Espejo [TERMINADA]

Capitulo 10

" Lo siento, Naruto-kun", dijo Minato mientras se arrodillaba más cerca del nivel de Naruto. Su expresión era tan sincera que Naruto casi le creyó. "Tengo responsabilidades de las que ocuparme, tanto como me gustaría quedarme y pasar más tiempo contigo". La voz de Minato se iluminó, "Volveré para la cena, y tal vez para el almuerzo si puedo terminar el trabajo suficiente a tiempo. Podemos hacer algo juntos entonces".

Naruto se encogió de hombros poniendo una sonrisa en su rostro para ocultar su decepción. "Bien."

Minato se puso de pie y se dirigió al armario donde agarró su chaqueta blanca y roja de Hokage. "Cuídalo, Rin-chan", le dijo a la kunoichi que los había seguido desde la cocina. Rin asintió con una sonrisa y Minato desapareció por la puerta.

Capítulo 10

Minato resopló mientras miraba la gran pila de papeleo que acababa de terminar. Habría sido satisfactorio ver cuánto había logrado si no fuera por la pila aún mayor de trabajo sin terminar que aún necesitaba revisión. Con mucho cuidado evitó mirarlos. Sin embargo, no pudo evitar mirar el reloj y tuvo que tragarse un gemido cuando se dio cuenta de que se perdería el almuerzo, otra vez.

Este sería el segundo día que extrañaría almorzar con Naruto. Su segundo día de regreso en la oficina y todavía no había trabajado en todo el trabajo pendiente que le quedaba de las vacaciones improvisadas que se había tomado. La noche anterior había llegado tarde a casa, engañándose a sí mismo pensando que podría terminarlo todo de una vez. Había llegado a casa para encontrar a Naruto a medio camino de la cama bajo la mirada algo distraída de Kakashi. Minato solo podía estar agradecido de que su alumno hubiera envuelto la portada del libro en periódico del día anterior.

Hoy, Minato se había asegurado de llegar a la oficina a su hora normal, solo se detuvo para ver a Naruto breve mente antes de salir por la puerta. Estaba decidido a ponerse al día con su trabajo, con la esperanza de que si podía llegar a su nivel normal de papeles y formularios que necesitaban atención, tendría más tiempo para concentrarse en su hijo. También quería establecer algo de su horario normal considerando los rumores que habían surgido durante su corta ausencia. Parecía que incluso una pequeña ruptura en la rutina que había mantenido durante más de seis años era suficiente para alentar los rumores más ridículos, desde que tenía un amante secreto y un hijo hasta que era un impostor. Minato incluso escuchó de uno que decía que él mismo se había envejecido y que era un doble que reemplazaba al Hokage hasta que se remediara la situación.

Tal vez las cosas han sido demasiado pacíficas si todo lo que mi shinobi tiene que hacer es chismear sobre el tiempo libre del Hokage , se quejó Minato para sí mismo mientras levantaba otra pila de formularios de la pila junto a su escritorio. Luego recordó la situación de la que había venido Naruto, la habitación medio destruida que había visto a través del espejo, y el shinobi enemigo parado en el corazón de la torre Hokage en el otro mundo y palideció al pensar en la alternativa. Preferiría manejar algunos rumores que lidiar con una invasión de toda la aldea.

Aún así, no cambió el hecho de que Minato necesitaba averiguar qué le iba a decir a la gente. Los rumores dejados a sí mismos solo crecerían y podrían volverse peligrosos. Minato parpadeó, dándose cuenta de que había leído media página del documento que tenía delante y no había asimilado nada. Con otro resoplido de exasperación, arrojó su bolígrafo y se reclinó en su silla, concediéndose unos minutos para pensar antes de reanudar la guerra de papel.

A pesar de todos sus instintos más astutos, Minato quería decirles a todos que Naruto era su hijo... no había forma de evitarlo. Quería ser abierto sobre su chico, no esconder a Naruto como un secreto vergonzoso. Tenía la sensación de que así había sido tratado Naruto la mayor parte de su vida y Minato quería que esta aldea, esta Konoha, fuera diferente.