one shots. ┊ w/ chainsaw man.

- ; kishibe.

𓂅 contenido soft, un poco +18.
𓂅 fem!reader.

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—deberíamos aprovechar nuestro día libre para hacer algo más que estar en la cama.

sugirió la fémina, quien se encontraba escondida contra el cuello de su pareja, así que para poder hablar y ser bien oída, tomó distancia de ese lugar, quedando frente a frente con el contrario.
eran ya casi las doce del mediodía y seguían allí, abrazados, intercambiando algunos besos suaves, caricias y mimos.

no le molestaba quedarse acostada junto a kishibe, aprovechar para besarlo todo lo que no podía hacerlo cuando ambos trabajaban, consentirlo, hacer un rico desayuno y llevarlo a la cama. sin embargo, al mismo tiempo también quería ir a pasear, no necesariamente visitar algún lugar y comer en un restaurante, era tan feliz con sólo sentarse en el césped de algún parque y estar horas allí, conversando con su amado. también disfrutaba poder admirar la belleza de su ciudad sin demonios de por medio, sin estrés.

—¿estás diciendo que estar aquí conmigo es aburrido?

—deja de dramatizar.

rió. el adverso se demostraba tan frío y distante ante los demás, y en privado con ella era todo lo contrario. que sí, con los años se fue ablandando más, hasta él lo admitía, pero con ella siempre se demostró alguien diferente. aunque, si esto no fuera así, no le importaría, estaba tan enamorada del mayor que seguramente amaría hasta su lado frío.

—¿a dónde quieres ir?, hace mucho frío para salir.

murmuró, y la atrajo más a su cuerpo, si eso era posible. la abrazó, y obligó a que descansara el rostro contra su pecho, ella, obviamente, no se negó. sus manos ya se encontraban envolviendo la espalda de aquél, sus palmas descansando sobre la zona, y sus dedos realizando pequeños movimientos circulares en forma de caricias.

—entoces te abrigas, ¿no será que tú piensas que salir conmigo es aburrido?

—luego el que dramatiza soy yo.

—pero, ¿vamos a salir sí o no?

—sí, pero, ¿a dónde quieres ir?

—mmh. ¿qué tal el centro comercial?, quizás podamos comprar algunas cosas que nos faltan.

en realidad no faltaba nada, sólo era una excusa para que aceptara. no le venía mal comprarse ropa, alguna cosa tonta, y de paso ya para el contrario, que era bastante terco para salir y comprarse las cosas por su propia cuenta.
no es que necesitara ayuda, es que le daba flojera.

—con una condición.

—¿cuál?

nuevamente tomó distancia de la anatomía impropia, y alzó su mirada para conectarla con la del ajeno.

—¿un desayuno...?

—eso planeaba hacer sin necesidad de que me lo pidieras.

no mentía, de verdad iba a hacerlo. necesitaban comer algo antes de salir.
el contrario esbozó apenas una sonrisa, no era una persona que sonriera ni riera con frecuencia. por lo que cada vez que tenía el privilegio de verlo sonreír, aunque fuera lo mínimo, como ahora, se aseguraba de grabar esa imágen suya bien en su cabeza.