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Minho le había agarrado la mano, Minho.le.habia.agarrado.la.mano.

Felix casi se descompone y casi entra en proceso de mitosis al sentir la grande mano envolver la suya, que era pequeñita. Siempre odió sus manos pequeñitas, y sus delitos cortitos y algo rechonchos. Pero ahora mismo, con el peso de la mano de Minho, la calidez de esta que calentaba su fría piel, la textura suave, la diferencia de tamaño que era bastante pero para él perfecta, ahora mismo se sentía tan bien, tan correcto, tan suyo.

Felix definitivamente no quería soltar su mano. Y con un asentimiento torpe y un balbuceo, se levantó y reafirmó su agarre contra la mano de Minho, evitando por todos los medios de que se resbalara de las suyas y colocando como excusa el guiarlo a la sala de empleados.

Al entrar a esta, dejó caer aquella pesada y perfecta mano con amargura para ir a colocarse su abrigo y colgar su bolso con sus pertenencias. Se quitó el mandil suavemente y en silencio, sintiendo a Minho detrás suyo contemplarle en la misma condición, guardo aquella bonita tela dentro de su bolso al igual que su teléfono y se colocó la ancha chaqueta de mezclilla. Cuando estaba por tomar su bolso, sintió aquellas manos asentarse en la curva de su cintura y caderas, temblando al sentir un apretón de parte de estas con algo que pudo notar como posesividad.

"¿M-Minho hyung?", preguntó en un susurro, el chico detrás suyo emitió una especie de gemido grave que erizó la piel de Felix.

Minho le giró con lentitud, Felix dejándose hacer como una masita de pan sin cocer y conectando sus ojos con los del castaño. La brecha entre ellos no sobrepasaba cinco milímetros al tocarse las puntas de sus narices. Y Felix prontamente se vió fundido y embelesado por aquellas maravillosas cuencas castañas que le miraba los labios. Felix le dió una pequeña caricia en la nariz a Minho, entrecerrando los ojos y posando sus manos en los hombros del otro para apretar la tela de su bomber jacket, él sentía ese momento tan íntimo, las manos de Minho tan calientes incluso por encima de su ropa que llegaba a quemarle satisfactoriamente. Minho tenía tanto poder sobre él que entraba en un estado se satisfacción, tensión y embriaguez al sostenerle de esa forma.

Entrecerró sus ojos perezosamente y arqueó la espalda al sentir los dedos de Minho cosquillear y serpentear por el centro de su espalda baja, erizándole la piel y soltando un pequeño suspiro tembloroso.

Escuchó a Minho balbucear algo que no se tomó el tiempo en procesar, antes de que esos pequeños besos esquimales llevarán paso a que los labios de Minho se aventuren a encontrarse con los de Felix.

Felix cerro los ojos, cruzando sus brazos por detrás de la cabeza de Minho y ladeando la suya propia, buscando un mayor contacto. Jadeo suavemente cuando sus labios se acoplaron con los del castaño con suavidad pero aún así, con hambre. Sus belfos chasquearon al separarse un segundo, antes de volver a besarse un poco más duro y fuerte que la primera vez. Los brazos de Minho descansaron en los huesos de la cadera de Felix, mientras lo acercaba a su cuerpo al máximo posible, con el mayor contacto de piel que se le permitiera.

El castaño delineo el belfo inferior del rubio con su lengua, logrando hacerse paso entre estos jugosos labios mordisqueados y chocar su lengua con la de un anonadado y derretido Felix. Cuando logro centrarse un poco -lo suficiente para no distraerse con aquella lengua recorriendo su boca como manjar-- enterró sus dedos entre las hebras castañas de Minho y empujó hacía si mismo y abajo, endureciendo el beso y desordenándolo completamente, inhaló por la nariz al notar que estaba de puntitas, comiéndose la boca de Minho con toda esa hambre que guardo desde la primera vez que lo vió hace tres semanas. 

Felix se estaba quedando sin aire en ese momento, Minho le agarraba firmemente y movía sus labios sobre los suyos de una forma tan brusca y deliciosa que no le dejaba descansar. Arrugó la frente y jadeó por última vez antes de separarse un poco para respirar, dándose cuenta de que Minho igualmente lo necesitaba.

Felix se sentía tan satisfecho y contento. Sentía una euforia recorrerle el cuerpo y no quería soltar a Minho en ese momento que era suyo.

Pero su rostro se desfiguró al darse cuenta.

Minju.

"Dios, yo... tú... nosotros", susurró,  separándose del agarre de Minho quien le miró extrañado, ladeando la cabeza, "Minju... tu-tu..."

Felix se mordió el labio y se pasó una mano por la frente, ¿Cómo mierda se le había ocurrido hacer algo así? Se sentía pésimo. Sin demora, sus ojos se llenaron de lágrimas y apartó la mirada hacia sus cosas. Las tomó con la mayor rapidez posible e intentó correr hacia la puerta de salida sin importarle que Minho se quedase allí y que el tuviese que cerrar.

"Espera, Felix", todos sus planes se fueron a la basura cuando Minho le detuvo cuando ni si quiera pudo alcanzar la manija. Le giró de un tirón, y Felix solamente bajó la cabeza y sujetó con más firmeza su bolso en su hombro, apretando los labios para no ponerse a llorar por la impotencia que sentía en ese momento. "Por favor no te vayas, solo dame... sola dame 5 días más, por favor. Solo te pido 5 días más", Minho le había tomado de las manos y su tono de súplica hizo que Felix levantará un poco la vista, encontrándose con lo anhelantes ojos de Minho mirarlo con una mueca.

"¿5 días para qué?¿para utilizarme?", Minho enseguida cambio su expresión a una de horror, negándo completamente y preparándose para hablar de nuevo, "¿O para dejar a Minju, tu novia?"

Minho suspiró y cerró sus ojos con fuerza, pasándose una mano por el rostro.

"No la llames mi - nada", se interrumpió, "Dios, esto es demasiado difícil de explicar", Minho se cubrió los ojos con una de sus manos y exhaló, pareciendo cansado, "Minju no... mi... ella no dios", Minho sacudió la cabeza y rodó los ojos, dándose por vencido, volvió a jalar a Felix más cerca de sí, acariciando su tersa mejilla, "Solo espérame 5 días más, y te explicaré todo, ¿si?"

"¿Explicarme qué?", Felix enarcó una ceja, comenzando a molestarse porque no entendía nada de lo que Minho decía.

Le besó.

Minho le acababa de besar, de nuevo.

Abrió sus ojos con sorpresa, el pequeño choque de labios le había cerrado la garganta y dejado en un pequeño shock.

"Por favor, solo 5 días", rogó Minho, susurrando en el pequeño espacio de tensión que nuevamente se había formado. Felix sentía la calmada respiración caliente de Minho, y el fuerte perfume masculino. Felix pronto se vió envuelto en el deseo de querer enterrar su rostro en el cuello de Minho, aspirar su aroma y mordisquear la tersa piel, esto a causa de su fetiche del perfume masculino.

Felix conectó miradas con Minho, viendo aquellos ojos honestos que le miraban. Y de unos segundos de pensárselo, finalmente se resignó y aceptó. Sin si quiera saber si es que Minho terminaría con Minju, si correspondería sus sentimientos -que aún se estaban desarrollando- o si lo rechazaría.

Felix no pudo seguir pensando con claridad al sentir el cálido calor corporal del gran cuerpo de Minho, quien lo apretaba delicadamente entre sus brazos contra su pecho y enterraba su nariz en sus cabellos rubios.

Sin duda, ese se podría convertir en el lugar favorito de Felix.

Sin duda, ese se podría convertir en el lugar favorito de Felix

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𝑭𝑶𝑹 𝑴𝑬? MinlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora