12

2.1K 224 12
                                    

Después de una intensa guerra de miradas esperando que uno u otro fijara su vista en otro lugar la situación se volvió un poquito incomoda, Ao'nung no pudo aguantar más y soltó un "¿quieres o no? hay muchas metkayina que matarían por esta oportunidad". Neteyam no pudo aguantar la carcajada que luchaba por salir de él y terminó rodando en la arena abrazando su estómago pues le dolía de tanto reír. 

Ao'nung lo miró ofendido y le pateó las piernas suavemente aún así reprochando la actitud del mayor. Comenzó a caminar hacia su marui, inmediatamente Neteyam impidió que avanzara más agarrándolo del brazo. "Acepto tu oferta, no te pongas así" y aunque aún seguía de bromista Ao'nung decidió ignorarlo, diciendo que porque ya estaba cansado solo le explicaría la relación que tenían los metkayina con los Tulkun y que cuando fuera la época de estos por venir al arrecife podría enseñarle más sobre ellos. 

Le habló sobre su hermano espirítual, era gracioso y bromista como él, parecía su hermano mayor muchas veces; regañandolo cada vez que Ao'nung le contaba sobre sus "aventuras" donde más de una vez se metió en problemas. Le contó sobre la hermana espirítual de Tsireya, era chismosa igual que ella, bastante habladora y la mayoría de veces le gustaba molestar a Ao'nung con una que otra broma, ella no gustaba mucho de él pero el sentimiento era mutuo. 

Y así siguieron hasta que se hizo de noche, Ao'nung no paraba de hablar y Neteyam solo respondía con varios "uhm" y alguna que otra pregunta para prolongar la charla. Había sido cómodo para los dos, el mayor veía con suma atención, sus ojos no habían cambiado de posición en todo el tiempo que llevaban ahí. El metkayina no se percató hasta después de terminar con su historia sobre la vez que Rotxo fue casi aplastado por un Tulkun. Sus mejillas se tornaron de un tono más oscuro, neteyam no pudo notarlo gracias a que ya la luz era poca. 

- ¿podrías dejar de mírarme así? - Ao'nung dijo rechinando los dientes. Era obvio que estaba completamente avergonzado pero no iba a mostrarlo fácilmente, para él era mil veces más sencillo actuar molesto. 

- ¿y cómo te estoy mirando? - Neteyam sonrió de lado y apoyó su cabeza en el puño de su mano. Ao'nung proporcionó un patada al brazo del mayor, este perdiendo su soporte cayó a la arena y podríamos decir que comió algo de ella.

- ya me voy a dormir, no quiero seguir hablando contigo. - Ao'nung se levantó y después de sacudirse un poco comenzó su camino a su marui.

- ¡hasta mañana, pecesito! - el menor solo gruñó y siguió su camino tras escuchar el apodo que tenía el Omaticaya para él.

Mientras, Neteyam reía mientras lo veía marchar.

tweets > aonung x neteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora