『 𝒄𝒐𝒄𝒐𝒏𝒖𝒕 』. - Hyunknow ·❆

𝒯𝒽𝓇ℯℯ

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— ¿Que quieres hacer hoy, Mmh?

— No lo sé...

Eran las ocho de la mañana apenas, Minho estaba sentado en la cama, Hyunjin recostado boca abajo con los ojitos cerrados aún pero los abría en pocas ocasiones para mirar a su pareja.

Fue Minho quien se inclinó para besar los labios del chico y bajar por su cuello hasta sus hombros. El azabache reía sin moverse ni elevar sus párpados. Era cómoda la sensación y por eso se dejaba mimar por su novio, pero terminó dando un brinco pequeño cuando las traviesas manos de su pareja toqueteaban en sus zonas "prohibidas".

— Minho... — Susurró, mirándolo sin levantar la cabeza.

— Debería de aprovechar que ya estás preparando y sin ropa que estorbe. — Hyunjin no dijo nada, riéndose muy bajito. La noche anterior fue una locura. — Mira, todavía te chorrea...

— ¡Minho! — Sus mejillas se tiñeron de un violento rojo, que más bien le acaparó toda su linda carita.

Al verse acorralado de la vergüenza, Minho decidió seguir jugando con la timidez de su novio, quien no le permitía tocar esa zona que tanto le gusta. Por ello, terminó dándole la vuelta, para dejar su cabeza sobre el plano abdomen y cerró sus ojos, gracias a las caricias que Hyunjin comenzó a proporcionarle en su cabellera, es una forma rápida para noquearlo.

— Escuché que habrá una feria de comida... — Comentó el pelinegro, luego de un rato en silencio. — Bueno, creo que vendarán otras cosas, no solo comida.

— ¿Quieres ir? — Levantó la cabeza, mientras le acariciaba la cintura. Hyunjin solo asintió con una linda sonrisa dibujando sus labios. Que precioso.

Ese par de ojos negros le miraban fijamente, lo sabía mientras mantenía hundido su rostro en su barriga, sonrió y muy, pero muy lentamente fue bajando, repartiendo silenciosos besos húmedos, dejando un rastro brilloso en la piel de chico.

Hyunjin mostró una sonrisa pequeña, bastante juguetona, lamió sus labios y permitió a Minho hacer lo que deseaba esa mañana.

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— ¡Compramos unas pulseras de pareja, unos anillos de pareja y... y... y...! — Ese entusiasmo y emoción llamaba la atención.

La pareja iba caminando hacia donde se realizaba la feria. El auto tuvieron que dejarlo aparcado más atrás porque no habían puestos, apenas siendo las seis de la tarde y toda esa calle estaba repleta de coches y personas caminando.

Hyunjin estaba demasiado extasiado, esa euforia hacia a las personas voltear a mirar. Tiraba de su brazo porque ya quería llegar para comprarse algo bonito, tal vez no quería perderse ver algo que le guste al ya estar el lugar repleto de gente. Y Minho solo puede pensar que Hyunjin es raro... lindo, pero raro, por esas facetas que tiene, tan infantiles. Aún así lo quiere, al fin y al cabo.

Cuando llegaron soltó un gritito al ver un puesto donde vendían accesorios bastante extraños, pero muy bonitos según el, no era más que bisutería, pero Hyunjin desconocía el nombre. Terminó comprando como cinco pulseras pequeñas y delgadas, también un juego de estas pero que traían su pequeño y delicado collar, todo esto, poniéndolo tan feliz que por poco soltaba brillitos alrededor. Se despidieron de vendedor y el pelinegro siguió visitando puesto por puesto, suerte que llevaba una mochila medianamente grande donde podía guardar lo que comprara.