'Tsìng: Cuatro'

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Ni'ta estaba en la orilla con sus hermanos, intentando enseñarles a bailar. Seze, frustrada, repetía los pasos sin mucho éxito, mientras Atan estaba al borde de las lágrimas.

—Tranquilos, ya les saldrá. Atan, sigue a Ak'ca, él conoce los pasos mejor que yo —dijo Ni'ta, intentando calmar a su hermano menor, que ya estaba por romper en llanto.

De repente, Seze, radiante de alegría, levantó los brazos y gritó:

—¡Ni'ta! ¡Mira! ¡Lo logré! —dijo mientras daba algunos pasos torpes pero decididos.

—¡Eso es, Seze! —respondió Ni'ta con una sonrisa orgullosa. Sin embargo, un sollozo interrumpió el momento. Atan no podía contener las lágrimas.

Ak'ca se acercó rápidamente a su hermano menor, poniendo una mano sobre su hombro.

—Atan, no llores, lo lograrás pronto —dijo con un tono tranquilizador, aunque su propio nerviosismo era palpable.

Ni'ta se acercó y abrazó a Atan, murmurándole palabras suaves para calmarlo.

—No te preocupes, pequeño. Todos tenemos nuestro tiempo, y el tuyo llegará —le susurró con dulzura mientras secaba las lágrimas de su rostro.

En ese instante, la presencia de Lo'ak se hizo notar. Él había estado observando la escena desde una distancia, sonriendo ante la ternura de Ni'ta con sus hermanos.

—Hola, Ni'ta. Niños —saludó Lo'ak, con su habitual energía. Seze, al oír su voz, corrió hacia él y lo abrazó con fuerza.

—¡Hola, Lo'ak! ¿Cuándo te casarás con mi hermana? —preguntó Seze con total inocencia, haciendo que Lo'ak se pusiera rojo y mirara a Ni'ta, que no podía evitar sonreír, negando con la cabeza.

—Ya de nuevo con eso... —murmuró Ni'ta, tratando de desviar la conversación—. Vamos, Atan, inténtalo una vez más, yo sé que lo lograrás.

Mientras Ni'ta se movía, comenzando a bailar, Lo'ak no podía apartar la vista de ella. Sus movimientos eran fluidos, como si estuviera en perfecta sintonía con el viento y el agua. Atan, viendo a su hermana bailar, trató de imitarla, aunque torpemente. Al borde del llanto una vez más, fue Lo'ak quien intervino.

—Hey, Atan, a mí tampoco me sale —dijo Lo'ak, haciendo unos pasos descoordinados, arrancando una risa de Atan—. Pero lo importante es intentarlo, ¿no?

Atan rió entre lágrimas y, de repente, sus pasos comenzaron a fluir, aunque todavía con torpeza. En cuanto logró seguir el ritmo, corrió a abrazar a Lo'ak.

—¡Gracias, Lo'ak! —exclamó el pequeño, con una sonrisa de oreja a oreja.

—Bueno, ¿ahora qué? —preguntó Lo'ak, justo cuando Seze y Atan decidieron que era hora de ir a jugar con Tuk, dejando solos a Lo'ak y Ni'ta.

—Parece que tus lecciones de baile no fueron tan malas después de todo —comentó Ni'ta con una sonrisa mientras los observaba correr.

—Creo que me falta mejorar un poco —respondió Lo'ak, rascándose la cabeza.

—Vamos, te enseñaré un par de pasos más —le ofreció Ni'ta, comenzando a moverse con gracia. Lo'ak, algo torpe pero determinado, intentó seguir el ritmo, aunque su concentración se rompía constantemente al observar los movimientos de Ni'ta.

—Lo'ak, no te veo bailando —lo retó ella, sin dejar de moverse.

—Es que... el baile no es lo mío. Pero tú, Ni'ta... lo haces tan bien —dijo él, con una sonrisa nerviosa, mientras intentaba, sin éxito, imitarla.

Ni'ta soltó una risa ligera y luego sugirió:

—Está bien, entonces vamos a caminar un rato.

Ambos comenzaron a caminar por la aldea, charlando y riendo, conociéndose mejor. El ambiente se sentía ligero, hasta que el rostro de Lo'ak se endureció al ver a Aonung y su grupo acercándose.

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⏰ Última actualización: Sep 07 ⏰

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