lo que dice el corazón {Jay Y Daniel} >[LOOKISMO]< 🔞🔞

<Su número>

Aunque le dije que yo estaba bien, no creo que Jay se lo haya tomado bien como lo hice, ya que a tenido un aura algo intimidante, a veces me da miedo, pero esta vez...lo presiento

– Oye Jay ¿Vives lejos? – pregunta curioso

– uh – asiente, respondiendo s su pregunta

– Ah ya veo, supongo que así no podremos caminar a la escuela juntos, la verdad me as caído muy bien – le sonríe cálidamente, aquella hermosa a sonrisa, solo deja a Jay pensando

– ... – Suspira para luego tomar su mochila, e irse con Daniel a su lado, algo que les pone algo sorprendidos

–¿Se conocen? – murmuraban entre ellos, ya que era algo inusual ver a alguien con tanta presencia, con alguien que lo único que resalta es su sobrepeso

– Jay...– Daniel al escuchar esto, solo procede a bajar la mirada

Tal vez estoy siendo muy empalagoso con él pero...¿Tal vez no le moleste o si? Están hablando mucho de nosotros...

– Jay, creo que aquí nos separamos, tengo que ir ya, necesito ir a mi casa, vivo solo así que necesito irme ya – se despide – muy bien, nos vemos luego, me alegra haberte visto hoy, sobre todo que ahora estémos en la misma clase, creo que...– se detiene – Es bueno tener a alguien como tu como amigo – le dedica tan lindas palabras que hace sonrojar un poco a aquel chico alto

–...– asintiendo, al parecer estaba sonriendo

–¿mm? Ah también sonríes – Se acerca un poco a él, ya que estaba un poco  más alto, por no decir que le ganaba por casi 30 cm – ¿Eh? –

– a-ah – apunto de decir algo, pero increíblemente, se sobresalta al ver como la expresión de Daniel cambiaba, al parecer como si hubiera visto algo que lo le gustara, así que mira a la misma dirección, percatándose de que allí estaban unos chicos que estaban fumando, esa dirección, era para su casa, algo que Jay noto al momento

– B-bueno nos vemos, hasta mañana Jay – se despide de él, donde se iba caminando hacia aquella dirección

No quiero que se vuelva a meter en problemas por mi culpa

– ¿No le pediste dinero a tu padre?– pregunta aquel chico, estaban teniendo una discusión pasiva agresiva, estos tipos, era de su antigua escuela, donde no quería volver a recordar esa época

– ¿mm? Oigan esa bola de masa se me hace familiar...– comentaba una de las chicas

–¿uh? No puede ser ¿Eres tu cerdo? Hace tiempo que no te habíamos visto – se acercaban a aquel pequeño y desanimado Daniel

– Hola...disculpen – apunto de pasar, pero se lo impiden aquellos chicos que tan le habitantes hecho daño en su anterior escuela, junto con otro, que era el peor, afortunadamente no estaba allí en ese momento

– ¿Eh? ¿A dónde vas? ¿Mm? – apunto de tocar su hombro, hasta que son interrumpidos, al escuchar las sirenas de una patrulla, alertando a los chicos, ya que no estaban del todo cuerdos

– Mierda, vámonos, luego venimos a platicar un poco contigo cerdo – le advierte uno de ellos, donde proceden a irse lo mas rápido que podían

¿Uh? Que extraño, me dijeron que este lugar no tiene por donde subir la patrulla

–¿mm? – Algo confundido pero prefiere agradecer esta suerte, y entrar a su casa

–...– por otro lado, Jay Hong, estaba escondido detrás de la pared, donde había puesto en su celular un efecto de sonido de una sirena, solo para que lo dejaran en paz, suponiendo que no le dijo nada, para que no se metiera en problemas

– uff al menos esta vez no me golpearon, esos chicos...¿Cómo sabían que vivía aquí? – pregunta un tanto inseguro – Tal vez...¿l-los envió Logan? – al solo imaginarlo se le erizaba la piel

Logran Lee, básicamente el desgraciado que no pierde oportunidad para hacerme la vida imposible, ese muchacho, por su culpa, mi madre y yo, tuvimos una vergonzosa situación, donde literalmente fui un malagradecido, solo quería estudiar...¿es mucho pedir? ¿Para que te sirven los amigos si solo quieres estudiar? Pensaba eso en ese momento, soy un maldito egoísta, le grite cuando en realidad nunca se lo a merecido...ahora, creo que por fin puedo llamar a alguien amigo, ese chico, Jay Hong, al principio lo conocí en una situación que la verdad me apena recordar, la perrita que estaba ayudando a alimentar, le mordió, aunque me sorprende de que no me haya reclamado, al contrario, ahora somos amigos...¡Ahora que recuerdo no le pedi su número! P-pero...¿si seria buena idea? Apenas si cruce unas palabras con él ...así que no si él me considere su amigo, mañana le preguntaré

– ¿ah? ¿Y esas luces? – mira que a través de la ventana, surgieron unas luces azules y rojas, al parecer de unas verdaderas patrullas –¿Qué esta pasando?...– confundido

– Listo joven Hong, queremos preguntarle algo – Unos policías estaban en aquel lugar donde estaban apunto de agredir de nuevo a Daniel, pero esta vez los chicos fueron detenidos –¿Cómo supo que aquí estaban estos jóvenes ? Son los que buscábamos anteriormente – le pregunta el capitán sorprendido de su información

–...– Se encoje de hombros, dejando sin palabras al capitán, para luego mirar hacía arriba, donde yacía Daniel en su casa, suspirando aliviado, al parecer, había logrado su objetivo

En casa de los Hong

– Hermano ¿A dónde fuiste tan tarde? No cenaste – pregunta su pequeña hermana Joy

– mm – Le mira mientras rascaba su nuca, pensando en alguna excusa

–¿eh?– son interrumpidos por una llamada de la amiga de Joy, lo cual aprovechó Jay para irse rapido

– ah...– suspira aliviado, para luego cerrar la puerta con seguro y acostarse en su cama, imaginandose la escena de mañana en clase, ya que esperaba decirle a Daniel lo de hace rato, hasta que una pregunta invade su mente

¿Le pediré su número?

– mm – seguía pensando, ya que pedirle su número apenas que se conocieron antier, se apena un poco, así que se pone de pie, mirándose al espejo – A-ah...– mira hacia otro lado avergonzado

Debo decirle, tengo que practicar como pedírselo...solo son unas palabras, aunque no habló tan bien coreano, no creo que sea tan difícil

– T-t...– se sonroja hasta el punto de cubrir su rostro con la palma de su mano

Tu puedes

–Da-a-ah – temblando – n-niel – es interrumpido al escuchar la puerta de su cuarto –¡!– sobresalto

–¡Hermano! ¡Nuestro padre quiere verte! – le avisa mientras tocaba la puerta

–...– de solo escuchar esto, se inmuta, no podría saber el por que lo buscaba, pero algo que no le parecía, era que no logro decir mínimo su nombre completo

Mañana, le pediré su número

Continuará