VI.

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Minho se había quedado un rato hablando con Jisung y explicándole calmadamente en lo que podían ayudarle, el castaño por su parte lo miraba fijamente y cuando sintió seguridad asintió con la cabeza indicándole que estaba dispuesto a conocer al resto.

Minho los había presentado y todos habían respondido de forma muy amable, durante el tiempo que estuvieron en el cuarto Félix había aprovechado para hacer unas galletas que calmaran la conmoción, Jeongin los recibió con una sonrisa de oreja a oreja y Seungmin, aunque tomó más su distancia, siempre mostró amabilidad.

- Quería saber, si esta condición puede ser algo médico.- preguntó Minho sentado al lado de Jisung y con el resto de su familia del lado contrario de la mesa. - Él podía hablar a la perfección, yo mismo lo he escuchado.

Los ojos de Jisung inspeccionaron con cuidado a todos los presentes, aunque mostraran un lado noble, seguían siendo extraños, no podía confiar tan fácil, menos con alguien a su cuidado.

-Por supuesto que es médico.- Seungmin suspiró.- Más bien, es algo psicológico.- Rascó su nuca buscando las palabras.- Es una respuesta a trauma, creo que... mm haz pasado por algo fuerte ¿No?

Jisung estaba sorprendido, no sabía que eso podía pasar.

Minho por su parte observó con cuidado la reacción del castaño, analizando cada expresión de este y vio como el rostro del hombre a su lado pasó de confusión a angustia, parecía estar recordando y no unas muy buenas experiencias.

La pierna de Jisung comenzó a subir y bajar a gran velocidad, lo hacía por debajo de la mesa, así que los demás no parecían percatarse de ello, pero Minho lo vió y se tomó el atrevimiento de poner una mano en su rodilla para calmarlo a la par que mencionó.- No tienes que recordarlo todo en este momento, Seungmin pregunta porque puede ser la razón de que no puedas hablar.

La pierna de Jisung dejó de moverse y Minho alejó su mano.

-Así es, probablemente sea una respuesta de tu cuerpo en un intento de protegerte.- Concluyó el aspirante a doctor.

-¿Qué podemos hacer?.- Preguntó Minho al instante.- ¿Qué puedo hacer?

-Realmente no estoy seguro... Creo que tiene que desenvolverse más y empezar a afrontar todo lo que trae dentro, esas situaciones que lo han marcado al grado de que su mismo cuerpo cree que debe protegerlo de sus recuerdos.

-Ah, nada más.- Se burló jeongin callando al instante que sintió la mirada del mayor sobre él.

-Escucha Jisung, no podemos vivir en la incertidumbre, necesitamos respuestas también nosotros, a penas y conocemos tu nombre.- Lo miró firme.- Pero, soy consiente de que quién te ha ofrecido quedarte soy yo, así que asumiré la responsabilidad.- suspiró.- No voy a obligarte a afrontarlo todo de una vez, nadie debe hacerte eso, pero en algún punto tendremos que llegar a ello... Lo que te ofrezco es ir caminando poco a poco, pero ir avanzando... ¿Les parece eso?

El castaño había entendido que la pregunta en plural era porque no iba dirigida únicamente a él, sino a quien llevaba en brazos también. Aún indeciso acercó el pequeño bulto a su pecho y mientras buscaba una respuesta a su incertidumbre, el pequeño sacó una mano de la manta lentamente mientras intentaba alcanzar el rostro del mayor, así que tomó eso como respuesta.

Comenzó a buscar con la mirada algo en la mesa y creyó que nadie entendería lo que buscaba, jaló una servilleta mientras todos estaban atento a lo que hacía, lo miraban atentamente y cuando sus ojos conectaron con los del pelinegro pareció como si pudiera leerle el pensamiento.

-¡Oh! ¡Oh ya!.- Minho también comenzó a buscar algo en la mesa, todos los demás los miraban confundidos.

Finalmente, Minho tomó la bandeja de galletas glaseadas y recién horneadas que había cocinado Félix y retiro las galletas a gran velocidad, dejando sólo la bandeja espolvoreada.

-Oye hay formas de decir que un postre no te gusto, no hay necesidad de lanzarlo.- Apuntó Seungmin.

Minho lo ignoró por completo y acercó la bandeja a Jisung, quién hizo una mueca, fue lo más parecido a una sonrisa que se le había visto desde que se conocieron.

Jisung se inclinó y dibujando sobre el polvo de las galletas escribió "Han" e inmediatamente volteó a ver a Minho.

-Han...- Leyó en voz alta.- ¿Han Jisung?

El castaño pensó que sonaba muy bien con la voz del pelinegro y asintió con fuerza.

-¡Han Jisung!.- Lo repitió más eufórico.- Bien, es un placer cruzar caminos Han.

-¡Un placer Han! Lamento confundirte con un ladrón.- añadió Jeongin, Han negó avergonzado.

-¿Quién es el pequeño señor, entonces?- preguntó Minho.

Y Jisung lo pensó, se resistía a exponerlo, pero entendía que sí estaban abriendo las puertas de su hogar, también debía ser recíproco. Lentamente y dudado acercó su dedo a la bandeja de nuevo y entonces escribió "Ahn".

-Ahn...- Susurró Minho.- Ahn.- Repitió con una leve sonrisa.- ¿Es un varón?- Jisung asintió.

Y entonces Minho se levantó de su lugar y fue a dónde Jisung, agachándose a la altura del pequeño bulto se dispuso a decir.- Es un gusto pequeño Ahn, mi nombre es Minho y estaré aquí para lo que necesites.

Jisung lo miraba perplejo ¿Estaba presentándose a un bebé? Pero si ya le había dicho su nombre a él.

-Te acompañaré en lo que pueda para que seas un buen hombre, hasta donde pueda.- Minho hablaba con dulzura y sus palabras iban dirigidas completamente al pequeño, quién asomó sus ojos por una apertura de la manta y los fijó en Minho.

Los presentes se encontraban en silencio, mientras Jisung estaba confundido por el actuar de Minho, el resto comprendía que cada una de las palabras del mayor estaban empapadas en una profunda honestidad, no exageraba ni un poco.

-Ahora sé tu nombre y tu sabes el mío.- Las palabras ahora iban dirigidas a Jisung y él lo sabía.- Ya somos parte de nuestras historias.

Los segundos que se miraron parecieron ser atemporales, pues en un parpadear se escabulleron anhelos y suspiros, miedos y deseos que parecían colgar de cada pestaña, en un sólo segundo, en un sólo parpadeó parecieron firmar un contrato inmaterial e interno que decía "Acepto, estoy dentro".

Susurros al viento [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora