Amar a una Nube [+18]

DOS

☁️

 Realmente no hicieron nada extraordinario, comieron y poco después fueron al cine. Pero eso era lo mágico, que hacer algo tan común y corriente resultara tan excitante, tan increíble y mágico. La mayor parte del tiempo no ponía atención a lo que Saúl decía, pues se concentraba en su rostro y en apreciar aquello que tanto admiraba de él. Conforme el día avanzó, los nervios de Elian se fueron mitigando.

Debido a la universidad ahora se veían menos, pero eso no evitaba que se reunieran por llamada para hablar y jugar videojuegos un rato. Así que las salidas a pasear se volvieron más valiosas. La verdad es que ella se había enamorado por segunda vez de él, la primera fue en su primer año de preparatoria, pero intentó ignorarlo debido a que ella era perfectamente consciente de que tendía a sobrepensar las cosas, pero esos sentimientos salieron nuevamente a flote en su primer año universitario. Pero no podía decirle. Jamás. Tenía miedo, miedo de que él la rechazara y su amistad se quebrara, prefería estar cerca... Con eso bastaba. Pero no podía evitar pensar en un futuro con él. Era algo muy lindo de imaginar.

☁️

Terminó la cita y cada quién regresó a casa. Ella subió al transporte, pagó su pasaje y se sentó en un asiento doble. Puso nuevamente su mochila sobre su regazo y contempló la ventana un rato. El vehículo estaba casi vacío, solo ella, el conductor y un par de señoras, por lo que el silencio invadía el aire, exceptuando el sonido de la palanca de velocidades haciendo sus constantes cambios, bajo sus pies sentía la vibración del motor y los rebotes que causaba la irregularidad del pavimento.

El vehículo se detuvo ante la parada de un hombre en la calle. El freno rechinó estruendosamente y Elian buscó en su mochila su celular y audífonos. De pronto, su mirada se cruzó con la del hombre que subía, quien desvió la mirada para pagar y después la miró nuevamente, llevó su mirada de arriba a abajo y se sentó a un lado de ella. Se reacomodó en su asiento y miró nuevamente al cristal con nerviosismo pensando: ¿Por qué no pudo sentarse en otro lado? El microbus está prácticamente vacío.

No lo miraba en absoluto, pero sentía encima la mirada de aquel hombre. Su pierna estaba descaradamente pegada a la de ella. Ella odiaba eso. Odiaba que los otros pasajeros no mantuvieran su distancia al ir sentados a un lado. Pero ahora era diferente, sentía miedo y pánico. El microbus se fue llenando poco a poco hasta que los pasajeros viajando de pie cubrieron la vista. El hombre de vez en cuando desviaba la mirada para no ser tan obvio, pero era más que obvio para Elian. Estaba tan incomoda que no se acomodaba en su asiento. El viaje se estaba haciendo eterno y no podía hacer nada. De repente, aquel pasajero puso su mano sobre su propio muslo, rodeando su propia pierna con los dedos. Aquellos dedos se deslizaron sutilmente por su muslo hasta quedar a un costado, costado en que estaba la pierna de Elian. Ella empezó a sentir como se movían, intentando tentar su pierna con el dorso de los dedos, aparentando estar recargados sobre la pierna del desagradable propietario. Su corazón se detuvo, quería gritar y exhibirlo, pero su voz no salia, no se movía. Nada.

Sentía su pecho subir y bajar y sus ojos humedecerse por el terror. Ella esperaba que alguien lo notara e interviniera, pero nadie acudió en su auxilio. De repente, el hombre giró su mano en círculos, logrando acariciar la pierna de Elian con el dorso de su mano. Ella podía sentir piel contra piel. Su falda no lograba obstaculizar el contacto. Sentía el calor corporal de aquel hombre.

Estaba asqueada, aterrada y petrificada. Aquella escena de horror duró veinte minutos hasta que aquel hombre se bajó. Ella liberó toda la tensión de su cuerpo y suspiró aliviada, dejando escarbar algunas lágrimas de liberación. Dejó de apretar la tela de la mochila con sus manos y respiró lentamente. A los pocos minutos pidió su parada y caminó unas cuantas cuadras camino a casa. Miraba a todos lados, con miedo a encontrar otro enfermo en su camino.

Por fin llegó a casa, sacó las llaves de su mochila y las giró dentro de la cerradura. Dejó caer todo en su cama y se soltó a llorar, se rodeó con sus brazos y tensó los labios en una mueca de dolor, sentía escalofríos y frío en los brazos, sentía sus lágrimas bañando su rostro y clavículas. Apretó los dientes y lloró en silencio varios minutos.

☁️

Un mensaje despertó a Elian. Tenía sus ojos hinchados y su nariz congestionada, se apartó el pelo de la cara y desbloqueó su celular.

--------------------------------------------------------
Saúl 💕
En línea

Hola bb. Llegaste bien?

Hola! Si, todo bien.

Quieres jugar un rato?

Perdón, hoy no puedo.
Tengo mucha tarea.

Ntp, mañana jugamos 😊

--------------------------------------------------------

No quería que él se enterara de que estuvo llorando. Se talló los ojos y prendió la televisión, haciendo sonar las noticias nocturnas.

—Nuevos avistamientos de N.U.V.E.E's se han registrado en la zona centro del estado de Puebla. Se recuerdan las pretensiones que debe considerar desde su casa: si llega a tener un avistamiento de una de éstas criaturas, no se acerque. Evite agresiones y llame a la policía para que ellos se hagan cargo de la situación. No intente ayudarlos escondiéndolos en casa, ya que está considerado como un delito. Las autoridades ya están tomando cartas en el asunto y están saliendo a patrullar en horario nocturno. En otras noticias relacionadas a estas criaturas, se capturó por la cámara de seguridad de un local cómo una colonia entera pinchó a un N.U.V.E.E. el día de ayer debido a que tuvo un enfrentamiento con un vecino borracho, parece que lo golpearon hasta la muerte. Actualmente todos los involucrados están detenidos y a espera de un veredicto.

Elian frunció el ceño ante las imágenes del noticiero, abrió YouTube y empezó a ver videos mientras sacaba su computadora para realizar sus tareas escolares. Sin embargo, al poco tiempo se quedó profundamente dormida.

☁️