VII

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El sol se filtraba vagamente a través de la ventana levemente abierta, dando de lleno a la cara de Wei Wuxian. Pero éste no se inmuta en lo más mínimo al estar acostumbrado a dormir en cualquier sitio. Su cabello negro estaba desparramado en la cama, algunas hebras pegadas en los labios y el rostro, con la mano derecha sobre su pecho.

Descansaba en completa tranquilidad en las habitaciones del líder Jiang. Solo las doncellas habían entrado para limpiar, eh, lo que han hecho anoche. Sus dulces rostros furiosamente sonrojados de parte de las que no tienen experiencia y las mayores reían por lo bajo, esperando que la rigidez de su líder pueda ser cosa del pasado por fin.

Todas de acuerdo en que el Patriarca Yiling encajaba como su ama, obviando que sea un hombre, no les importaba en absoluto. Si él es el que hace feliz a Jiang Cheng, entonces todos dejarían el pasado atrás y lo recibirían con alegría en la secta.

Madam Xue es la encargada del líder, así que cambiar las cosas rotas por una noche de pasión con su amante apenas le hizo parpadear. Muy acostumbrada a ciertas cosas íntimas de sus líderes anteriores.

Prende dos varillas de incienso con aroma a jazmín, abre la ventana para que el aire fresco entrara mientras ignora el quejido distante de Wei Wuxian en la cama.

Dispone las nuevas túnicas moradas en una mesilla, las cuales usaban miembros de la familia central y secundaria, con la Campana de Claridad en una caja alargada de madera. Esto era a petición del líder Jiang y Madam Xue acata las órdenes con entereza, mandando en voz baja a las jovencitas a preparar un baño para Wei Wuxian.

De una en una entran y salen de la habitación, riéndose por lo bajo al ver que el joven maestro no se despertaba tan fácilmente ante el ajetreo en la habitación. Sin embargo, ya se familiarizaron con el horario disperso de Wei Wuxian y saben que en pocos minutos ya estaría levantado a regañadientes.

—¿Qué...? —Se oye en la habitación el murmullo de Wei Wuxian.

Madam Xue hace un gesto, organizando en silencio a las cinco señoritas dentro de la habitación y ella se coloca en frente con las manos juntas en un saludo cordial. Wei Wuxian se queda sin palabras.

¿Qué mierda?

—Saludos a Madam Jiang —comienza la mujer mayor. En el fondo, Wei Wuxian se atraganta con el aire y pregunta "¿Madam? No soy una mujer" que Madam Xue ignora exponencialmente como si no hubiese dicho nada. Wei Wuxian tose avergonzado —. Nosotras estamos a su disposición a partir de hoy, no dude en llamar si necesita alguna cosa.

Eh, Wei Wuxian se siente perdido por un momento. Las mira por turnos y tardíamente se da cuenta que él apenas está cubierto, por lo que con rapidez levanta las sábanas para esconder el pecho desnudo de estas jovencitas. Todas sonrieron divertidas, aún con la cabeza gacha era posible ver, y el hombre en la cama se puso aún más nervioso.

—Pensé que aquí los sirvientes solo eran para cosas más importantes —Wei Wuxian tiene una memoria de mierda, pero eso se quedó grabado desde que puso los pies en Muelle de Loto la primera vez.

Se le había explicado que los sirvientes ayudan a la organización de la casa, pero aún así, hasta los propios líderes de la secta se ocupan de sus cosas o preparar té para los invitados. Nunca serían pretenciosos. Así que Wei Wuxian no sabía por qué tendría sirvientes si él... él era hijo de uno.

Hasta que cayó en cuenta que ciertamente en carne ya no lo era, sino que se supone que Mo Xuanyu es el hijo ilegítimo de Jin GuangShan y todos lo sabían hasta que él mismo lo trajo a la vida al sacrificarse.

Por eso mejor cerró la boca, asintiendo a la realización.

—Usted será pronto la esposa del líder, tener sus propias doncellas no es descabellado, joven Wei —le informa Madam Xue con una mirada de complicidad.

Cacería nocturna fallida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora