Nota y prólogo.

138 0 0
                                    

Esta es una historia corta, autoconclusiva, muchas gracias por leerla.

Prólogo

«Poco se ha oído hablar de ese lugar, un lugar donde todo se puede, un lugar mágico y de poco acceso, un lugar que es lo que siempre has soñado. Podría decirse que se considera una leyenda, un mito o algo que sería incapaz de existir. Se rumorea que la gente que regresa de ese lugar, no son los que alguna vez se llegaron a ir. Las personas que aún creen sobre la existencia de ese lugar pueden llegar a ser niños, o personas que conocieron a alguien que fue, pero es un hecho que aún no se sabe si es real o no. »
- Qué tontería - dijo Pedro.
Pedro se encontraba sentado en el comedor leyendo un libro que le había recomendado su primo, a él le encantaba la lectura, pero Pedro no era muy fanático de ella, él prefería ver una adaptación en televisión o cine, en cuyo caso de que existiese una. Cerró el libro, agarró la taza con café que estaba sobre la mesa y le dio un sorbo, esa era su taza favorita, tenía una foto de él y su madre. Ya tenía una grieta, aún no goteaba, pero si seguía usándola así, no le quedaría mucho tiempo de uso.
Contempló el libro cerrado, "Un lugar especial" leyó el título del libro en su mente, "No suena llamativo, parece más un libro romántico que lo que dijo Alex" pensó mientras sostenía el libro cerrado en sus manos. Pedro levantó la mirada del libro y checó la hora en el reloj que colgaba en la pared frente a él, marcaba las 19:37. Pedro se levanta, coloca el libro sobre la mesa, agarra su taza y le da un último sorbo para llevarla a lavar. Sube a su cuarto, tan limpio como desordenado, se sentó sobre la cama y se quedó pensando en lo que quería hacer sin poder pensar en algo, miró a su alrededor sintiéndose tan solo, siempre se siente así cuando está en casa. Para dejar de pensar en eso prendió la televisión, puso un canal donde mira una serie, pero aún era muy temprano, su programa empezaba hasta las 21:00 horas, y recién iban a ser las 20. Dejó la televisión encendida, puso un temporizador de 180 minutos y se acomodó en su cama. Al cabo de unos minutos se quedó dormido.

Un Lugar SeguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora