Extra O3

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─Eres igual que tu padre─. Murmuró molesto el omega mayor mientras miraba a su hija, quien hacía unos pequeños ojos de cachorra herida mientras lo miraba sosteniendo la mano de su acompañante─. Debí darle esa patada a tu padre por haberte contando que no hicimos cortejo, Park Sunmi.

Luego de años de romance entre el alfa Park JiMin y el omega Jeon JungKook. Habían contraído matrimonio. Y aunque fue una parte importante en su historia, poco después Jeon había concebido un cachorro que les brindó una nueva etapa de alegría. Al nacer lo llamaron Sunmi. Creció y fue nombrada cómo una hermosa omega ante la sociedad gracias a su dulce olor a manzana. Pero ahora con 17 años, en el presente era regañada por su padre omega por su comportamiento "extraño" en cuánto amor se trataba.

JiMin no contradijo nada y se quedó en silencio como todo un buen perro regañado. Si abría la boca, su esposo le daría esa patada que le debía. JungKook se había enterado que su marido le había dado ánimos para que su cachorra consiguiera un alfa o beta, y que le había contado que no hicieron cortejo formal al principio, por la circunstancia de su relación.

─Papá, necesito una pareja y con el humor que me traigo por tus genes...─. JiMin le hizo señas a Sunmi para que no siguiera hablando así de JungKook, por detrás del omega, pero su hija lo ignoró siendo igual de testarudo que su esposo─. Necesito un alfa, bueno una alfa, ¿no es así, Byul-yi, mi alfa?

La pobre chica estaba con la cabeza gacha У moviendo su pie con nerviosismo. Estaba segura que Sunmi le había dicho que saldrían como amigas a comer un helado y pasear por el centro comercial porque tenía algo importante que decirle. No entiende como terminó siendo presentada a los padres de la omega como su alfa. Sunmi era una buena chica, la mejor y más interesante que conocía, pero tenía una forma de pensar algo diferente y esta situación se lo confirmaba. Fue entonces que solo afirmó con la cabeza, no la haría quedar mal jamás, y menos ante sus padres.

─Ves, ella me quiere. Seguro Papá JiMin hizo esto contigo, es muy efectivo y ahorra tiempo innecesario de cortejo─. Bueno más bien no es que no hayan hecho cortejo si no que estuvieron en un celo juntos sin siquiera conocerse, pero eso no lo debía saber su cachorra todavía y ahora menos viendo lo que podía llegar a hacer.

JungKook quiso pegarse en su cara en ese momento luego de ver a su hija besar la mejilla a la mayor de altura con mucha ternura, no es que fuera algo malo, pero la chica se miraba bastante nerviosa. ¿Pero qué había aprendido su hija? ¿Cómo podía decirle que esa no era la manera de tener una pareja, solo por que así lo quería ella? ¿Cómo podía explicarle a su cachorra que el cortejo es algo bastante necesario?

─JiMin dile algo a tu hija─. Suspiró cansado, acariciando su frente para calmar su molestia. El alfa le hizo una cara de perrito mojado con todo y puchero─. Ya puedes hablar, no te voy a golpear, amor─. JungKook rió inevitablemente por su tierno esposo y le dio un pequeño beso en los labios, sabía bien como comprarlo con solo la mirada, su cachorra también había aprendido bien.

Sunmi blanqueó sus ojos pensando que si ella estaba mal sus padres bipolares estaban peor. Pero en el fondo ella sabía que eran celos por tener lo que sus progenitores tenían. Ellos no solo se amaban, si no que también, eran una pareja destinada única en toda la historia por sus aromas. En todo Seúl eran conocidos por ello, y encima de todo su padre JiMin era exitoso con la empresa familiar, al igual que su padre JungKook lo era por ser un famoso escritor. Ella era la única que no calzaba en esa familia. Era una buena para nada, ni siquiera le interesaba estudiar y tampoco sacaba buenas notas sin demasiado esfuerzo, no tenía ningún talento. Lo único que pensaba en lo que tendría éxito es en conseguir una pareja, casarse y ser feliz por siempre.

Por ello quería adelantar las cosas y cumplir eso que tanto deseaba. Y ahí fue cuando conoció a Moon Byul-yi, una alfa perfecta que comenzó siendo su tutora en su grado. Moon era tan amable con ella, a pesar de que fuera una caza problemas en la escuela y una estudiante pésima, Byul-yi la ayudó con paciencia a mejorar gracias a su excelencia académica, la trató bien siempre y nunca la opacó por ser solo la inútil de la familia Park como muchos de los envidiosos en su colegio la llamaban por querer tener su vida, y aunque sabía que sus padres no la miraban como un estorbo y la amaban a pesar de todo, nunca evitaba que sus compañeros la hicieran sentir cómo basura cada día.

smell › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora