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Hyunjin agradeció a cualquier deidad existente al haber salido de aquel lugar, pues no era de su agrado tener a su compañera Yeojin restregada a el.

Lo de ellos fue una sola vez, y ni siquiera duró tanto. Además, sólo fue para bajarle la calentura a Hyunjin y básicamente había pasado desde hace dos años, no entendía como esa chica podía seguir insistiendo tanto cuando claramente ya le había dicho sus condiciones.

Hyunjin no se tomaba sus relaciones en serio, bueno, casi ninguna relación pues realmente no era de intereses amorosos.

No con todos por supuesto.

En realidad, hasta ahora podía aceptar que había alguien que si le interesaba.

Y es que aunque fuera un patán, un idiota que podía traer la polla caliente todo el santo día, en realidad sabía diferenciar el amor del solo sexo.

Sabía cuando jugar con ellos y cuando no, pero, ¿como podría convencer a Minho de eso? Claramente su amigo le cortaría los huevos antes de escuchar sus explicaciones, porque ante los ojos de Minho, el no era una buena persona para su hermanito.

Pero podría intentar tanto como quisiera, siempre y cuando Minho no lo supiera.

Y es que, Felix no parecía negarse a el y sus acercamientos.

No era tonto ni ciego, sabía que el pequeño hermano de Minho también sentía algo por él, pero la lujuria de Hyunjin era tan notable en cuanto lo veía a la cara, por el simple hecho de que esa mirada que te daba te mostraba tan perfectamente la clase de chico que era.

Y bueno, no iba a negarlo, de verdad ansiaba follar con ese niño.

Pero él era la clase de persona que pensaba primero en donde meterla que en declarar sus sentimientos. Y bueno, Felix no era precisamente tan inocente.

También, estaba dispuesto a dar su brazo a torcer, porque vamos, Minho sería su hermano, pero al final de cuentas, el era quien decidía si hacerlo o no.

Incluso si eso significaba terminar con sus falsas ilusiones.

Por esa razón, cuando se encontraban por casualidad en los pasillos, y Hyunjin lo invito a ir al baño con el, ya ni siquiera pensó en poner resistencia.

El mayor había estado detrás de él desde hace poco menos de año y medio, y realmente él también ya se había hecho el difícil durante mucho tiempo.

Besarse con él a escondidas no le haría mal a nadie, ¿verdad?

— Espera.. — posó la palma de su manos sobre el pecho del mayor, aferrándose un poco a la tela de su playera mientras trataba de regular su respiración. — ¿y si alguien entra? Si Minho entra..

— Vamos pequeño, si entra no habrá nada mas que hacer, además, esta demasiado concentrado en otras cosas.

Persuadirlo era su profesión, Felix ya sabía esa técnica al derecho y al revés. Lo peor de todo es que había caído en su juego, concientemente había decidido dejarse caer en sus manos y probablemente iba a salir todo mal.

Pero ya había aceptado, y aunque supiera que estaba jugando con fuego, quería correr el riesgo de quemarse.

— Mínimo hay que entrar en el cubículo.. — murmuró apenado, por esta vez estar cediendo.

Hyunjin se sintió un poco extraño al escucharlo, bien, no era sorpresa pero si lo dejaba un poco anonado que aceptara tan rápido. Tal vez el pequeño hermano de su mejor amigo ya no quería fingir demencia.

Dios, si Minho se enteraba de esto definitivamente iba a terminar golpeado hasta morir.

Pero Felix valía cada maldito golpe, lo aseguraba.

Con una ligera sonrisa juguetona sobre su rostro, tomó la mano de Felix y lo llevó dentro de uno de los cubículos. El menor tenía la respiración agitada, estaba nervioso pues no esperaba encontrarse en esta situación.

Gracias al cielo los baños de su universidad siempre estaban limpios y con un ligero aroma a limón, así que no lo encontraba tan repulsivo.

Pego su espalda a unas de las paredes del baño y cerro sus ojos por inercia al sentir la respiración del mayor chocar contra su mejilla, tan caliente que incluso el estaba por calentarse. Sus manos se aferraron a los costados de los brazos de Hyunjin, temblando un poco en el momento que sintió como el rubio dejaba un beso en su mejilla.

Las grandes manos de su acompañante se posaron en su cintura, tomándolo con algo de fuerza pero nada brusco, lo cual hizo que gimiera bajito. Si había algo que le gustaba tanto de Hyunjin, eran sus jodidas manos.

Dedos largos y algo huesudos, grandes y perfectas para usarlas de collar.

La sola idea de sentir las manos de Hyunjin sobre su cuello mientras lo hacía gemir contra la cama y daba estocadas estando dentro de él, logró ponerlo caliente.

Un quejido salió de sus labios cuando el mayor mordió levemente sobre su cuello. Sus manos apretaron el agarre sobre sus brazos y se tenso, los labios de Hyunjin rozaron los suyos con ansiedad, y no sabía porqué razón el mayor no lo devoraba ahí mismo, ¿Por que diablos lo pensaba tanto?

— Hyun..

— Shh. — lo calló en cuanto escucho unos pasos en el baño, seguido de eso escucharon el sonido de alguien orinando.

Felix tuvo que quedarse casi quieto, principalmente por miedo.

La persona que estaba afuera se lavaba las manos y después de eso se fue. Felix sintió que al fin podía respirar, y cuando estuvo por decir algo más, sintió un beso sobre su frente, seguido de una suave caricia en su mejilla.

— Creo que ya debería volver, ya tarde lo suficiente.

Sus respiraciones se mezclaban gracias a que seguían demasiado pegados. Felix sintió una ligera decepción de esta situación, pero terminó aceptando que hoy no pasaría nada más.

Ni siquiera alcanzo a besarlo como tal.

— Sí.

Felix fue el primero en salir del baño, después de lavarse las manos y huir a su salón de clase. Hyunjin tardó un poco más en salir, el tratar de mentalizarse que no necesitaba masajearse la polla por las tremendas ganas que le habían quedado.

Cuando regreso a la sala, Minho lo miro extraño.

— Fui al baño, ¿en donde estabas?

Hyunjin le sonrío y respondió — Estaba con tu hermano.

— Idiota. — murmuró dejando caer un golpe en su brazo, Hyunjin se sobo la parte golpeada y río divertido, pues Minho no tenía idea de que lo decía de manera literal.

ㅤ⊹ㅤㅤㅤ𝗡𝗼 𝗹𝗲 𝗱𝗶𝗴𝗮𝘀 𝗮 𝗠𝗶𝗻𝗵𝗼 ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora