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Hyunjin había vuelto luego de dos días. Pero esta ocasión, en vez de marcharse luego de pedir, se sentó en la misma silla donde usualmente se sentaba Minho y comenzó una plática con halagos de por medio hacia Felix.

"¿De dónde sacas tanto piropo?", Felix rió escandalosamente al escuchar al pelinegro.

"Tus hermosos ojos hacen que mi mente cree las más maravillosas frases para deleitarte", Hyunjin sonrió, recibiendo un suave golpe en el hombro del rubio como si se conociesen de toda la vida.

"Dios mio, por favor para", Felix volvió a reír y se quitó una pequeña lagrimita de su ojo derecho antes de que rodará por su mejilla. Sabía que Hyunjin lanzaba aquellos comentarios más para molestarlo, pero en ve de hacerlo, soltaba carcajadas de las idioteces que salían de su boca.

Su vista instantáneamente se dirigió a las afueras de la cafetería al sentir la tan característica motocicleta de Minho. De esta bajó el nombrado y Minju. Enseguida, los ojos oscuros de Minho chocaron con los de Felix, enviándole una corriente eléctrica por toda su espina dorsal. Vio el pequeño abrazo que Minju le dió a Minho antes de desaparecer por un costado de la cafetería, Felix suponía que a la sala de empleados. Volvió a chocar miradas con Minho, quien ahora mismo tenía una mueca en el rostro y sacaba una mochila negra del compartimiento de su motocicleta.

"Hey", Felix miro a Hyunjin sobresaltándose, y los pequeños ojos del chico viajaron desde él hasta Minho, quien comenzaba a caminar hacia la entrada, y volvieron al rubio. El pelinegro enarcó una ceja, divertido. "Vale, creo que tengo que irme a la universidad" Hyunjin miró burlonamente a Felix, quien apretó los labios y miró hacia su costado, "Adiós lindo".

Felix ni siquiera pudo despedirse de Hyunjin antes de que se marchara luego de darse cuenta de lo que sea que haya pasado allí, chocando a medio camino hacia la puerta principal con Minho, quien le miró entrecerrando los ojos y con los dientes apretados con fuerza. Felix no pudo ver qué demonios hizo Hyunjin, pero el rostro de Minho ensombreció de una manera tan intimidante que Felix quiso esconderse detrás de la barra, lástima que no pudo hacerlo, ya que Minho le había visto y no apartaba la vista ningún milisegundo de él.

Cruzaron ojos nuevamente, y Felix tragó saliva al ver de reojo como se sentaba al frente suyo y dejaba su mochila en el respaldo de su asiento, sin separar sus orbes y apretando el mantel entre sus manos, de alguna manera se sintió bien tener la mirada de Minho sobre él, en sus ojos -que especialmente los había maquillado un poco más de lo usual-.

"Hola, Minho hyung, ¿qué sucede?", preguntó quedito, completamente de piedra y sintiéndose algo aliviado al ver esas grandes cuencas vacías y oscuras suavizarse un poco ante su pregunta.

Felix notó aquello, y marcó un pequeño punto para él y su voz.

"Nada en realidad, Minju ha estado un poco insistente y yo tengo un trabajo que terminar", Minho apartó bruscamente la mirada y dirigió sus manos a su mochila en un dos por tres al escuchar la puerta que llevaba a la cocina ser abierta.

Felix, como todo ser curioso, giró su torso y encaró a una Minju con un tic en el ojo que el rubio suponía que era de rabia, al ver a Minho sacar su computadora frente suyo. Felix se sintió intimidado, últimamente no se cruzaba mucho con Minju, pero se percataba de su actitud más hostil en vez de la amigable y risueña personalidad.

Vio a la rubia marcharse unos instantes después dentro de la cocina, y cuando volvió su cuerpo al frente, Minho miraba la puerta de la cocina con una ceja fruncida.

"Han pelado, ¿no?"

Minho hizo una mueca, tecleando algo en su computadora, "en realidad no tengo idea, no le tomo mucha importancia ", se encogió de hombros.

Felix se tragó el pequeño nudito de su garganta antes de decir: "deberías hablar con ella, se veía enojada y no me gustaría que ust-"

"Felix, cuando estoy contigo prefiero no hablar de Minju".

El estómago de Felix dió un vuelco inesperado, Minho mantenía la cabeza baja detrás de la pantalla, pero si se colocaba de puntitos sutilmente, podía notar que el castaño tenía los ojos cerrados y su labio inferior apresado por sus dientes.

Tierno.

Pensó, sintiendo sus mejillas algo calientes.

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𝑭𝑶𝑹 𝑴𝑬? MinlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora