Kitty (Taegi)

Vida por Vida.

La presa domesticada pensara en su depredador como su amo.

El aroma de la comida llenaba la casa, siempre cautivaba cada fosa nasal que estuviera cerca, hacia aguar la boca de todos los empleados pero el único que tenia derecho de probarla era Taehyung. Llegaba siempre a la misma hora para sentarse a la mesa con su amado castaño que después de unos meses al fin lucia como un ser humano.

—Gatito.

—Prueba esto —le acerco la cuchara a la boca —¿Qué tal de sal? ¿Crees que deba poner un poco mas?

—Me parece que esta delicioso, pero prefiero probarlo de otra manera lo sabes.

Yoongi se chupaba los dedos al limpiar la cuchara, fue atraído al cuerpo del moreno que lo tomo del mentón para delinear sus labios primero con la punta de la lengua seguido de robarle un beso intenso, haciendo que el sonido húmedo se escuchara por la cocina, tenia mucho que no lo besaba así, mucho que no podía disfrutar de la cercanía del cuerpo del pálido.

Yoongi se había vuelto asustadizo, repudiaba el tacto, detestaba a Taehyung, la perseverancia del moreno fue lo que causo que Yoongi fuera cediendo, que supiera que el jamás lo dañaría, que siempre estuvo para él y que en verdad lo amaba de verdad.

—Tae —los labios hábiles de su pareja estaban succionando con delicadeza su cuello —debo apagar la comida, deja que le apague…

—Sera rápido.

Bajo los pantaloncillos y ropa interior del castaño, sin dejar de besarlo, cuando lo tuvo desnudo de la parte baja lo miro directamente a los ojos, metió dos dedos en la boca del menor para moverlos un poco empujando su lengua, produciendo más saliva con esta acción, ya teniéndolos suficientemente mojados los saco para llevarlos hacia su tierna entrada que abrió con habilidad, un gemido salió de manera lenta al sentir la invasión, pero su erección le decía a su pareja como disfrutaba de lo que hacía.

—Mi gatito esta emocionado.

—Tae.

Jadeaba el nombre, el moreno se bajó el cierre del pantalón para sacar su erección, levanto con facilidad al chico para clavarse en su entrada ya dilatada, aun se sentía tan apretado, su miembro era asfixiado con necesidad en el interior del pálido, este podía sentir las palpitaciones y la forma de sus venas hinchadas.

—Siempre tan apretado para mi.

Taehyung lamia su cuello sin dejar de moverlo de arriba abajo sobre su miembro, Yoongi sintió el golpeteo en su próstata tan constante que se vació sobre el costoso traje del moreno. Al mismo tiempo Taehyung se vació dentro del menor.

—Lo..lo.siento.

Lo bajo  y le empezó a besar el rostro de manera tierna.

—¿Por qué te estas disculpando amor?

—Te ensucie.

Le pellizco los labios y sonrió.

—¿Ensuciarme? —tomo un poco de los restos del orgasmo y lamio sus dedos —Si después de tu comida no hay nada mas dulce que tus lindos orgasmos.

—Basta —tomo un trapo y comenzó a limpiarlo —no hagas eso que me da pena, iré a limpiarme para ponernos a comer.

La cena fue algo común ya en la pareja, Yoongi platicaba de las clases en línea que ahora tomaba, mientras Taehyung ponía mucha atención, admiraba al chico como desde el primer día que se enamoro de él.

Después de casi un año Yoongi volvía a ser él. Al fin dormía plácidamente a su lado, esa noche se cerraría ese feo episodio en la vida de su amado.

—Deberías de estar feliz Jk.

Taehyung afilaba una navaja de manera lenta, mientras la figura de un deteriorado Jungkook estaba al fondo de la habitación.

Sus manos estaban atadas sobre su cabeza, no tenia ambos ojos, sus genitales han sido removido de manera brusca, su cuerpo desnudo tenia heridas supurantes por doquier.

—Al fin serás libre, no te voy a mentir mantenerte vivo todo este tiempo fue algo arriesgado, algunas ocasiones creí que morirías  antes de que yo lo decidiera —se acerco con la navaja en la mano —aun con fiebre y esas feas heridas tu resistencia es admirable me has dado oportunidad de acerté pagar todo el dolor que le causaste a mi pequeño —suspiro —pero Yoongi por fin esta bien, de nuevo recuerda que me ama, ya no tiene esas feas pesadillas y me ha dejado volver a tocarle y besarlo —empezó a encajar la navaja entre las costillas una y otra vez — ya puedes irte al infierno asqueroso mal nacido.

No hubo un grito solo el sonido de su garganta llenándose de sangre, llevándose lo que le quedaba de vida.  Terminada la tarea regresa a dormir de manera tranquila al lado de su gatito.