Efímero - Xiaoven

I

Querido Venti:

Ambos teníamos seis cuando la casa enfrente de la mía dejo de estar vacía, estaba muy feliz al ver que esa familia tenía una niño, a pesar de ser tan tímido, al cruzarme ese día, pude verte por primera vez y supe que ambos tendríamos una conexión especial.

Por más que entraste corriendo a tu casa, con un evidente miedo, no me rendí en intentar hablarte. Todas las tardes estabas frente a tu casa junto a las flores de tu mamá, observándolas con una sonrisa; hacia mi esfuerzo en hablarte y jamás respondías.

Pasaron meses, hasta que un día estaba frente a mi casa solamente viendo el cielo y tu llegaste a hablarme. Jamás me espere que tomaras la iniciativa ese día, "¿quieres ser mi amigo?" preguntaste mientras mirabas el suelo. Fuiste mi primer amigo, a quien más quería en ese entonces, después de mi papá.

El tiempo paso y nuestra actividad favorita era cocinar galletas junto a tu madre, las comíamos todas, aunque estuvieran quemadas. "Lo negro le da un sabor único" decía, "¡Único igual que nuestra amistad!" jamás perdías una sola oportunidad para recordarme que lo nuestro era lo mejor del mundo.

También amábamos observar el cielo y ver de qué formas estaban las nubes, motivo de las únicas peleas que podíamos tener a esa edad.

En tu séptimo cumpleaños le pedí a mi padre que me diera todos mis ahorros y fui a tu casa con ellos diciendo que compráramos algo juntos.

Juntamos el poco dinero que teníamos y conseguimos un oso de peluche, era nuestro hijo. Cada noche dormía uno con el oso y el otro al día siguiente.

Cualquier cosa que hiciéramos juntos era lo mejor, simplemente no podía pensar como pasaría las tardes sin ti, a veces nos preguntábamos eso y siempre era la misma respuesta, "nada". Ambos sabíamos que sin el otro no podíamos ser felices por completo.

Estuvimos semanas convenciendo a tus padres para que fuéramos a la misma primaria y lo logramos, pero llegue el primer día de clases emocionado por poder pasar toda la mañana juntos.
Jamás llegaste, te espere por horas mientras intentaba no llorar. Ese día faltaste.

El siguiente también y el otro, así fue toda la semana. Un día vi por mi ventana como se subían a un auto y se iban con un gran camión detrás, "Se mudaron" me dijo mi padre.

Venti, te fuiste y me dejaste solo. No solo rompiste nuestra promesa, también abandonaste a Oni conmigo cuando era tu turno de tenerlo.
¿algún día nos volveremos a ver? Yo creo que sí, porque nuestra amistad era distinta.

Xiao.