanashi Shinobu terminó sus estudios y se graduó con honores, algo que en la familia fue celebrado por todo lo alto. Después empezó a participar en su tiempo libre junto a Haruna en un blog especial que crearon las dos para investigar casos de corrupción y accidentes sospechosos.
Henmi Wataru viajó durante un año por todo el país para aprender más sobre la pastelería, volviendo a tiempo para la boda de Genda y Sakuma y pudiendo ser él quien les preparó el pastel de boda. Después se montó una pequeña pastelería que enseguida ganó fama en la ciudad; Sakiyama, dueño de la cada vez más exitosa empresa Suitty, lo ayudó en la inversión y le dio la idea revolucionaria que lanzó al estrellato a la pastelería. Unos preciosos pastelitos en forma de gatito que traían locas a todas las personas que los veían.
Genda Koujirou se casó con Sakuma Jirou y se mudaron a su propia casa familiar donde adoptaron a varios gatos más; una felicidad que se vio aumentada cuando un día lo contactaron para ofrecerle su propio programa de televisión sobre repostería. El logo del programa lo diseñó Sakuma y la melodía fue obra de Fudou y sus amigos. El programa duraría años, hasta que Genda decidiera retirarse.
Kidou Yuuto se marchó de su casa tras exponer a su madre y se fue a vivir a un pequeño apartamento con Fudou, con quien acabaría casándose al poco tiempo; una celebración muy modesta y con pocos invitados. Recuperó el contacto con su hermana y descubrió que su nueva vida era mucho mejor de lo que jamás habría imaginado.
Fudou Akio despertó un día poco después de ser despedido con una idea en la cabeza. Y no pudo parar hasta que la llevó a cabo, trabajando arduamente para lograr su propósito.
En la zona comercial de Inazuma abrió una modesta pero coqueta cafetería llamada Cafetería KdFd, enseguida ganó popularidad por la excelente calidad del café que servían en el local; además tenían una pequeña tienda de bombones que se volvieron una auténtica leyenda local entre los enamorados. Las personas empezaron a creer que si se regalaban esos bombones a la persona amada, el destino los uniría para siempre en felicidad.
Y en muchos casos así era. No había más que ver a los dueños del local completamente enamorados, sirviendo café y recomendando libros de una estantería que había en un rincón que los clientes podían leer durante su consumición.
Algunos clientes de la Cafetería Teikoku los siguieron hasta ahí, como la señora Yamada. Que recibió la noticia de la boda de los dos jóvenes como si fuera su propio nieto quien se casara.
Aquel día tras cerrar las puertas de su cafetería los dos jóvenes se sentaron en una mesa con sus amigos.
"La casa invita esta vez" sonrió Fudou mientras cortaba un bizcocho que había llevado Genda para la ocasión haciendo que todos se rieran.
Mientras comían bizcocho y bebían chocolate caliente o café, los jóvenes hablaron de sus vidas con alegría, con esperanza y con certidumbre de que las puertas se abrían para ellos. Kidou miró a Fudou y ambos sonrieron a la vez, juntando sus manos mientras el sol caía bajo el horizonte y las estrellas empezaban a salpicar un cielo nocturno.
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Cafetería Teikoku [FudouxKidou]
FanficLa Cafetería Teikoku es conocida como una de las mejores, sino la mejor, cafetería de toda Inazuma. Pero la pacífica vida de sus empleados se ve agitada cuando su jefe, Kageyama Reiji, les presenta al nuevo trabajador: Kidou Yuuto. Kidou Yuuto es un...