ENZO FERNÁNDEZ
— Feliz cumple, amiga, te amo mucho. —dije cuando me abrieron la puerta, me tire hacia mi mejor amiga para abrazarla y darle besitos en sus cachetes. — No puedo creer que cumplas 20, ya no sos más una nena. —me separe del abrazo y le agarre la cabeza haciendo q me mire.
— Gracias, te amo mucho mas. —dijo y nos abrazamos otra vez— Que te haces la mayor acá, tenes sos un año mayor nomas. —se río y me dio un empujoncito.
— Un año es un año. —me reí junto a ella.
Fuimos al patio a buscar unos tragos y volvimos al living para seguir hablando.
No era una super joya de cumpleaños, era una joya tranqui con sus familiares y algunos amigos cercanos.— Voy al baño, ya vengo. —dijo y yo asentí.
Escuche como tocaron el timbre y como no estaba tan lejos la puerta fui.Abrí la puerta y ahí estaba el, Enzo, el primo de mi mejor amiga.
Dios mio, estaba buenísimo.— Buenaaas. —pasó, me saludo con un beso en el cachete y llevo por 2 segundos su mano a mi cintura.
— Hola. —dije así nomas, estaba nerviosa, no se que onda.— Marti ya baja, fue al baño. —cerré la puerta y me acerque un poco a él.
— Tanto tiempo, ¿No? —me mira y sonríe. Que linda sonrisa tiene este hijo de puta.
— Si, ponele...No pasó tanto. —sonreí junto a él, me fui al sillón para sentarme y atrás mío venía el.
— Seis meses...Y seguis igual de hermosa. —se sienta a mí lado y toma un trago de mi fernet. — Unas ganas de hacerte de todo.—sonreí y le di un empujoncito.
— Anda ¿No tenias novia vos?
— Tenía. Pinchó todo, me cagó. —mejor, unas ganas le tengo a este pibe...Igual pobrecito, como mierda se te ocurre meterle los cuernos a Enzo Fernandez
— Uh, perdón no sabia...—sonrió y me dijo que no pasaba nada. Basta no sonrías que me da algo— Mira, ahí viene. —señale con la cabeza a mi amiga que estaba bajando por las escaleras.
Se acercó a nosotros y se saludo con Enzo y otros familiares que llegaron.Eran las 04:37 y ya no quedaba casi nadie, solo Enzo, Marti y yo.
Estaba con mucho sueño pero, no me podía quedar porque al otro día trabajaba y me queda lejisimos de la casa de Martina.— Me voy yendo que mañana entro a las nueve. —me paro del sillón y voy hacia Marti para darle un beso en el cachete— Estuvo todo re lindo, amiga. —sonreí y me acerque a Enzo para despedirme pero, se levantó y se despidió de Martina.