No resulta difícil ponerme cómoda una vez que me instalo oficina, y es que al tener el espacio para mí sola, resulta ser lo contrario a lo que habría esperado, no hay una segunda persona que comience a molestarme o con quien pelear por el espacio por lo cual puedo extenderme como una planta incluso al segundo escritorio, dejando caer los borradores que tuve que bajar a imprimir para poder hacerles correcciones ya que de hacerlo simplemente en la computadora, seguramente se me olvidará la trama.
Hay historias que resultan atrapantes, a pesar de que lo mío realmente son las novelas con tintes más románticos que de misterio. Otra cosa que olvidé mencionar es que, si bien hay lugares en los que es requerido que entres más temprano, usualmente aquí la vida no comienza a las nueve de la mañana, no como estaba acostumbrada, a menos que vivas en los distritos más lejanos, pero incluso así, todos parecen adaptarse sin mayores problemas. He rayoneado demasiadas de las hojas, esperando después pasar todas las notas en el enorme equipo de pantalla plana que nos fue asignado.
Hacía las seis de la tatoos comienzan a salir, puedo notar por el ruido del pasillo que ya se han entablado las amistades que comenzaron a forjarse en el grupo. El ruido comienza a incomodarme un poco por lo cual me acerco lentamente a la puerta para poder cerrarla cuando Aleph aparece con su cara sonriente.
-Ni lo pienses -añade-, es hora de irnos. ¿O es que piensas trabajar el doble tu primer día?
-Aleph no empieces -dice Fanny, ella está tomando sus cosas también para poder marcharse.
Niego de forma rápida y apago la máquina, tomando mis cosas también. Claro que discretamente he llevado uno de los escritos en mi bolsa, pero ellos no tienen por qué saberlo. Acompañamos al resto, decidiendo ir por las escaleras y no por los ascensores que seguramente deben encontrarse a tope ya que las demás oficinas también han parado sus labores.
Fanny viene hablando acerca de playas y lugares que suenan realmente lejanos, incluso para alguien que ha vivido casi toda su vida en un país que es reconocido por tener playas de agua azul turquesa. Y Aleph hace lo propio bromeando cada vez que puede acerca de eso. Tan perdidos estamos que no notamos al chico que camina con paso despreocupado frente a nosotros, perdido en sus pensamientos. Tanto que sería una grosería pedirle que se mueva más rápido.
-Voy a empujarlo si no se apura -advierte Aleph, cosa que deja casi horrorizada a Fanny aunque sí que la hizo reír bastante.
-Sólo tienes que pasar al lado, salvaje -regaño y me apresuro a bajar por el lado contrario al que aquel viene. Por un instante me pareció reconocerlo como el chico de la puerta esta mañana.
-¿Prisa? -Pregunta. Así que todo este tiempo pudo entender lo que estábamos diciendo, y seguramente también escuchó la nada sutil sugerencia de Aleph. Me detengo en seco, antes de que la impresión me haga caer y romperme el cuello.
Como si el incidente de la puerta no hubiese sido suficiente ahora debo lidiar con la bocota de alguien que ni siquiera es amigo mio.
-Bueno, al menos ahora que lo capta bien nos puede dejar pasar -agrega Aleph con ese toque altanero que sólo pueden tener las personas jóvenes que no son conscientes todavía de la gravedad de sus palabras y actos.
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Narciso
ChickLitEn un mundo donde la sutil danza del amor se entrelaza con desafíos emocionales, acompaña a Maya mientras descubre su propia fortaleza en una relación complicada con un narcisista. Sumérgete en esta cautivadora historia donde la esperanza se insinúa...