Ep.4 Sin tema aun.

5 0 0
                                    

No había podido dormir tanto desde la confesión de anoche de Pedri.

Eso me dejo un poco descolocada ¿yo gustarle a Pedri?.

Eso está de locos, creo que ni mi hermano me creería si me cuento.

Aunque antes de que él quedase profundamente dormido me ah pedido que quede entre los dos.

Pedri había desaparecido de mi pecho.

Baje lentamente escuchando solo música.

Y entrando a la cocina me encuentro a un Pedri cantando en voz baja y medio bailando.

—Puta madre.— cuando se ah girado se ah espantado. Reí.

—Me la debías.

—En cuanto a lo de anoche...— preguntaba mientras servía unos pancakes y nutella claro.

—No hemos hecho nada, solamente me haz pedido dormir en mi pecho.

Suspiró aliviado.

Pero luego pareció tensarse enseguida.

—¿Eh dicho algo que no debía anoche?— pregunto.

—Me haz confesado algo. Pero pediste que no te diga.

Sonrei al ver que se estaba frustrando un poco y tal vez insultándose a sí mismo por como es de borracho.

Parece que es una boca suelta cuando va borracho.

—Mira. Perdóname si hice algo malo ayer.. el trago aveces me hace un poco sentimental o.. muy chistoso de cierta manera no agradable.

En lo de chistoso se refería s decir chistes que no dan risa y luego de decir tanto empezando a fastidiar.

—No haz hecho eso. Y Pedri deja de preguntar y desayuna.

—Ni siquiera recuerdo quien nos trajo, ¿quien lo hizo?.

—Rubén. Mi hermano.

—Dime que te dije por favor.— insistió acercándose a mi.

Pero salvada por la campana.

Sira y Ferran entraban a la cocina.

—Espero me lo digas luego..— me vio fijamente.

—¡No bebo más!.— se quejó Ferran.

—Amor. Eso siempre dices y bebes hasta más no poder.— le dijo mi hermana besando su mejilla.

Empezamos a reír de él.

—Hora de la pastilla para el dolor de cabeza.— me miro Sira.

—Bueno.. creo que tengo que ir a estudiar..— corrí hasta el salón pero me detuvieron agarrandome de la cintura.

—Tomarás la pastilla si o si.

—Pedri.. déjame.

Me arrastro hacia la cocina y él buscaba algo.

—Si no quieres tomarla así. Te la haré polvo.

Sonrei ante su acto.

Mi hermana parecía que estuviese viendo una de sus novelas románticas.

—Yo también quisiera que Ferran me hiciese polvo.— murmuro mi hermana y cuando se dio cuenta de su error abrió los ojos como platos y luego corregirse.— es decir.. la pastilla ¿no?— rio nerviosa.

—¡Sira!.— reí al ver que ella y Ferran si lo habían malpensado.

A fuerzas me logré tomar la pastilla en polvo.

¿My opportunity?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora