Las cosas pasan

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Contenido explícito, talk dirty, degradation kink, sexo en lugares públicos.

Enzo top, Julián bottom.

Capítulo medio largo, 11977 palabras.


—¿¡QUÉ MIERDA HACÉS EN MI CAMA, PELOTUDO?!

Si había maneras malas de despertar, una de ellas era a los gritos. Y si el que te gritaba era Emiliano, agarrate catalina porque te ibas con más de una patada en el orto.

—¡RAJÁ! YA SE FUE TODO EL MUNDO MENOS VOS Y ME QUIERO IR A DORMIR.

—Uh wacho… —Álvarez se puso una almohada en la cabeza para tapar la luz que se colaba por la ventana. Todavía no había recuperado ni la mitad de la consciencia y ya lo estaban volviendo loco—. Dejame reaccionar aunque sea. Un rato más, dale, dejame dormir.

—Te voy a pegar tal patada en el tuje que todos tus parientes lo van a sentir, ¡dale, rajá!

Julián tenía una resaca de la puta madre. Se prometió nunca volver a tomar, aunque siempre decía lo mismo y terminaba cada vez peor. La próxima vez seguro terminaba en una zanja.

Fue a la escuela como pudo, encima que se atrevió a tomar entre semana. Nunca odió tanto ser del turno de la mañana.

Dibu lo había echado a eso de las cinco de la mañana. E ir a su casa a dormir un ratito más no estaba en discusión. Su madre lo iba a matar si lo veía llegar a esas horas y en un estado tan deplorable.

Suspiró. Al menos Paulo no lo estaba acompañando. Le tenía aprecio a la joya, pero se ponía insoportable cuando estaban ellos dos solos. Lo besaba y lo tocaba, lo agarraba de la cintura. Todo muy empalagoso para ser solo una relación casual.

A veces odiaba mucho que Dybala fuera el único puto (aparte de él) del secundario. Le gustaría estar con otros chabones, y si tenía suerte estar con uno que se pareciera a Enzo.

Julián se mordió el labio. Ayer estaba borrachísimo pero se acordaba de la discusión y el forcejeo. También se acordaba del pete.

En ese momento pensó que era una buena idea. Se había creído el tipo más suertudo del mundo. Al parecer la costumbre de tomar malas decisiones estando borracho seguía presente.

Al menos Enzo iba a borrar el video y el asunto se olvidaría por completo, ¿no?

...

Enzo llegaba tarde, de nuevo. Se había quedado dormido cuando se acostó en su cómoda cama, con vaqueros y zapatillas. Y con el recuerdo muy vívido de lo que sucedió en la casa de Martínez.

Enzo pensó que se iba arrepentir cuando se despertara, pero no. El remordimiento no lo atacó en ningún momento de la mañana, al contrario, más de una vez se había puesto a ver las fotos de Julián haciéndole un pete.

La cara de puta de Álvarez fue imposible de olvidar. La forma en la que, aún con semejante poronga en la boca, gemía y jadeaba. La saliva y algunas gotas de semen en su cara colorada lo perseguía.

Y por culpa de eso estaba llegando tarde. Se había despertado con una erección que le dolía como la concha de la lora.

Todo culpa de Julián. Lo odiaba, a él y a su ridículamente gran habilidad para hacer petes.

Cuando lo vio ahí, sentado tan cerquita de Dybala, actuando como si no le hubiese dado el pete de su vida, sintió bronca.

La normalidad de Álvarez lo hacía sospechar; ¿a más de uno de sus compañeros le habrá hecho una paja o un pete?

Secreto | Enzo & JuliánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora