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Namjoon era alguien que amaba hacer figuritas de papel y más si estás eran rosas, era como su gusto culposo al hacer un alfa. Sus padres siempre le decían a un Namjoon de diez años que un alfa debe de ser masculino y completamente valiente, él no puede tener los mismos gustos de una o un Omega: ¿A qué me refiero? Sencillo, me refiero a sus actitudes delicadas, sus gustos por las flores y el baile Jazz, sus ropas coloridas y bonitas y su toque delicado y único, eso era lo que a Namjoon le prohibieron hacer, diciéndole que él debe de ser el valiente de su pequeña manada, de su pequeño territorio, debe de ser el macho en su relación y el peliplata le parecía sinceramente ridícula esa creencia, pensando que los Alfas por ser de un rango más importantes deben de ser los más fuertes y los más mente dura, al igual que los omegas al ser uno de los rangos más débiles pero de los más importantes deben de ser débiles y femeninos, solo por su rango.

A Namjoon nunca le importó la opinión de los demás, él salía con sus amigos omegas de compras o como ellos les llama "¡Día de omegas!" Aunque él terminará sosteniendo las bolsas pero contento por ver las lindas prendas que a él también le gustaría utilizar, pero su rango lo impide. El alto aprendió hacer figuritas de papel al encontrarse con una señora de una edad mayor vender en las calles de Seúl figuras de papel, eso le pareció muy tierno y él quiso también aprender y disfrutar de su pasa tiempo, lamentablemente su padre piensa de otra manera y de una manera muy fuera de lugar, aún recuerda la vez que recibió un castigo solo por usar un pinta uñas de un color algo de omegas, aún recuerda esas palabras.

—; Los rangos no se cambian ni se podrán reconstruir de otra forma, Namjoon. Tú siempre serás un inútil y bastardo alfa, que lo único que piensa son en idioteces que solo deben pensar los Omegas, no un Alfa como tú. Grábatelo en tu memoria.

Sabía que no era un alfa como todos los de su mundo, él lo sabía muy bien, también sabía que no era culpa suya que sus gustos sean más tranquilos y que para un grupo de chicos alfas les pueda parecer extravagantes y raros. Los Alfas se le podían ver en sus ojos levemente más rasgados que el de los omegas, Namjoon tenía esa característica pero su cara era completamente inocente que fácilmente se podría confundir como un Omega bello, su cuerpo es el que no combina con su cara de bebé, sabía que tenía músculos, no tan exagerados como algunos alfas, pero si eran levemente visibles si se colocaba una camisa ajustada, pero en su ropa también tenía conflictos, siempre buscaba tener algo holgado y que lo hiciera ver más delgado e incluso sus prendas son de colores pasteles, un gran conflicto para su sociedad.

Volviendo al presente, Namjoon en estos momentos estaba haciendo la última rosa para completar su ramo - que solo eran cuatro en total, junto con un listón lila -  y que iba a estar en manos de su amor platónico dentro de muy pocas horas.

Pongámonos en contexto un poco.

Kim Namjoon desde que tenía doce años siempre le llamo la atención un chico beta de su mismo salón, al cual todos sus compañeros lo catalogaron como el raro del salón, al ver que este nunca hablo en una clase o por ser simplemente muy misterioso incluso tuvo varios altercados por sus acciones violentas y sus problemas de irá, no mentiría si dijera que al primer problema que tuvo Él fue con un niño de un grado más mayor que él, fue algo traumante de ver y más aún que fue el que lo inició solo por tratar de ayudarlo.

Namjoon estaba yendo para su salón yq que la profe de español le había pedido unos papeles que había dejado encima de su escritorio, así que él con amabilidad se ofreció a llevárselos a su profe Alfa, lo que no esperaba era ver cómo estaban molestando al nuevo de su salón.

—; Vamos, niño raro. ¿Eres mudo o no quieres responder? —un chico de cabello largo atacó verbalmente al más chico solo que estaba comiendo sandwich que su padre le hizo junto con su juguito.

Chico de las rosas <Namjin>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora