Cap: 4 "Es recíproco"

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Una última embestida y la esencia salió disparada, coordinándose con la del pequeño humano.

Sus erráticas respiración dejaban en evidences la que momento antes fue la unión de dos cuerpos, sobre el no tan amplio sillón.

-Muy bien... Minnie- felicito el Alfa, besando sus mejillas- Lo haz hecho muy bien, enserio... amor, gracias.

Jimin rio, abrazando a su novio.

Con cuidado se acomodaron, dejando que el nudo bajara. Park sostuvo al menor entre sus brazos, acorralándolo contra su pecho y dándole caricias en la mojada melena.

-Eres mi Alfa, mi novio y mi mejor amigo en este mundo- sonrió, mirando el techo sin parar el movimiento de sus manos- incluso me atrevía a decir que mi mayor tesoro.

Tiernamente kook levantó el rostro, apoyando su barbilla sobre su pecho, mirándolo con sus hermosos ojos oscuros.

-Tú también eres el mio, Minnie...

Ambos mantuvieron el contacto visual, sintiendo que las palabras podían irse a la mierd*, sabiendo que solo bastaba ese toque para saber que el amor era más que reciproco...

"Era real..."

El primero en apartar la vista fue el mayor, desviándola al techo una vez más.

Su cuerpo se había relajado después de un rato, cerrando los ojos ante la sensación de que aquel pedazo de carne aún no abandonaba su espacio.

-Hoy es tu último día, ¿no?...

El Alfa sonrió, asintiendo un par de veces, antes de contestar con palabras.

-Lamentablemente si... extrañare meterme entre tus piernas tan seguido, y los cariños que me das- rio bobamente, acompañado de Jimin.

-Como si cada que llegas de trabajar no te diera caricias y muchos besos, o que cada que te pones caliente no me tomes tantas veces sin descanso, ¿verdad?.

El Alfa carcajeó, recibiendo un pequeño golpe en su nuca. Soltó un gruñido bajo, moviendo su cadera en venganza, mismo que hizo gemir al destinatario.

-¡Quédate quieto, Alfa!

Su orden no fue para nada escuchada, pues apenas conectaron miradas, los ojos escarlata le escanearon el rostro, admirando las muecas en armonía de las pequeñas embestidas.

Una media sonrisa adornaba la cara del hibrido, sus colmillos brillando a través de su labio. Se levantó sobre sus codos, tomando una posición ligeramente cómoda.

-¡Es- espera Kookie!

Jeon gruñó, tomando algunos cabellos entre sus dedos y jalando hacia su rostro. Comenzó un beso duro, lleno de autoridad, esperando recibir el control absoluto.

-Eres un dulce pecaminoso, Park Jimin, un dulce que solo yo puedo consumir, que solo yo puedo poseer. No te imaginas el rigor que me da el saber que soy dueño de tu alma, de tu cuerpo y hasta los rincones más oscuros de el.

Embistió aún más fuerte, sujetando la cabellera sin tregua.

Park soltó un sollozo, abrazándose aún más al Alfa, rasguñó la piel con sus uñas un poco largas, dejando unas cuantas líneas que gritaban "más".

De sus labios no salía palabra, ni siquiera un sonido que no fueran los de placer.

-Eres un maldito necesitado de mi p*lla, ¿no es verdad, Minnie?... lo es, ¿no?... mi amor.

-¡Ah!

Ambos gruñeron al tomar un cambio de posición, esta vez con las piernas del mayor sobre sus fuertes hombros, dando un mejor acceso.

¡Lobito en celo! Kookmin +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora