⤷'Taro Yamada' siempre a sido centro de atención en Akademi High School, pero todo esto cambiará cuando su hermana menor ingrese a estudiar a esta, teniendo él así una nueva misión; protegerla a toda costa...
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El despertador empezó a sonar mientras marcaba las '7:00' en rojo, estiró su brazo para apagarlo y seguido retirar las cobijas de su cuerpo. Se levantó con gran rapidez y una mueca de felicidad en su rostro, fue camino al baño para hacer sus necesidades y alistarse.
Después de eso bajó las escaleras hacia el segundo piso, entró con una sonrisa al comedor y exclamó.
- ¡Buenos días onii-chan y otouto! - Tomo asiento junto a su hermano menor; 'Hanako Yamada, agarra uno de los cuencos lleno de comida frente a ella. - Itadakimasu. - Agradecio para empezar a comer.
- Buenos días onee-san. - Respondia alegremente el menor mirando fijamente a su hermana mayor comer, sintiendo como sus mejillas empezaban a arder.
Ya habían pasado algunos minutos así, la fémina comía con algo de apuro mientras que su hermano menor no dejaba de observarla, le parecía la mujer más bella que haya pisado esta tierra. Iba a seguir admirando a su hermana mayor cuando un tercero entró en la habitación.
- Aquí tienen niños. - Dijo el mayor de los Yamada; 'Taro Yamada, dejando dos Bentos en frente de sus hermanos menores.
La fémina se levantó dejando los trastes sucios en el fregadero para lavarlos una vez volvieran de la escuela. Corrió hacía el segundo piso para lavarse los dientes y agarrar su mochila, al bajar guardo su almuerzo y se encaminó a la entrada de su casa en donde la esperaban sus hermanos.
- ¿No se les queda nada? - Preguntó el mayor con una cálida sonrisa, al ver que ambos negaron cerró la puerta detrás de él.
Caminaban sin prisa, pues aún era temprano, los dos menores hablando entusiasmados por saber como sería su primer día mientras que el mayor solo se limitaba a observarlos con ternura. Todo era tranquilidad hasta que escucharon un grito a sus espaldas.
- ¡Alto ahí baka! - Rápidamente los tres voltearon al tiempo, mientras que a los dos menores se les notaba la confusión en sus rostros por saber quién había gritado, el mayor ya se hacía una idea.
- Buenos a ti también 'Osano. - El pelinegro rascaba su nuca acercándose más a su amigo de la infancia; 'Osano Najimi, el pelinranja rápidamente le dio un sape, el de orbes negros sobaba su cabeza adolorido mientras que 'Najimi se volteaba para mirar a los otros dos presentes.
- Ustedes también son unos idiotas, ¡¿por qué no le dijeron a su hermano que me esperara?! - Muy enfadado los señalaba a modo de regaño, ellos ya estaban acostumbrados a la personalidad enojona del peli anaranjado.
Iba a seguir dándole un sermón si no fuera por el más pequeño que se interpuso entre el peli anaranjado y su hermana.
- ¡No permitiré que nos sigas hablando así!, para la próxima no seas tan griton. - La rabia se le notaba a kilómetros, no tanto por él, si no porque habían lastimado a su hermano mayor y regañado al amor de su vida, y eso sí que no lo iba a permitir.
El menor agarro fuertemente del brazo a sus familiares y los jaloneaba camino a la escuela, no le importaba dejar al otro atrás, además de que por culpa de esa pequeña discusión ya se habían retrasado un poco y no quería llegar tarde el primer día.
'Najimi solo soltó un bufido y los siguió algo separado, ¡¿Como ese enano se atrevía a hablarle así?!, no solo le había faltado el respeto si no que también lo había humillado frente a la chica que le gustaba, pero eso no se iba a quedar así...
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