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Sentado sobre las gradas en la cancha de basquetbol, Felix terminó de hacer sus anotaciones del día sobre su clase de química. Tenía que esperar que su hermano mayor terminará su práctica para poder irse juntos a casa.

No le molestaba esperar en absoluto, pero, a Minho si le enojaba tenerlo ahí.

Y es que, los otros chicos del grupo de basquet parecían no querer quitarle la mirada de encima, cualquier ocasión era buena para dejar de prestarle atención al entrenamiento y mirar al menor.

Por supuesto, Minho se dio cuenta de esto cuando por tercera vez, le lanzó un pase a San y este término casi noqueado en el suelo.

— Mierda, ¿van a entrenar o que? — preguntó Minho que ya estaba harto.

— Vamos San, quiero irme a casa a dormir y tu no ayudas. —Jay le replicó, ayudándolo a levantarse del suelo.

San gruñó abrumado y asintió, entonces, cuando estuvieron a punto de volver a jugar, San sintió que alguien toco su hombro, volteo encontrándose con Hyunjin, quien le sonrío con hipocresía.

— Quitale los ojos de encima, yo lo vi primero.

El pelinegro rodó los ojos ante las palabras de su compañero y siguieron el entrenamiento como si nada.

Felix estaba demasiado concentrado en sus cosas, así que no le puso atención a la pequeña discusión que tenían, pero cuando terminó, observo a todos y cada uno de ellos, dándose cuenta que la mayoría de los compañeros de su hermano eran atractivos. Una ligera sonrisa se dibuja en sus labios al mirar al rubio, el mejor amigo de su hermano.

Hyunjin se veía agotado, el sudor bajaba por su rostro y su ropa se veía algo húmeda a causa de eso, el mayor tenia sus manos en las caderas mientras trataba de regular su respiración y pasaba su lengua por sus labios.

— Deja de mirarlo. — Minho le llamo la atención — Iré a las duchas, espérame aquí.

— Sí.

Felix realmente no era tonto, ni despistado. Sabía que clases de intenciones tenían la mayoría de los compañeros de su hermano, sobre todo porque — para su buena o mala suerte — ellos ya se le habían declarado.

Hace solo unos meses San lo invito a salir, pero Felix tuvo que rechazarlo, le agradaba San, y mucho, pero realmente no era de los chicos con los que se veía teniendo una relación que fuera solo sexo.

Minho le había hablado un sinfín de veces sobre las actitudes de sus amigos, que eran unos depravados, se aprovechaban de sus menores tratando de persuadirlos para tener sexo, los ilusionaban y después los dejaban.

El problema es que, Minho también integraba a Hyunjin dentro de esos amigos.

Y el otro problema era que, Hyunjin le parecía malditamente perfecto, le encantaba demasiado. Pero tenía que fingir que no, puesto que Minho siempre estaba protegiéndolo todo el tiempo.

Tampoco es como que dejara que su hyung lo toqueteara y quisiera besarlo cuando le diera la gana, siempre trataba de esquivar las intenciones del mayor, por más que haya fantaseado con él, besando sus labios, devorandolo por completo y estando a su merced.

Pensaba que habría un momento en el que no podría contenerse y terminaría por aventarsele encima.

Tras estar pensando por varios minutos en aquel chico, sintió como alguien se sentaba a su lado, seguido de eso, algo frío tocó su mejilla.

— Hola cariño, ¿sigues esperándome? — Hyunjin le sonrío algo juguetón, observando como Felix se alzaba de hombros y negaba lentamente. — Minho no está.

Felix quiso decir algo, pero en cuanto abrió la boca, sintió un tirón de la manga de su ropa, quedando a pocos centímetros del rostro de Hyunjin. En cuestión de segundos su cara se puso roja, se sentía avergonzado por el simple hecho de haber sido tironeado como si nada, además de que, estar tan cerca de alguien le provoca nervios, sentía que desde esa posición no se veía tan atractivo.

— Hyunjin.

— Shh, solo quiero un beso, nada más.

Felix desvío la mirada y negó. No dejaría que sus ganas fueran más grandes que su conciencia, aún quería mantenerse un poco firme, no lo se, el solo quería cerciorarse de que tan persistente podía ser Hyunjin al ser rechazado constantemente.

Probablemente en algún punto el mayor se aburriría, y así, no se ilusionaria tanto.

— Vamos, Minho no está presente. — Hyunjin tomó su mano con delicadeza, enviando olas de calor al cuerpo de Felix, como si este pudiera percibir sus ganas tan grandes de comérselo.

— Pero volverá. No quiero que mi hermano se termine enojando contigo, hyun.

Hyunjin arrugó sus cejas y negó, alejándose del menor.

— Sabes que Minho puede ser muy protector, y aunque soy un hijo de puta, el jamás se enojaria conmigo de verdad. — le respondió, tratando de persuadirlo, si, justo como Minho le había dicho — pero si se entera que te hice algo, supongo que si terminaría muerto.

Felix ignoro su broma, y cuando estuvo por responder, algo cayo cerca del rostro de Hyunjin, quien pudo atrapar en el aire la mochila del mayor antes de que esta se impactará en su rostro.

— Aléjate, Hwang — le reclamo Minho, arrebatandole la mochila que le había lanzado. — ¿trajiste tu auto?

Hyunjin asintió y se levanto de las gradas comenzando a caminar fuera de la cancha.

— Si, pero el asintió del copiloto le pertenece a mi novio.

Minho no entendió a que se refería y Felix tampoco, solo se sintió algo extraño al escuchar la palabra "novio" salir de los labios de Hyunjin. Tal vez se había conseguido a alguien para entretenerse esa tarde, pero cuando llegaron a el estacionamiento y Hyunjin abrió la puerta del copiloto, Minho casi dejó de respirar.

— Vamos, te toca ir a mi lado.

Y Felix se puso tan rojo de la vergüenza, cuando cayó en cuenta de que Hyunjin se refería a el.

ㅤ⊹ㅤㅤㅤ𝗡𝗼 𝗹𝗲 𝗱𝗶𝗴𝗮𝘀 𝗮 𝗠𝗶𝗻𝗵𝗼 ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora