SECUESTRADO POR UN MAFIOSO ¹ || +18 [KOOKTAE]

03- KIM TAEHYUNG.

Para Jeon Jungkook disparar un arma era tan sencillo y común como lo era tomar una exquisita copa de vino fermentado. Todo era aprendizaje, acción y experiencia. Su mano no temblaba al tomar desde una pequeña daga hasta una ametralladora para acabar con la vida de una persona. Y en eso se había basado parte de su vida, aprender para manejar el sucio mundo de la mafia y la poderosa empresa familiar. 

Jung-su había sido cruel y duro con el entrenamiento del heredero. Despiadado y frío sin importarle que era tan solo un niño de siete años, el hombre anciano antes de jactaba diciendo "Debí haberlo entrenado desde años antes", más sin embargo, había logrado su objetivo de convertir a Jungkook en un heredero digno de dirigir su imperio. 

La sangre, el sudor y las lágrimas que Jungkook había soltado durante años eran cenizas de un niño débil que había sido asesinado brutalmente por su propio abuelo, la inocencia y pureza que debía mantener había sido cruelmente arrebatada por Jeon Jung-su. 

Nadie escuchó las silenciosas suplicas que sus ojos gritaban por ayuda. Pero de nada servía recordarlo ahora. Así se daba cuenta de que tan podrido estaba el mundo, como para que la misma familia le quitase la niñez a un niño. Lastimosamente era algo que no podía cambiar. Era mejor que desde pequeños se dieran cuenta de como era vivir en un mundo como este. Como era vivir bajo el linaje Jeon. 

Jungkook se había transformado en un caparazón indiferente. Alejado de los sentimientos y poco expresivo. 

¿Felicidad? 

Por favor. 

Ya no sabía lo que era. 

Su querido abuelo se había encargado de reprimir sus sentimientos y emociones, porque ni a la hora de asesinar sentía algo. Tan insensible y apático a los demás. Hasta de su propia familia, Jung-su estaba jodidamente orgulloso de lo que había conseguido. Moldear minuciosamente al primogénito para transformarlo en ese hombre poderoso. 

Si bien Jeon Jiyu, la madre alfa de Jungkook, había sido una líder fuerte y despiadada. No había llegado al punto en el que Jungkook llegó. La alfa pura era alguien muy cariñosa y amorosa con sus hijos y su omega. Pero, su arrepentimiento llegó al ver a su hijo mayor. No había nada de lo que había sido su hijo. 

Las cabezas se agacharon en respeto a la presencia del CEO Jeon, nadie se atrevía a siquiera mirar de reojo la poderosa y temible figura del hombre. Su rostro estoico le daba temblores a los empleados. 

Jeon Jungkook era conocido por ser el rey en los negocios, tan frío y calculador. Gracias a ello había hecho crecer aún más el imperio familiar. Tan déspota sin piedad a la hora de acabar con aquellos que intentaban arruinarlo, un ser maligno que no dudaba en sus palabras ni en sus acciones. 

Su poder era mil veces más grande que el del mismo presidente, por ello no tenía problemas a la hora de traficar sus armas y drogas. Un hombre vil que controlaba hasta el gobierno.