Capítulo 61: Una fecha y una reunión

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ÚLTIMA VEZ

"Ese enano le va a contar historias a todos", frunció el ceño Fleur, haciendo reír a Harry.

"Voy a firmar un contrato de matrimonio contigo, mañana. Encontrarnos en un beso acalorado no es nada, para ser honesto".

"Oh, no conoces a Gabby. Ella va a inventar historias sobre lo que estábamos haciendo. Pequeño mocoso".

"Bueno, tenemos cuarenta minutos... ¿Dónde estábamos?"

Fleur puso los ojos en blanco. "Mi estado de ánimo está arruinado por ella. Y necesito prepararme. Hasta luego, Harry". Dijo antes de caminar hacia la puerta.

"¿Sabes, Fleur? Acabo de notar que me gusta más tu acento francés. Harry parece claro viniendo de ti".

Fleur se volvió hacia él con una sonrisa antes de guiñarle un ojo y salir por la puerta, haciendo suspirar a Harry.

Sangrientas y molestas hermanitas.

Cap. 61 Una fecha y reunión

26 de diciembre de 1995

Francia

Harry se deslizó sobre su reloj, un costoso reloj Rolex con una banda plateada tipo Oyster con una esfera azul brillante salpicada de marcas doradas y agujas plateadas que marcaban, mostrando la hora precisa donde Harry iba. No solo era caro, sino que también estaba encantado con runas dibujadas en su espalda. Además, el reloj era nuevo. Un regalo de Amelia esa misma mañana, de hecho, cuando habían abierto sus regalos de Navidad juntos.

Y amaba el presente. Los relojes eran ciertamente como un placer culpable para él. Simplemente amaba los relojes, especialmente los encantados. Por supuesto, había otras cosas materiales que amaba, como palos de escoba, por ejemplo, pero ya tener la mejor escoba del mercado redujo la emoción de comprar una escoba nueva a casi nada. La noticia, si se creía en la Quincena de Quidditch, era que la marca de pernos, los creadores de firebolt, estaba haciendo un nuevo modelo de escoba que sería incluso mejor que el firebolt y se lanzaría en un año. Pero, nada había sido confirmado. Por ahora, la escoba más nueva en el mercado era la Nimbus 2005 y la Arrow Extreme, ambas inferiores a la firebolt.

Entonces, por ahora, Harry no tenía interés en las escobas a menos que decidiera encantar una él mismo y hacerla superior incluso al rayo de fuego.

'Ahora, esa es una idea. Creación de una escoba para el proyecto NEWT. Una escoba que es mejor que la mejor escoba del mercado. Con una patente, probablemente podría vender el diseño por un buen par de millones de galeones si es mejor que el rayo de fuego. Tal vez incluso más". Harry pensó para sí mismo mientras se ajustaba su esmoquin azul marino oscuro, asegurándose de que se veía lo mejor que podía.

Era algo que Salazar había martillado en él. La apariencia importa. Especialmente en eventos importantes y cuando se corteja a una dama. Tenía que verse lo mejor posible y vestirse de acuerdo con la ocasión, le importara o no. Y, para que conste, se preocupó por la ocasión de hoy, considerando que iba a tener una cita con su prometida, Fleur Delacour.

En lugar de la ocasión, Harry había reservado reservas para un crucero con cena, uno que sería a lo largo del Sena a bordo de un crucero, mientras disfrutaban de su comida y admiraban lugares frente al río como la Torre Eiffel, Notre Dame y el Louvre simultáneamente.

Harry se dio un gesto mental y volvió a revisar sus varitas antes de salir de la habitación, con su piel de dragón negro, botas formales haciendo clic en el suelo.

Mientras bajaba las escaleras, su atención se dirigió a Susan mientras ella silbaba de lobo, mirándolo. Él sonrió y bajó los últimos escalones, donde todo el grupo, excepto Fleur, estaban sentados, todos vestidos con ropa de abrigo y descansando en los sofás.

El ascenso del último PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora