𝒪𝓃ℯ

302 29 1
                                    

✧══════•❁❀❁•══════✧

- Jinnie, ya me voy. - Susurró, mientras depositaba besitos sobre los suaves y calentitos mofletes y esponjosos labios de su novio. Quien yacía acurrucado entre las gruesas sábanas.

El pequeño se removió un poco. Levantó la mano, dejándola sobre su mejilla, segundos después abrió sus ojitos, viendo a Minho aún con el sueño muy presente.

- ¿Ya se va? - Él asintió, sentado en la cama. Una de sus manos posadas sobre la cintura ajena, la otra acariciaba la alborotada cabellera de Hyunjin.

Se sentó en la cama, sobando sus ojos con sus nudillos, bostezo, para luego arrastrarse un poco sobre el colchón y abrazó al contrario, su cabeza apoyada sutilmente sobre el hombro derecho.

A Minho le gusta abrazar a Hyunjin cuando este está recién despierto. El hecho de que este tan calentito lo hace sentir bastante acogedor. Por ello, tenerlo en sus brazos le da una sensación cómoda y le relaja de cierta forma.

Así no se va todo enfurruñado al trabajo. Con ese típico mal genio de todas las mañanas.

Hasta sus compañeros se acostumbraron a verlo llegar mohíno, con ese tremendo disgusto de su día a día.

Sin embargo desde que cierto chico tierno llegó a su vida, la mayoría de las mañanas se le ve alborozado. Más eufórico y alegre. Muchas personas tienen mucho que agradecerle al pequeño Hyunjin, que, con su mera presencia, cambió a alguien que se veía malhumorado todos los días de su vida. Y daba miedo.

- ¿Va a llegar muy tarde? - Se separó, mirándole con un mohín en sus labios.

- No amor, trataré de salir antes. De lo contrario, te aviso. - Dejó un beso en la frente del chico. - Recuerda que ser gerente sucursal no es fácil.

Hyunjin asintió y observó como su novio se levantaba de la cama y acomodaba su traje. Al trabajar en la rama financiera, sabe que no es sencillo, y su rol es muy importante. Recibió un besito en sus labios y escuchó un suave susurro.

Un lindo Te amo.

Sonrió y se volvió a acostar en la cama. Aún tenía sueño, y mucho.

✧══════•❁❀❁•══════✧

A eso del mediodía, estaba Hyunjin barriendo el suelo de su casita. Hoy tocaba día de limpieza, según su calendario colgado en una de las puertas del no muy pequeño refrigerador.

Por ello, se reproducía Green Green Grass. El volumen de la musica era alto, pero no al punto de molestar o aturdir. Ahora acomodaba la ropa sucia por montones y colores, era bastante porque la última vez olvidó comprar el detergente líquido y granulado y el blanqueador, solo tenía el suavizante. Y con eso no iba a lavar la ropa. Pero ya tenía todo lo necesario, hasta tenía sus muy amadas cápsulas de detergente; así que, alegremente metía la ropa blanca a la lavadora y agregaba lo necesario para que quedaran muy limpias y olorosas.

- Minho si que ensucia ropa. - Miró las montañas de ropa y el ochenta por ciento era del mencionado.

Era una hora cada lavada, igual con la secadora.

Se dirigió a la cocina y sacó un frasco que contenía pancitos tostados de una de las repisas. Comenzó a comer, mientras colocaba cada utensilio, plato, vaso, sartén u olla que se encontrase sucia en el lavaplatos. Se puso los guantes comenzado a lavar dichos objetos.

Luego de ver su adorada cocina impecable, se dirigió a la sala, empezando con primero aspirar la alfombra. Sacudió los sofás y cojines. Y se sentó en el suelo, con las toallitas de cloro para quitarle la suciedad a los adornos de la mesita de centro y la estantería. Pero alguien, su amiga traviesa se apareció, asustando a Hyunjin.

- ¡Kkami, estoy limpiando! - Se levantó, llevando a la perrita al patio.

Cerró la puerta corrediza y volvió a su labor.

Sala de estar lista, cocina también. Iban los cuartos y baños.

Estuvo en la parte de arriba limpiando como por tres horas. Claro que, bajando cada cuanto por la ropa. La lucha seria el patio con la revoltosa de Kkami.

Y ahí se encontraba discutiendo con su mascota porque no dejaba de molestar y le impedía seguir con el trabajo. Pero logró terminar, y así también, aprovechando las circunstancias, bañar a Kkami y ese tiempo fue divertido, el ratito que estuvo bañando a esa bolita de pelos. Se adentro con ella a la casa para secarla con ayuda del secador de cabello.

- Solo falta que yo me duche y doblar la ropa... - Se quedó callado por unos segundos, recordando algo. - ¡No hice comida!, ¡no lavé las sábanas ni las cortinas! - Colocó sus manos en su cabeza, salió corriendo a desvestir la cama para limpiar las sábanas de esta y colocarle nuevas.

Esas están hasta manchadas.

✧══════•❁❀❁•══════✧

Se escuchó claramente el rugido del motor de algún auto, Hyunjin inevitablemente sonrió, pero siguió doblando la ropa, mirando la televisión en el proceso, siendo acompañado por Kkami que jugaba con su hueso. Pero cuando la puerta fue abierta, se levantó rápido y dio un saltito para ser atrapado por su novio.

- ¡Honnie! - Besó consecutivamente la mejilla derecha de su pareja recién llegado.

- Hola bebé. - Unión sus labios por segundos, para después separarse y mirar alrededor. - Huele a limpio y a vela aromática de coco. Igual que tú. - Aspiró el aroma del cabello de Hyunjin.

Siempre olía así. Al pelinegro le encanta el coco, y ya es normal que usualmente huela así.

Al igual que la casa.

- Quería poner la de bergamota y jazmín, pero me gusta más esa. - Volvió al sofá, para seguir doblando la ropa. - En el microondas está la comida.

- Tomaré primero una ducha. - Dejó los zapatos en la entrada y subió a la habitación.

Minutos después bajó, ya estando aseado. Cenó y se acomodó a un lado de Hyunjin, para acompañarlo. Lo abrazó y comenzó a dejar besitos en el cuello del chico, ocasionando un sonrojo y risas de su parte.

Pasaron una noche tranquila, llena de besos y caricias, sin dobles intenciones.

✧══════•❁❀❁•══════✧

Reviví :D
¡Feliz año! ¡besitos!

『 𝒄𝒐𝒄𝒐𝒏𝒖𝒕 』. -  Hyunknow ·❆ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora