(PAUSADA)
Gregory y Evan, dos niños que se conocen y ambos se vuelven amigos inseparables hasta que un sentimiento nace entre ellos por el otro. Historia donde Gregory lo protegerá de todos y todo, así sea de su propia familia.
𖥻 Historia Gregvan...
── ˢⁱ, ˡᵒ ᵉˢᶜᵘᶜʰᵒ ── respondió su hermano, igual, en susurros.
── ᴼᵏᵉʸ, ᵗᵒᵐᵃ ᵃˡᵍᵒ, ᵛᵒʸ ᵃ ᵃᵇʳⁱʳ ˡᵃ ᶜᵒʳᵗⁱⁿᵃ ── y sigilosamente se paró de su cama.
── ᴰ-ᴰᵉ ᵃᶜᵘᵉʳᵈᵒ ── imitó la acción de su hermana y cumplió su petición, tomó su bate de béisbol y le dió una mirada a Elizabeth.de que prosiguiera.
Entonces, ella asintió en respuesta y lentamente abrió la cortina. Y lo que vieron los dejó sorprendidos y boquiabiertos.
── ¿G-Gregory? ──. Nombró sobresaltado, creyendo que estaba alucinando.
El mencionado saludó con una radiante sonrisa, en lo que Evan procesaba la que estaba pasando y Elizabeth se osresursba en abrir la ventana.
── ¿Que carajo idiota?
── ¿Como fue. . .
Gregory entró por completo y abrazó como saludo al shockeado Evan.
── Sorpresa. ── rompió el abrazo. ── ¿Listo para irnos?
── ¿Irnos? Gre-Gregory, estoy muy confundido ahora, son las dos de la mañana ¿C-Como hiciste para llegar hasta acá?
El otro niño ladeó la cabeza con una sonrisa. ── No seas dramático, Evan. Literalmente vivimos a cuatro casas. Mi mamá tiene el sueño profundo, y pude burlar las cámaras de seguridad ── tomó la mano de Evan. ── Te dije que tenía una sorpresa para tí. Y necesito que vengas conmigo al Pizzaplex.
── Wow, wow, wow. ── interfirió la pelirroja. ── No puedes aparecerte aquí como si nada y tratar de llevarte a mi hermano en la madrugada como si fuese cualquier cosa.
── Solo quiero que tengamos el Pizzaplex para nosotros dos. Vamos, planeé todo. ── le sonrió, esa sonrisa que debilitaba aún más a Evan.
El niño suspiró y miró a Elizabeth.
── Solo serán unas cuantas horas. . . ¿Crees que podrías?
── Solo si me dejas usar la tableta toda la semana.
── Cruel. Pero okey. ── sonrío.
── Está bien, me quedaré despierta para abrirte. Solo regresen con vida.
Evan miró a su mejor amigo, quién captó y tomó su mano, listos para irse nuevamente. Pero al ver que Gregory se dirigía nuevamente a la ventana, detuvo sus pasos.