¿acoso?

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Era bueno estar de nuevo en casa, o cerca de ella. Sus pensamientos iban directamente a lo que había descubierto hace unas horas. Nunca esperó que Clint fuera del tipo de hombre que algún momento se podría comprometer con otra persona en una relación como la que tenía con Lillian Barton.

Quizás no era tan absurdo creer que Barton fue y se comprometió a alguien incluso antes de conocerse. Se sentía derrotado, derrotado en una batalla que no sabía que estaba peleando y la cual había perdido antes de enlistarse para ello. se sentía ridículo.

Se sentía ridículo intentando encontrar una razón por la que Barton había hecho aquello. Ridículo al intentar encontrar algo malo en la mujer, algo malo en Lillian Barton, en su mente tenía una molesta voz que le decía que no encontraría nada por lo cual podría hacer que Clint se aleje de ella.

Realmente no debería pensar en ello, debía concentrarse en algo más.

Saber del matrimonio entre Clint y Lillian no lo había desanimado tanto como lo había pensado inicialmente, lo que le hacía sentir aún más ridículo de lo que podría soportar en otra situación.

No quería ser infantil e intentar evitar a Barton en su lugar de trabajo. Quería hacerlo, pero él no había hecho nada malo. Si Phil decidía ser infantil, Fury se daría cuenta de inmediato.

Clint seguía yendo a sus misiones, algunas con Phil y Natasha, algunas en solitario o con algún otro agente. Coulson sentía cada vez más curiosidad, podía ver a Clint con el teléfono pegado a su oído cada vez que regresaba de una asignación, y él lo había visto desde un monitor de las cámaras o en persona. De cualquier forma, dolía igual.

Había hecho su investigación, sabia algunas cosas y quería seguir investigando. Sabía que una tal Lillian Barton tenía un departamento en Atlanta, Georgia. Lugar que no frecuentaba muy seguido, algunas veces se quedaba en el lugar, pero por lo que había podido averiguar, dicho apartamento estaba cerca del parque Piedmont, en Midtown. Su lugar de residencia parecía ser Decatur, Georgia. Donde tenía una casa que era su residencia, al parecer, permanente.

Pudo reunir algunas fotos de la mujer por algunas cámaras de seguridad. Clint debía ir a una misión en solitario y Phil había terminado con todo su papeleo pendiente y no tenía absolutamente nada en su agenda inmediata, hizo algo impulsivamente, tomó unos días libres para desconcierto de Fury y todos en Shield.

Debía ser un jodido acosador o algo por el estilo, se encontraba de camino a Atlanta. Se reprendió mentalmente por ceder a sus impulsos y simplemente hacer sus maletas y marcharse sin tener un plan de antemano, este no era él. Quizás debió esperar a que Clint los invitara a conocer a su esposa, después de todo, ellos ya sabían de ella. Creía que Barton lo haría, no sabía cuándo, pero era algo que él haría. No habría dejado escapar que ella era su esposa de otro modo.

Tener la dirección de ella fue demasiado fácil, vio como salía del edificio de apartamentos, caminando de forma tranquila y sin llamar la atención, miraba tiendas al pasar haciendo algunos gestos divertidos al ver alguna pendas sugerentes y algunas que no dejaban nada a la imaginación. Observó la hora en su reloj y se apresuró, parecía que iba a algún lugar.

Phil había renunciado a seguirla en el coche que había alquilado, ella caminaba demasiado de prisa para ser tan pequeña. Cuando dobló en la siguiente esquina, temiendo perderla en la multitud, se apresuró, un error de novato por lo que se recriminaría más tarde. La vio observando una vidriera con zapatos de mujer y casi había chocado con ella, se sentía tan ridículo y ella ni siquiera le había dedicado una mirada. Al menos pudo salvar algo de su orgullo. La mujer camino hacia un bar, fue directamente a la barra y pidió una bebida. Phil solo pudo observarla desde lejos, ¿estaba buscando a alguien en el bar? No, no podía creerlo, ¿sabría Clint que ella hacia trampa cuando él no estaba en casa? Sintió su sangre hervir de rabia, esto no podía ser posible.

Decidió entrar en el bar para ver que sucedía cuando vio que un tipo se acercaba a la mujer. El sujeto tenía esa actitud "chula" desagradable de un tipo simplón que se creía demasiado pero no valía ni una primera mirada. Parecía que le dijo algo a Lillian, ella lo observó con una mueca de desagrado:

—No interesada —Aseguró.

—¿Oh, vamos! No puedes venir aquí sin buscar algo, nena.

—Poco y nada me importa lo que creas de mí. Ahora, déjame tranquila y vete —su tono era tan autoritario que era difícil de pensar que una mujer tan pequeña lo utilizaría y al parecer el tipo pensó lo mismo.

—La pasaremos bien, tu y yo...

—Al parecer, no estoy siendo clara. Te lo digo una vez más y con más fuerza para que comiences a comprender: vete a la mierda.

El sujeto parecía no querer aceptar un no por respuestas y se veía notablemente molesto. Parecía no aceptar bien el rechazo, una pequeña voz burlona se rio de él mismo en su mente, aquel sujeto no era el único y Phil se negaba en caer en la misma categoría que ese energúmeno. Cuando era seguro que habría problemas, se acercó sin darse cuenta:

—La señorita dijo claramente que no está interesada —su voz no aceptaba replicas.

El sujeto, de mala gana, se alejó levantando sus manos en una muestra de su supuesta rendición.

—Gracias por eso —la escuchó decir.

—No tiene que agradecer, solo estaba haciendo lo que creí correcto.

—Y por eso te lo agradezco. No muchos harían lo que hiciste. Por cierto, soy Lillian —le tendió la mano que él acepto.

—Phil—dijo, su mano era tan suave y pequeña...

—Es un gusto conocerte y poner un nombre al rostro de mi salvador —dijo de forma jovial.

Phil solo pudo sonreír acercándose a la barra y pedir una cerveza que era lo mismo que ella estaba bebiendo.

—Estaba de paso por la ciudad. La insistencia de aquel hombre me molesto bastante. Solo actué —Phil no esperaba ser tan sincero con ella, la vio sonreir.

—Estaba a punto de darle una buena paliza —aseguró la mujer, Phil se rio divertido mientras veía a la mujer levantar una de sus perfectas cejas.

—Te creo —le aseguró.

Ella bebió de su botella y tatareo ante el sabor, al parecer sin decidir si le gustaba o no. Quedaron en un cómodo silencio, sin mucho mas que decir.

—¿Suele pasarte esto muy seguido? —Se golpeó mentalmente, genial, ella pensaría que era estúpido o algo peor.

—¿Qué? —La vio sonreír mientras lo miraba —¿Qué un caballero me salve de un tipo malo?

—Creo que olvidé mi brillante armadura —Ella se rio de su mala frase, oh por Dios, ¿qué diablos le sucedía? ¿Estaba coqueteando con esta mujer?

—No hace falta una brillante armadura para que te veas bien, Phil —ella le aseguró, mientras dirigía su mirada hacia la puerta que se abría y la vio sonreír. Coulson dirigió su miraba hacia el mismo lugar, era una mujer que había llegado.

Phil había quedado momentáneamente en blanco por lo que dijo ella...

—Fue un gusto conocerte, Phil. Mi amiga ha llegado —Dijo medio en disculpa, la vio alejarse hacia la otra chica y dirigirse a una mesa del fondo que se encontraba vacía.

Las vio hablar, intercambiar palabras y revisar una pila de papeles que Lillian Barton tenía en su bolso. Su intercambio parecía amigable y por momento, serio. La escuchó quejarse de los malos lugares que su amiga escogía para encontrarse y de los sujetos que no aceptaban un no a la primera. Lillian miró mal a la mujer cuando comentó que la vio muy tranquila con Phil.

—Es lindo —aseguró la mujer desconocida.

—Lindo es mi trasero —Le aseguró en broma Lillian, haciendo que la mujer escupiera la bebida —Diría que se ve rudo y caliente.

Phil se quedó sin palabras, solo observándolas desde la distancia. ¿Rudo y caliente?


Lillium: Cita clandestinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora