Parte 1

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1.998 Reino Unido
Aquel edificio parecía irreal, a simple viste parecía estrecho, pero al ingresar la opulencia no podía ser ignorada, como tampoco se podía ignorar a las criaturas que estaban contando brillantes monedas de oro. Trató de no parecer nervioso o ansioso, su fuerte agarre a su bolso en donde tenía algunas armas lo delataba. Esto sería como cualquier otro trabajo para el que había sido contratado y esperaba no tener mayores problemas. El sujeto que había iniciado contacto con él había desaparecido después de señalar el lugar y darle algunas indicaciones, recordando lo hablado y especificado, se acercó hacia una de las extrañas criaturas.
—Hola, me dijeron que preguntara por Griphook —La criatura parecía molesta por ser interrumpida.
Clint se puso en guardia en forma imperceptible, pensando que podría ser atacado. Sus sentidos le gritaban que se fuera sin mirar hacia atrás. La paga era demasiado buena para ser cierta y un simple asesinato de alguien que se había vuelto problemático para otro que simplemente no podía permitirse jugar bien y su única lógica era contratar a un asesino para que hiciera desaparecer sus problemas.
—Sígueme —Clint solo pudo seguir a la criatura, esperando que no sea una trampa.
Lo vio llamar a una puerta, entrar y volver a salir para indicarle que ingrese.
—Lo estábamos esperando, Sr. Barton —La criatura era igual a las otras que estaban contando el oro, solo que este poseía un elegante despacho.
—¿Griphook? —lo vio asentir.
Clint vio una figura al lado de aquella extraña criatura, era de contextura pequeña, delgada y completamente cubierta por una clase de capa con capucha. Vio como dejaba caer la capucha para ver el rostro de una joven mujer de cabello oscuro sujeto a un moño desordenado. Simplemente no entendía lo que estaba haciendo allí, ¿la joven quería contratarlo o era la criatura?
—¿A quién tengo que matar? —preguntó, todo estaba demasiado tenso.
Se sentía estúpido al ver la mirada de Griphook, quien parecía pensar que Clint era un verdadero tonto o algo peor. Un poco después de decir aquello, escuchó la risa de la joven mujer quien tenía una mano sobre su estómago riendo sin poder controlarse mucho.
—Sr. Barton le presento a Lady Lillian Potter Black —ella se acercó a él tendiéndole la mano.
Él la saludo, su vista fija en ella, tenía unos bonitos ojos verdes y no temía mantenerle la mirada.
—La persona quien quiere contratarlo...
"Aquí vamos" pensó Clint, solo esperando su próximo trabajo.


Continuara.

Notes:

Gracias Por leer.

Lillium: Cita clandestinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora