Gods Give Another Chance

Capítulo 3

Pasan cinco años y no podría estar más feliz. Si bien todavía tengo mis recuerdos de mi pasado, todavía tengo los deseos y las emociones de un niño. Sirius era mejor de lo que jamás podría imaginar, e incluso tenía la familia Black extendida. Leo, el hijo de Regulus, se estaba convirtiendo rápidamente en mi mejor amigo. Fue un shock cuando apareció Barty y todavía era extraño verlo joven y saludable. Un gran cambio con respecto al seguidor trastornado que enfrenté en cuarto año. Llegó a descubrir que era el mejor amigo de Regulus y Regulus había podido convencerlo de que no se uniera a Voldemort. Se habían casado en secreto con la esperanza de no llamar la atención mientras la guerra aún continuaba. Adoptaron a Leo un mes después de la guerra. Peter había sido capturado unas semanas después de la muerte de mis padres y fue sentenciado a cadena perpetua en Azkaban. Dumbledore había luchado para sacarme de Sirius y se había ganado muchos enemigos en Wizengamot por sus esfuerzos. Ahora que todos sabían que tenía un padrino amoroso que luchó en el lado luminoso y además tenía el respaldo de Lord Black, nadie quería estar en su lado malo. Pude ver a Draco un par de veces, pero a Lucius no le caía bien y después de que le prendiera fuego, aún no había dejado que Draco regresara.

Lord Black se aseguró de que tuviera los mejores tutores y cuando resultó que era natural en oclumancia, todos se sorprendieron. Desde entonces, parecía que Lord Black quería impulsar mis habilidades. Escuché mencionar a un prodigio un par de veces. Cuando finalmente empiezo a leer, Sirius se ríe mientras me dirijo a la biblioteca de la familia Black y Lord Black simplemente me protege de los libros más oscuros. No había muchas mujeres en la familia, y puedo decir que los hombres lo están intentando. Ninguno de ellos se había ocupado de criar a un niño de mi edad, eligiendo dejar eso a sus esposas.

A las ocho tengo control sobre la mayor parte de mi magia. Ha sido necesario algo de persuasión, pero Regulus finalmente acepta enseñarnos runas a Leo y a mí, mientras que Barty o el tío B, como yo lo llamo, nos enseña pociones. Definitivamente, ayuda aprender de un maestro que no me odiaba.

No es hasta los 9 que me entero del regalo especial que me dio la magia de la madre. Había estado haciendo pucheros por ir a otro baile, quería quedarme afuera. Los otros hombres se pararon en la puerta sonriendo mientras Sirius intentaba que yo obedeciera. Cuando amenazó con quitarme la escoba, mi ira aumentó y un rayo cayó a un pie de distancia de él. Había sorprendido a todos, y me había resultado difícil controlar mi magia. Cuando cayó otro rayo, comencé a llorar sin entender completamente lo que estaba sucediendo. Sirius se había quedado congelado en estado de shock y había sido Regulus quien se acercó y me explicó que necesitaba calmarme. Fue más difícil de lo que quería admitir, pero en el momento en que lo hice, el relámpago se detuvo. Terminamos no yendo al baile, en lugar de eso, me senté en la sala de estar mientras los adultos intentaban averiguar qué había pasado. Lord Black finalmente le había pedido a un elfo que trajera algún libro sobre cómo controlar los rayos. El elfo había regresado con un libro. Un libro sobre Merlín. Sirius se había asustado si se sabía que tendría aún más gente detrás de mí. El problema era que sin portadores conocidos, no tenía a nadie que me enseñara a controlarlo. Se había decidido que verían si podían encontrar a alguien y, al final de la semana, encontraron a una bruja en Brasil que podía controlar el agua y era una maestra en magia elemental. Si bien no es lo mismo, era mejor que nada.

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Me despierto en mi cumpleaños número 11 sintiendo una mezcla de emoción y pavor. Estaba emocionada por mi cumpleaños, pero temía la carta que sin duda recibiría hoy.

Después del desayuno, nos dirigimos a la mansión Black, y sonrío cuando veo que toda mi familia ya está aquí.

"Ahí está la cumpleañera". Dice Leo abrazándome.

"Hola Leo". Yo sonrío.

"Te juro que el es el favorito". Sirio se ríe.

"Por supuesto que no el tío Pads. No tengo favoritos". Digo con dulzura, él niega con la cabeza y cuando se da la vuelta, le digo a Leo que el es mi favorito y solo se ríe.