#KM2: sobre esos labios, labios dior

2.3K 52 12
                                    

pareja: kookmin

—infidelidad
—mención de tca
emetofilia

Jimin escucha el tercero, el cuarto gemido que sale de la boca de su novio que está cogiendose a su hermano menor. No le sorprende, pero le duele que la poca atracción que siente Jungkook hacia él probablemente es nula hasta este punto donde las caricias ya no eran dirigidas a su cuerpo, sino más bien a otros.

Su hermano sale sin mirarlo, sabe que está apenado, aunque no lo suficiente para pedirle perdón, y como hacerlo sentir culpable si desde que ambos se conocieron pudo sentir la tensión sexual que ambos emanaban; trató de ignorarlo por un tiempo; sin embargo, ya no soportaba colocarse el manto negro en los ojos y actuar como un ciego.
Y no sólo era el actuar con su hermano, había miles de personas que estaban detrás de su novio, y ni hablar de cómo Jungkook negaba tales acusaciones para ir a cometer adulterio frente a sus ojos y al final hacer creer que Jimin sólo estaba alucinando.

Es en donde el chico bajito puso manos a la obra y decidió empezar su plan de reconquista que constaba de los típicos pasos que había aprendido de numerosas novelas de romance que había leído. Desde ser más empalagoso, invitarlo a salir y comprarle regalos, también tomarle la mano, acariciar su mejilla y darle pequeños piquitos de pollito—como Jungkook anteriormemte los llamaba—para reactivar lo que antes tenían. Pareció funcionar por unas semanas, luego volvieron a caer a lo mismo debido a las negativas del azabache.

“Lo siento pollito, tengo un trabajo de oficina”
“Perdona Minnie, mi jefe me necesita”
“Podemos salir otro día, ¿está bien?

Una de esas noches discutió con su pareja, le reclamó la falta de disponibilidad y compromiso que no le daba, amenazando con terminar aquella relación que cada vez seguía hundiéndose; es ahí donde Jungkook comenzó a asustarse, no quería perder a su novio, luego de varias disculpas acompañadas de lágrimas y una sesión de sexo pasional, le prometió bajo la noche estrellada que todo cambiaría.

Y vaya que cambió.

Ya no eran las llamadas o los mensajes no contestados, ahora eran esperas de noche a altas horas de la madrugada; al principio trató de justificar las acciones de su pareja, pero era inútil hacerlo una vez más cuando las respuestas estaban en su cara y él seguía negándolo por temor a quedarse solo.
Y es cuando dejó de buscar sus caricias, dejó de buscar su atención, desistió a esperar por él por las madrugadas, ya no tenía caso hacerlo cuando Jimin siempre estaba ahí, pero Jungkook estaba con otras personas.

Jungkook aprovechó ese momento para meter gente a su hogar independientemente si su novio cachetón estaba ahí o no; el pequeño pelinegro escondía sus sollozos en sus pequeñas manitas regordetas, mordiendo sus gritos entre sus labios rosados, los ojos enrojecidos por cada lágrima tragada y las ojeras decorando su rastro por cada anochecer perdido.

Y se dió cuenta la clase de chicos y chicas que su novio buscaba: todos eran menuditos, delgados, con cinturas pequeñitas, de esbelta figura. Eso le cayó como pesa en el estómago, ¿su cuerpo estaba mal? Era consciente de que cada cuerpo era hermoso, y si así lo era ¿por qué su amado ya no lo tocaba? ¿Por qué ya no delineaba su figura con la ambrosía que antes existía en su mirada?

Jimin ya no era bello, era horrible.

En su obsesión de recuperar a su pareja, Park Jimin comenzó a ser adicto a las compras caras; la necesidad de llenar ese vacío con compras sin sentido era cada vez mayor. El dinero no preocupaba cuando él tenía ahorros grandes debido a trabajos anteriores y cierta cantidad que su novio le daba indirectamente por su silencio, no podía detenerse; y en esta etapa maníaca Dior fue como un anillo ajustado a si diminuto dedo. Sus productos favoritos variaban con distintos perfumes, accesorios y ropa, pero los labiales eran su perdición, cada día maquillaba sus labios con el lipstick Dior Addict Lacquer Stick 924 Sauvage.

Comenzó a descuidar su alimentación en el momento que las parejas sexuales de su enamorado aumentaban, al principio fue de forma inconsciente porque estaba sumido en su propia depresión, pero fue diferente cuando se encontró a sí mismo mirando la taza manchada de su baño con su propio vómito y sus dedos hurgando su garganta, y a pesar de ello, su labial Dior lo acompañaba en cada velada triste.
Por otro lado, Jungkook no podía quejarse de la vida que estaba llevando, con un novio permisivo que amaba, con un empleo de puta madre y sesiones frecuentes de sexo, el chico estaba viviendo en el paraíso que no se detenía a observar que estaba arrasando con la única persona que siempre lo apoyó desde las sombras, rompiendo su frágil corazón.

Terminó de dar las últimas penetraciones a un chico llamado Seokjin que conoció en una cafetería hace tres días, o quizás menos, no importaba; llegando al orgasmo retiró el condón y se recostó un momento en la desordenada cama matrimonial donde su pareja y él acostumbraban a usar. Al recuperarse, tomó una ducha rápida, salió con una toalla en la cintura observando al mayor que comenzó a vestirse con una mueca en la cara.

“Por qué esa mueca? ¿No llenaste con la última ronda? Jungkook levantó la ceja riendo.

“No es eso” Seokjin suspiró “Escuché la puerta de la entrada abrirse, pensé que estaríamos solos” explicaba poniéndose los tenis.

“¿Eh? Ah, era mi novio” soltó indiferente, si su pareja no le importaba, a él menos.

El rostro del amante se desfiguró completamente en expresiones sorprendidas y en la ira burbujeando en su pecho. “¡Eres un imbécil, ¿cómo te atreves?! ¡Yo no soy un plato de segunda mesa!”

El portazo de su habitación sobresaltó a Jimin que estaba preparando un poco de comida con la mirada perdida, los pasos lo sacarom de su burbuja pudiendo ver al nuevo amante de su novio, tragó con dificultad debido a la mirada pesada que el otro le mandaba.

“Lo siento, yo...” balbucea Seokjin torpemente. “Y-yo no sabía... Eso”

El pelinegro asiente cabizbajo, no queriendo hablar del tema.

“Puedes... Puedes dejarlo, ¿sabes? Mmm, y-yo podría ayudar y—”

“Estoy bien” la respuesta susurrante de Jimin fue el fin de esa extraña conversación. Después el silencio reinó su hogar cuando Seokjin desapareció por su puerta.

Apagó la estufa sin ganas de terminar, pediría de comer para Jungkook ya que él no tenía hambre, y si comía era muy probable que su estómago lo devolviera. Tomó un bowl con hielo preparandolo con chile en polvo y limón, y procedió a comerlo; su cuerpo volvió a estar alerta cuando unos pasos resonaron por la sala y el cuerpo enorme de su novio entró a la cocina sin decir una palabra.

«Vamos, es tu oportunidad» pensó Jimin decidido.

“Jung-Jungkook tenemos que hablar” espetó de forma atropellada el más bajito.

Los brazos del más alto envolvieron a Jimin en un suave aroma masculino, la figura del menor se puso rígida, sabía lo que estaba haciendo Jungkook, por esta vez podría conseguir lo que quería aunque no era correcto.

Sus pantalones fueron bajados suavemente junto a su ropa interior, las manos grandes y callosas de Jungkook acariciaron su extensión; Jimin quería llorar porque ni siquiera lo estaba disfrutando, era otra de las recompensas de Jungkook por guardar silencio y soportar cada pisoteada que le daba, por esta vez lo volvería a sobrellevar, solo por esta vez.

Su pene bombeando, los gemidos saliendo de su boquita haciendo contraste a las lágrimas tristes que salían de sus ojos celestes, era una escena verdaderamente repugnante que lo estaba llevando al éxtasis.
Otra mano subió hasta su boca, corriendo su labial favorito, donde los dedos ajenos llegaron a su campanilla obligándole a tener arcadas; su orgasmo estaba por llegar en un gemido agudo que calló por vergüenza. Fue soltado levemente, el vómito seguía brotando de su boca y su pene disparando chorros de semen en el lavabo de la cocina.

Jungkook se fue sin decir nada, sin mirarlo, sin siquiera darle una explicación de lo sucedido.

Ahora Jimin se encontraba lejos de todos sin rumbo alguno, mucha gente dice que se suicidó, otras que vive junto a otras personas; sin embargo, lo único cierto es que de todas las cosas que Jimin pudo llevarse de esa casa enorme y vacía fue su pequeño lipstick rojizo.

sólo Dios sabe pq este cap está triste y medio extraño ݊ 𓈒 ֹ (。>◠<。) ꜝꜝ ฺ⭒
voten y comenten plss, los kiero ><

slut; jm bottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora