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Nuestros días felices, amaneciendo juntos donde al despertar puedo ver tu rostro relajado sin el ceño fruncido y ver los leves pucheros que te hacen ver tierno, también donde sucede mi momento favorito es cuando abres lentamente tus párpados y dejas ver tus hermosos ojos y lo primero que ellos ven es a mi y me regalas una hermosa sonrisa, amo esa parte de cada mañana;

- Buenos días, Kei. - hablaste débilmente,  lo entendía acabas de despertar.

- Buenos días, Tobio.- respondí alzando mi mano para acariciar tu mejilla.

Y en respuesta a ello me regalaste una sonrisa aún más hermosa, a la ves te acercaste y me diste un beso suave.

- Quien diría que ambos acabaríamos juntos. - dije en vos alta y escuche una leve sonrisa que me derritió aún más el corazón.

- Todo el equipo lo sabía, sin embargo no nos hubiésemos dado cuenta sin la ayuda de ellos. - respondiste- aunque ahora que lo pienso siempre llamaste mi atención.

- ¿Tan cautivador era ya?.- respondí en broma. -  creo que yo lo sabía, pero no dejaba de preguntarme si era lo correcto, aún así decidí arriesgarme y venos aquí siendo una pareja con 2 años de casados.

Al finalizar mis palabras vi un pequeño sonrojo en tus mejillas, sonreí con ternura al verte así;

-S.Si bueno, será mejor levantarnos o llegaremos tarde a trabajar. - hablaste apenado a lo que yo reí

-Aún es muy temprano, no quieres hacer otra cosa antes de levantarnos. - mencioné con un todo seductor mientras me acercaba a tus labios y daba un beso suave.

- Es una propuesta interesante, pero me gustaría más si fuera mientras tomamos una ducha.- hablaste siguiéndole el juego y me dabas otro beso.

-Entonces... no perdamos... tiempo.- hable entre besos, mientras dirigía mi brazo a tu cintura para acercarte a mi.

En respuesta a ello, tu pierna fue subiendo a la altura de mi cadera para que yo pudiera girar y poder estar encima tuyo, reímos en la acción pues se supone debíamos ponernos de pie he irnos al baño, solo queríamos sentirnos a pesar de a verlo hecho cuando ambos llegamos del trabajo no era suficiente ambos nos deseábamos cada día más.

Al quitarnos la ropa que estorbaba nos admirabamos mutuamente en especial yo, podía admirar ese cuerpo marcado pero cintura pequeña que muchas mujeres sentirían envidia también como olvidar esas piernas largar y delgadas, y la mejor parte es ese trasero redondo y suave que me encanta tocar y nalguearlas. Pude ver como te sonrojabamos más, porque literalmente te comía con la mirada.

-N.No me mires así. - hablaste con vergüenza y te tapabas la cara.

- No te tapes, sabes que encanta tu cuerpo, no sientas vergüenza. - respondí llevando mi mano a tu brazo para quitarlo y besarte.

-Kei, por favor metelo quiero sentirte dentro. - pediste al separarnos

-Como usted ordene. - respondí completamente exitado.

Sin duda alguna esa fue una de tantas  mañana que me encantó verte gemir mi nombre y pedirme por más, no podría cansarme de ti y estoy seguro que tu tampoco lo sé por como me miras.

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Bien asta ahí porque no se me acurre mas y ya me estoy avergonzado de escribirlo 😅😅 espero les haya gustado.