1.El Cullen perdido

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Bajé del avión casi corriendo, no me importó las horas de vuelo con mi pánico a tener un accidente que casi hace que vomite el sándwich que me había comido a toda prisa en el aeropuerto antes de despegar, mi compañero de vuelo vio mi cara de  la niña del exorcista y pidió otro sitio seguramente por miedo a que mi fluidos intestinales acabaran en su traje lo que hubiera sido lo más probable, Tampico me importaba el niño que tenía detrás y no me paraba de dar patadas en el asiento (menuda mierda  de vuelo de bisness) y al que casi tiro por la ventana del avión, ni si quiera el hecho de que las grandes turbulencias del avión me hicieran pensar que iba a morir ahí mismo y apesar de que la azafata me decía que solo eran unas leves turbulencias por el viento yo ya me estaba poniendo la mascarilla de oxígeno y escribiendo mi testamento.

Todo eso se vio compensado en cuanto aterricé y conseguí decirme a mi misma que había sobrevivido y no había acabado en una isla desierta a lo perdidos, por fin había llegado el dia en el que los exámenes y trabajos me daban un respiro y podía ir a ver a Jungkook.

La universidad me estaba gustando, aunque los primeros días los pasara a lo niña del poso deambulando, llorando y diciendo el nombre de Jungkook por las esquinas (Soy un chico fuerte e independiente y esto no es muy digno pero por favor un poco de comprensión), Tae y Yoongi están en Harvard conmigo, Tae estudiando publicidad y relaciones públicas y Yoongi marketing.

Yo en cambio había decidido estudiar empresariales, desde pequeño me veía en un gran despacho dirigiendo, en reuniones con directivos internacionales, tomando control de la empresa de mis padres...

Aunque en un principio decidí llevar una vida solitaria y oscura no tarde en ser arrastrado por el mundo universitario de las fiestas y hermandades. Conocimos a Megan y Harper y poco a poco me fui adaptando al punto actual en el adoro la universidad.

Pero la mejor parte de mis tardes es después de comer, cuándo exactamente a la misma hora Jungkook me llama y nos quedamos hablando hasta que me obliga a colgar para qué estudie, bastante probable que si el no dijera nada me pasaría hablando horas y luego esperaría una larga cola de suspensos.

Pero volviendo al tiempo real corrí como el Correcaminos por todo el aeropuerto, me perdí unas cinco veces, atropellé a alguna abuelita con la maleta hasta que por fin conseguí salir de ese barullo de gente hablando en un idioma desconocido pero me tremendamente bonito (me podrían estar llamando idiota que si me lo dices en italiano me quedaré mirándote mientras se me cae la baba) lo vi a lo lejos y comencé a a echar una carrera en plan Usain bolt hasta que llegué a su lado, le salte encima y le empecé a llenar la cara de besos.

-¡Te he echado tanto de menos!

Sonrío, me revolvió el pelo cariñoso y me dio otro beso pero yo no dejé que fuera corto y lo seguí introduciendo la lengua.

-Espera a casa pequeña fiera, no sabes lo que necesito estar entre tus piernas pero en Italia lejos de lo que puedas pensar no está bien visto hacer eso en público- dijo desviándose de mi boca hasta mi oreja y mordisqueo leven el lóbulo.

-Echaba de menos tus ironías- respondí riendo.

Me dio un beso en la mejilla y cogió mi equipaje.

-Kim está aparcado allí, de aquí a casa se tarda unos veinte minutos te podré ir explicando algo de la ciudad.

Yo ya esa Roma pero supongo que me gusta verlo ilusionado con la idea de que me iba a enseñar el lugar.

Me llevó al aparcamiento y distinguí a kim y su limusina entre todos los coches. Me dedicó una mirada de arriba a abajo y cogió mis maleta.

-Creo que no le caigo muy bien- susurré mientras me ponía el cinturón.

-Tienes un carácter peculiar no se lo tomes en cuenta.

El coche arranco y Jungkook comenzó a explicarme cada detalle que podíamos ver por la ventana.

-¿Como es que estás haciendo derecho y no historia del arte?- bromee

-Muy gracioso simplemente me gusta mi ciudad mira ahí por ejemplo es un edificio que data del siglo XVI y...- me incliné para verlo y me di cuenta de que se había quedado quieto mirando mi cuello que al moverme había quedado ante él.

-¿Eres el hermano Cullen perdido por qué me estás mirando el cuello cómo si te fueras a lanzar por...- pero no puede acabar la frase por qué posó su boca en él y comenzó a besarlo y morderlo.

-He intentado contenerme, de verdad que sí pero te necesito hacer mío- dijo entre besos a la vez que una de sus manos viajaba por la parte baja de mi abdomen.

-Jungkook aquí no... esta Kim y...

-Llevo tres meses en castidad absoluta y tu eres extremadamente apetecible dime qué tú no tienes ganas y paro.

Decir que no quería es mentira, yo también llevaba 3 meses sin él y bueno el sexo es una parte importante de la pareja, no soy un ninfómano pero tengo 18 años, además técnicamente en el coche no lo vería nadie así que supongo que no pasa nada.

Mi silencio su respuesta.

Metió su mano dentro de mis vaqueros comenzo a rozar el elástico de mi ropa interior.

-Voy a explotar- me susurró al oído y parecía de verdad por qué el pantalón parecía que iba a darse de si de un momento a otro con su erección.

Me quité el cinturón hasta asiento y me puse encima de el, atrapé su labio inferior entre mis dientes y lo estiré levemente.

-El niño tierno que conocí el primer día de clases parece que se lo ha tragado la tierra y ha aparecido está versión feroz.

-Supongo que con Jeon Jungkook es imposible mantenerse inocente.

Sonrió se quitó el cinturón y me recostó sobre los asientos. Volvió a mí cuello y comenzó a succionar en nada tendré un chupetón que tendré que tapar con kilos de maquillaje pero me da igual por qué la sensación es maravillosa.

A la vez hizo ademán de apartar le elástico pero el coche freno de golpe y los dos caímos.

-Ya hemos llegado- dijo Kim.

Me levanté, rozando l parte de la espalda en la que me había hecho daño- lo ha echo a propósito, estoy seguro- le susurré a Jungkook, que me ayudó a incorporarme.

-Que mal pensado eres- abrió la puerta del coche y al salir pude ver una gran casa, del estilo que tenían en Seoul.

-¡Jimin!- Minha salió a abrazarme- No sabes lo contenta que estoy de que estés aquí y tranquilo Jungkook me lo ha contado no voy a decir nada a tus padres.

-Aunque creo que ya va siendo hora de que les cuentes lo nuestro- siguió Jungkook mientras me guiaba por el jardín hasta la entrada de la casa.
-A la vuelta te prometo que so lo contaré todo, pero ahora no quiero pensar en eso.

Sonrió y abrió la puerta principal- Me encanta ser quien te de la bienvenida a mi casa.- dijo con gesto teatral.

Entre y no pude hacer otra cosa que abrir la boca. La casa estaba decorada de manera exquisita, en un estilo clásico pero sin lugar a dudas por alguien con un gusto impecable.

-Es preciosa

-Lo he decorado yo, se me ha olvidado preguntar por el vuelo espero que no haya habido demasiado movimiento y que hayas podido...

Ya le preguntarás todo lo que quieras en un rato pero ahora le voy a enseñar mi habitación para...-se quedó pensando unos segundos- que pueda deshacer su maleta.

Me cogió suavemente del brazo y me llevó escaleras arriba.

-Ahora si que vamos a inagurar tus vacaciones de invierno

Puse los ojos en blanco y lo seguí.

Hola
La historia de Jimin y Jungkook se reanuda
Esperó que lo disfruten y si les gusto voten y dejen un comentario que me alegra leerlos

Se que a pasado muchooo tiempo de que termine la primera parte y espero que apoyen mucho está segunda parte

Gracias y hasta el siente capítulo

















Ese Virgen Fue Mío~KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora