VI

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Wei Wuxian trata muy duro de no pensar en lo que había sucedido en la biblioteca prohibida, sentado remilgadamente frente a Lan Qiren, quien lo miraba con ojos cautelosos ante su silencio. Rogaba para que no se notaran las marcas muy notorias que Jiang Cheng le había hecho.

Dicho ex shidi se veía demasiado complacido. Wei Wuxian maldice en su corazón una y otra vez por lo sensual que Jiang Cheng le parecía justo en ese momento. Pero se siente más ligero después de tener ese orgasmo, la pesadez de esa maldición se deshizo un tramo, pero nada más. Al final de cuentas era solo una previa de lo que podrían estar haciendo en Muelle de Loto, pero aquí estaban, tomando el té con el jodido maestro Lan.

Le duele la cabeza horrible.

—¿Pudieron encontrar algo que les haya ayudado? —finalmente pregunta el viejo Qiren.

Wei Wuxian pega un respingo por la voz severa rompiendo el silencio. Mierda, está hipersensible de lo que pasa a su alrededor porque solo tiene cabeza para pensar en Jiang Cheng y la estúpida maldición.

Mientras él estaba en un conflicto interno, Jiang Cheng simplemente asiente, con el ceño levemente fruncido. Como si hubieran conseguido el secreto del mundo. Tal vez era demasiado obvio porque era un sucubo, pero tampoco quería llegar a tener sexo con cualquiera y salió mejor de lo que esperaba: una confesión de su ex shidi. Maravilloso.

No escucha absolutamente nada de lo que hablan, perdido en su nube de felicidad hasta que alguien le toma del codo y lo lleva con fuerza hacia delante. Wei Wuxian sale de su estupor, encontrándose en la entrada de Gusu Lan y dejando atrás la secta de Lan Wangji.

Alcanza a sacudir su mano hacia su amigo, siendo cargado en brazos por Jiang Cheng al estilo princesa. Wei Wuxian jadea sorprendido, atinando solo a sostenerse de la solapa de la túnica y salen volando en Sandu.

—¡Jiang Cheng! ¿Qu... —es interrumpido por un beso fugaz. Se encontró persiguiendo los labios del líder Jiang por otro beso.

Por supuesto, Jiang Cheng esboza una sonrisa satisfecha, y por mucho engreída, mirando al frente del camino con la finalidad de llegar más rápido a la secta.

—Quiero tiempo a solas con mi amante —le responde con tranquilidad, luego lo mira levantando una ceja en su dirección —. ¿No puedo?

Wei Wuxian piensa que puede perder la cabeza simplemente por la voz grave de Jiang Cheng. ¿Qué le sucedió al chico explosivo y cara delgada de su juventud? ¿Es porque tuvo mucha experiencia en estos años que no estuvo? Inconscientemente, los dedos de Wei Wuxian se forma en puño sobre el hombro de Jiang Cheng.

Inmediatamente un puchero enfurruñado estropea el semblante de Wei Wuxian.

—Deja de pensar demasiado alto, puedo escucharte perfectamente y estás siendo más idiota de lo normal. —Y con eso, Jiang Cheng se queda callado, para consternación de Wei Wuxian.

Cuando iba a replicar, el reflejo del agua golpea su rostro e inmediatamente el rostro se le ilumina en una felicidad increíble.

Muelle de Loto, su hogar.

Aterrizan en el muelle principal y Jiang Cheng lo deja sobre sus pies nuevamente, pero le toma de la mano sin pestañear. Wei Wuxian jadea audiblemente, abriendo los ojos de asombro y mira sus manos unidas como si quisiera convencerse de que no era un sueño o producto de su imaginación.

Los lugareños obviamente se dan cuenta que el Patriarca Yiling viene de la mano con el líder de secta Jiang, de todas las personas y sacan la conclusión de su nuevo estatus. Para mañana, todo el Jianghu sabrá de la unión de estos enemigos del pasado.

Cacería nocturna fallida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora