Taste. - One Shot Bj Alex And You. BL/Gay

O4

Oh chanwoo.

Versátil: ambos son top/bottom

Chanwoo, emperador de la era Edo en Japón occidental. Era el casi príncipe al mando luego de su padre, quien murió recientemente y le volvió el emperador del país, los segundos al mando son el ministro, le siguen los guardias y de último en la jerarquía los plebeyos y campesinos. Dónde entras tú,
Tu nombre será Yoonmin. Hombre alto, un poco más que chanwoo, color de ojos naranja, como un tigre, cabello largo hasta la espalda y de color blanco. Piel ligeramente morena. Vives en el área de los sirvientes, como el hijo de una mujer de compañía, musa del emperador.

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Oh chanwoo.

Heredero al imperio occidental luego de la trágica muerte de su padre, siendo cazado por los enemigos del imperio chino a quienes cortaron sus cabezas luego de encontrarlos en el área del crimen cometido. Se aplicaron diferentes castigos de tortura antes de ejecutarlos en diferentes áreas públicas, mandando las cabezas a sus familias y al emperador del país a modo de advertencia. Hasta ahora Japón era el imperio mas estable, grande, honrado y rico en recursos naturales, los cuales eran bien cosechados.

Hasta ahora.

Después de la muerte del emperador Oh kyungsoo, oh chanwoo es el siguiente al mando, un hombre de apenas 27 años quién todo el mundo tachaba como rebelde, sin corazón e inhumano, un animal al que no le importaba afilar su espada en el cuello de los plebeyos que veia inútiles, la población se habia reducido un dos porciento luego de que tomó el mando, si alguien no lo detenia pronto iba a ser muy tarde.

Kang Yoonmin, hijo de sangre noble sin saberlo, producto de una aventura de su madre y el emperador, esta siendo violada por el hombre y desterrada luego de que se descubrió que estaba embarazada. Desde entonces la mujer se metía bajo los pantalones de los hombres y los complacía por algunas monedas de plata que les servían para mantenerse vivos, hasta que en una de esas tantas noches su madre decidió colgarse y dejar a su unica descendencia solitaria, haciendo que el hombre tomara sus costumbres como ejemplos. Al cumplir los veinte años empezó a frecuentar prostíbulos llenos de geishas dispuestas a contratarlo si hacía un buen trabajo con emperadores de otros reinos que venían de visitas y con mujeres campesinas que buscaban un alivio de la tensión. Pronto su trabajo nuevo de geisha masculina fue recorriendo las bocas de cada plebeyo y noble que lo veía hacer su trabajo, decían que era increíblemente bueno en la cama y que no le importaba estar arriba o abajo, siempre lo tomaría. Casi como un vagabundo pisando migajas y recogiendolas como único alimento.

El rumor y los chismes llegaron a oídos de chanwoo, quién escuchaba a medio pueblo hablar del hombre, lo cual lo hacía popular entre hombres y mujeres. Decidió darle una visita para comprobar si era cierto. Salió en su caballo y sus ropas nobles rumbo al pueblo, terminando frente a un lugar conglomerado de nobles que hacían fila para ver a Yoonmin, así se llamaba el perro que se metía bajo las piernas de cualquier cuerpo caliente y que considerará atractivo. Chanwoo se hizo paso hasta llegar al inicio de la fila, viendo a un hombre totalmente de su tipo, ese cabello le encantaba, sus facciones delicadas pero severas le atraían y su cuerpo estaba de muerte, tenía todo lo que le gustaba y lo queria solo para el.

Cayó la noche y chanwoo regresó al palacio, sonriendo al pedirle a sus subordinados que le trajeran al hombre que había captado su atención. Al escuchar quejidos a lo lejos y una puerta abriéndose, vertió soju y galletas de flor en un sencillo plato. —su majestad.— habló con un tono ronco mientras entraba sin permiso, Yoonmin era maleducado de naturaleza y a chanwoo no le molestaría corregirlo de vez en cuando, estaba ideando cosas muy poco éticas en su mente con el hombre frente a él —yoonmin, el perro del pueblo— chanwoo murmuró antes de verlo, esos ojos rosados hipnóticos viendo al hombre frente a él con una sonrisa descarada —quiero que seas mi musa personal, te ofrecere trabajo, comida y un techo para tu comodidad— dijo, no iba a aceptar un no como respuesta, el siempre conseguia lo que quería. Aunque no iba a servir ninguna amenaza pues el perro simplemente asintió —acepto— sonó urgido, como si lo necesitara fuertemente, realmente trabajar de puta no le daba más que unas cuantas monedas, solo recibía halagos y sentía que se iba a quedar seco, se corría al menos diez veces al día, o hasta más.
—empiezas mañana, mi guardia te va a dar algo de ropa, acomodate en el espacio de al lado, que tengas buena noche— dijo rápidamente chanwoo, levantándose y echando al moreno de su habitación, pues debía de estar cansado y él realmente tenía tantas cosas por hacer al siguiente día. Quería tener a su perro en la palma de su mano y destruirlo de cada forma posible, incluso si el mismo se destruía en el proceso.

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